Divisar la ciudad desde una azotea, descubrir el Museo Arqueológico Nacional, presenciar el cambio de guardia en el Palacio Real… Ofrecemos algunos planes ideales para una visita en familia a Madrid.
Encontrar el equilibrio a la hora de planear un viaje en familia puede resultar complicado: descubrir la ciudad con actividades que motiven tanto a padres como hijos es, en ocasiones, un reto. Sin embargo, en ciudades como Madrid hay lugares que impresionan a toda la familia por igual y que no deben faltar en una escapada. Estos son los mejores planes para hacer con niños en Madrid.
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Ubicada en pleno centro de Madrid, a 56 metros de altura y sobre la Calle Alcalá, cuenta con una de las mejores y más espectaculares vistas de la ciudad. La familia entera puede disfrutar de una perspectiva inigualable del paisaje urbano en 360 grados: desde la Sierra de Guadarrama al norte hasta el Cerro de los Ángeles al sur. Además, dispone de un restaurante ideal para comer o cenar con los menores.
Todos los miércoles y sábados, los centinelas de palacio (dos a pie y dos a caballo) uniformados como lo hacían los soldados del ejército español en tiempos de Alfonso XIII realizan su relevo en compañía de un pífano y un tambor que tocan marchas militares. Un espectáculo que fascina tanto a mayores como a pequeños y que es aún mejor el primer miércoles de cada mes, cuando se lleva a cabo el Relevo Solemne, con una duración aproximada de 50 minutos. En él desfilan lanceros y alabarderos, compañías de fusiles, militares a cargo de piezas de artillería y carrillos de munición.
Se trata de uno de los mejores lugares para disfrutar las puestas de sol de Madrid y un lugar perfecto para que los visitantes conozcan los edificios más emblemáticos con un solo vistazo: el Pirulí, la Estación de Atocha, las Torres Kio o ‘las 4 torres’, entre otras. Su nombre más coloquial hace referencia a sus siete colinas en forma de montaña que, además, cuenta con un mirador y un bar para pasar una agradable tarde en familia.
Este lugar, uno de los enclaves de ocio más castizos y emblemáticos, es perfecto para pasar una mañana de domingo en familia. Está considerado Patrimonio Cultural del Pueblo de Madrid y se celebra desde hace más de 250 años. Antigüedades, ropa vintage, juguetes, joyas, música, libros… todo lo que uno pueda imaginar está en el Rastro en los más de 3.000 puestos que se extienden desde la plaza de Cascorro hasta la calle de Embajadores.
Inaugurado el 26 de junio de 1969, recorre una distancia de 2.457 metros entre el Paseo del Pintor Rosales y el corazón de la Casa de Campo; un trayecto en el que emplea 11 minutos y en el que alcanza 20 metros de altura. Por eso, es una gran alternativa para observar algunas de las vistas de Madrid con detalle y sin prisas.
Este espacio verde situado en el centro de la capital dispone de más de diez kilómetros peatonales y aptos para ciclistas, que se extienden desde El Pardo hasta Getafe, uniendo bosques, espacios verdes, jardines históricos y parques urbanos. En ellos, la familia encontrará 17 áreas de juego de distintas categorías: entramado de troncos y cuerdas, zonas para jugar en equipo, tirolinas, toboganes…
Su catálogo incluye objetos que pertenecieron a los distintos pueblos españoles y del ámbito mediterráneo desde la Antigüedad hasta épocas recientes, como la conocida escultura íbera del siglo V a.C ‘La Dama de Elche’; las damas de Galera, Ibiza y Baza; o los Toros de Costitx fundidos en bronce, entre otros. Desde su renovación en 2014, el edificio se ha acondicionado logrando que sus espacios sean más accesibles y dispongan del equipamiento tecnológico necesario para que todos los visitantes disfruten al máximo de las exposiciones. Con la reforma también se recuperaron dos patios históricos, uno romano y otro árabe, con 20 metros de altura y recubiertos con bóvedas de vidrio climático.
Un recorrido de la historia del ferrocarril que contiene una de las mayores colecciones históricas de Europa. Se puede realizar mediante una visita teatralizada en la que personajes de la época acompañan por los andenes, vagones y las locomotoras para desvelar el gran secreto de la antigua estación de Delicias. Además, cada segundo fin de semana del mes (excepto julio y agosto) acoge el Mercado de Motores, donde la familia podrá encontrar artesanía gourmet, ropa vintage y decoración, actividades gratuitas, conciertos y food trucks, entre otros.
Combina el museo de colecciones con la divulgación de la ciencia y la tecnología, especialmente para niños. Además de una exposición temporal, las salas que albergan la colección incluyen apartados relacionados con el cine, la fotografía, la medicina, los transportes, las comunicaciones, la tecnología de la vida cotidiana y la innovación española. Casi todo lo que se muestra se puede tocar para experimentar: hay máquinas para que los niños puedan crear nubes, tornados, remolinos… Aunque la entrada general es gratuita, pagando 3 euros se puede acceder al Planetario, que ofrece una inmersión total en la astronomía mediante un avanzado sistema de proyección digital diseñado para ofrecer una imagen espectacular y viajes hiperrealistas a través del universo.
Diseñado por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco en 1887, está inspirado en el Crystal Palace de Hyde Park (Londres) y fue construído con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas. Su estructura es de metal y está totalmente recubierta por planchas de cristal y rematada con una decoración cerámica de Daniel Zuloaga. El edificio, situado junto a un lago artificial y rodeado de castaños de indias en pleno Parque de El Retiro, actualmente es una de las sedes del Museo Reina Sofía, por lo que suele acoger numerosas exposiciones temporales en su interior.
