Probamos Nothing Ear (stick): los auriculares transparentes
Totalmente inalámbricos, destacan por un diseño muy cuidado, una buena calidad de sonido y una amplia autonomía. Los hemos probado.
Nothing es una firma muy nueva; lleva apenas un par de años en el mercado. Pero ya tiene una imagen muy definida entre los usuarios: ¡sus productos (solo tiene tres) son transparentes! Así, es posible ver sus componentes y circuitos desde fuera. En el caso de los auriculares inalámbricos Nothing Ear (stick), tienen zonas a través de las que se aprecian los circuitos y componentes. En este caso, principalmente los bastones donde, entre otros, están ubicadas las antenas.
¡Se ve todo!
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Su diseño es ‘half in ear’: quedan apoyados dentro de los oídos pero no se introducen dentro del canal, así que tampoco tienen almohadilla. Eso hace que no tengamos cancelación de ruido ni activa ni pasiva, y al utilizarlos somos plenamente conscientes del sonido del entorno.
Muy suaves al tacto y con un acabado exquisito, resultan bastante cómodos aunque no los recomendamos para actividades intensas; son resistentes al sudor, las salpicaduras y el polvo, pero pueden caerse con movimientos fuertes de la cabeza.
En cuanto a su calidad de audio, apreciable sobre todo en espacios predominantemente silenciosos, es óptima para su rango de precio, con un buen balance de frecuencias, equilibrio de agudos y graves y alto volumen. También proporcionan un buen rendimiento durante las llamadas, en las que disfrutamos de un sistema (aquí sí) que elimina el ruido para que la voz llegue clara al interlocutor.
Carga rápida
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Ambos auriculares cuentan con un botón desde el que gestionar la reproducción (pasar de canción, modificar el volumen, responder llamadas…) y también pueden utilizarse junto con una app, Nothing X, con información adicional sobre la batería o un ecualizador de audio, entre otros.
Su estuche de transporte sigue las mismas líneas de diseño y en todo momento podemos ver los auriculares colocados dentro. Compacto y en lo que llaman formato pintalabios (cilíndrico), ofrece una autonomía de 22 horas, que se suman a las 7 que ya proporcionan los auriculares.
Un dato interesante sobre la batería de los auriculares: tiene carga rápida, así que en 5 minutos en el estuche obtenemos 2 horas extra de música. Del mismo modo, el estuche se carga muy rápido conectado a la corriente: media hora aproximadamente.
Sobre el autor
Laura Pajuelo
Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.
