Desarrollada por una compañía china, es una alternativa totalmente gratuita y de código abierto a ChatGPT o Gemini. Permite consultas ilimitadas y está disponible como app móvil y a través de su plataforma web.
En los últimos días una herramienta de IA ha copado todos los titulares: es DeepSeek, una alternativa a ChatGPT, Copilot o Gemini que ha sido desarrollada por la empresa china Hangzhou DeepSeek Artificial Intelligence con el objetivo de “democratizar el acceso a tecnologías avanzadas de inteligencia artificial”. ¿Qué quiere decir esto? Pues que se trata de un modelo de IA de código abierto y, por lo tanto, cualquier persona puede descargar la herramienta para analizar o modificar su código (por lo que la transparencia es total) e, incluso, instalarlo en el propio ordenador.
De esta forma, es posible usarla de forma local, y todo lo que se realice queda en el entorno privado, sin que la empresa que lo ha diseñado pueda acceder a ello.
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DeepSeek es totalmente gratuita y para usarla basta con acceder a su web y registrarse, o descargar su app para dispositivos iOS o Android. Su pantalla principal consta de un cuadro de diálogo para escribir cualquier consulta en lenguaje natural: pedirle ayuda para organizar un viaje, resumir un documento, resolver un problema, analizar una imagen… Aunque la interfaz está disponible en inglés y chino, también ‘entiende’ las consultas en otros idiomas y responde de la misma forma. Además, permite consultas de texto ilimitadas, pero de momento no ofrece prestaciones relacionadas con la generación de imágenes.
Como complemento adicional, esta IA también acaba de presentar un modelo denominado DeepSeek R1; una versión más orientada a facilitar tareas relacionadas con la lógica, la programación o resolver problemas matemáticos complejos.
Pero DeepSeek también tiene algunas limitaciones. De hecho, uno de los aspectos más polémicos de este nuevo asistente, según los usuarios que ya lo han probado, tiene que ver con la respuesta ante ciertas consultas relacionadas sobre todo con temas políticos. Y es que, al estar desarrollado en China, debe adaptarse a su regulación y a los valores socialistas. Por eso, el bot prefiere declinar preguntas sobre el presidente Xi Jinping o la independencia de Taiwan, sugiriendo “hablar de otro tema”.
Además, se trata de un modelo estático. Es decir, como la primera versión de ChatGPT, no busca la información en Internet, sino que recurre a los datos con los que ha sido entrenado hasta octubre de 2023. Por lo tanto, sus respuestas pueden no estar actualizadas y no tiene en cuenta noticias actuales o información en tiempo real.
La política de privacidad de esta herramienta también está generando preocupación entre los usuarios. Según la empresa, la información personal recopilada al registrarse o hacer uso de los servicios de DeepSeek podría ser almacenada en servidores seguros ubicados fuera del país donde reside el usuario, y las leyes de China establecen la obligatoriedad de que las empresas compartan sus datos con el gobierno cuando se les pida.
Curiosamente, cuando se le pregunta directamente a la IA sobre el uso que hace de nuestros datos y las consultas realizadas, su respuesta es tajante: “Como asistente virtual, mi función es procesar las preguntas que me haces para generar respuestas útiles y relevantes. Sin embargo, es importante aclarar que no almaceno ni retengo datos o conversaciones después de que la interacción ha terminado. Cada pregunta se maneja de manera independiente y no se utiliza para crear un perfil o seguimiento de los usuarios”.
