Cada vez se prefieren pantallas más grandes para disfrutar de películas, series y videojuegos. Y aunque lo habitual es imaginarse sentado frente a un televisor de muchas pulgadas, los proyectores son una alternativa ideal para disponer de imágenes mucho más grandes. Ya existen modelos como el XGIMI Halo+, protagonista de este análisis, que no requieren de una instalación fija. Además, se caracteriza por no necesitar de ningún otro dispositivo para funcionar: ni ordenador, ni altavoces… trae todos los elementos necesarios integrados.
De hecho, una de sus principales características es que, como muchos televisores inteligentes, incorpora el sistema operativo Android TV, es decir, que podemos descargar directamente aplicaciones desde la tienda Google Play: Prime Video, HBO Max, Disney +, Pluto TV… También acceder a otros servicios como Google Play Películas, Google Play Juegos, YouTube… Y como además tiene Chromecast integrado, es posible transmitir contenido desde cualquier dispositivo móvil sin necesidad de usar cables.
Por fuera
Nada más sacarlo de la caja llama la atención por su tamaño reducido (113,5 x 145 x 171 mm) y peso ligero (1,6 kg). Es muy bonito, destacando en su diseño un pequeño soporte oculto en la base que, al desplegarse, permite que el proyector se incline ligeramente si fuese necesario. También un zócalo para trípode para, por ejemplo, utilizarlo con el soporte de mesa X-Desktop Stand Pro del fabricante o un trípode estándar.
En la parte trasera, junto a la amplia rejilla de ventilación, se encuentra el botón de encendido y conexiones como un puerto de entrada HDMI y otro USB. Y es que, aunque el proyector puede reproducir directamente desde los principales servicios de streaming, también lo hace desde otras fuentes, como un DVD o Blu-ray, un ordenador o un disco duro externo. Además, posee un conector para auriculares de 3,5 mm, y luna toma de corriente. En este sentido, cabe mencionar que el proyector XGIMI Halo+ puede usarse conectado a la luz, pero también sin cable gracias a una batería integrada que le proporciona una autonomía de casi 2 horas y 10 minutos.
En la parte superior dispone de un panel con tres botones para controlar la reproducción y el volumen. Su sensibilidad, sin embargo, es mejorable: no siempre responden al primer toque. Por suerte, contamos con un mando a distancia de funcionamiento intuitivo. En él, cabe destacar el botón que activa el Asistente de Google para controlarlo con la voz. Este mando se alimenta de dos pilas triple A que no vienen incluidas.
Configuración y puesta en marcha
Sin necesidad de instalación (basta con colocarlo sobre un trípode o superficie plana y apuntar hacia una pared blanca), su configuración es también muy sencilla. Lo primero es emparejarlo con el mando a distancia: hay que colocarlos muy próximos, casi pegados, y pulsar a las vez los botones de inicio y retorno del control remoto. A continuación, basta con seguir las indicaciones mostradas para finalizar el proceso y ‘añadir’ el XGIMI Halo+ a la red Wi-Fi de casa (funciona tanto en la banda de los 2,4 GHz como los 5 GHz). Esta configuración se puede completar, por otro lado, desde el móvil.
XGIMI Halo+ arranca muy rápido y posee un menú muy fácil de navegar. Con capacidad para proyectar una pantalla de hasta 200 pulgadas con resolución Full HD, la calidad de imagen es buena en términos de definición y contraste. Su brillo de 900 lúmenes sorprende positivamente, por lo que incluso puede utilizarse sin necesidad de que la persiana de la habitación esté completamente bajada o las cortinas echadas. Admite el formato HDR10 y es compatible con contenidos en 3D. Las funciones de enfoque automático y corrección trapezoidal, por otra parte, funcionan muy bien, y es posible elegir entre varios modos de imagen (película, oficina, juego, fútbol …). Dentro de los ajustes de luminosidad existe una función que protege la vista.
Esta imagen se complementa con un sonido que corre a cargo de una pareja de altavoces de Harman Kardon de 5 vatios de potencia. Como soporta sonido DTS-Studio, la sensación de inmersión se acrecienta. Eso sí, no conviene subirlo al máximo para disfrutar de un audio potente y ‘con cuerpo’ porque, de lo contrario, distorsiona.
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