El mundo del stop motion es factible en educación, y hay muchas ideas que puedes poner en marcha con una técnica que está de moda con la llegada de los smartphones y la masificación de las nuevas tecnologías.

Stop motion

Hoy ahondaremos en esta técnica, tremendamente visual, muy fácil de crear y también muy versátil. El stop motion nos permitirá adaptar prácticamente cualquier idea para darle algo de animación y movimiento, pero con ese estilo tan atractivo. ¿Por dónde empezamos? Fácil: ¿cómo hacer un vídeo stop motion para educación?

¿Qué quieres contar?

La idea es esencial, claro. Aunque aquí te dimos algunos recursos para empezar a pensar sobre la propuesta temática, has de saber que puedes hacer un stop motion sobre cualquier cosa sobre la que harías una película.

Escribir En Un Cuaderno

Evidentemente, debe existir algún tipo de hilo argumental o algo sustancial que quieras relatar. Puede ser un resumen de un libro a través de stop motion en el que aparezcan los personajes a los que les van ocurriendo cosas, o quizá una historia en la que describas algo aprendido en el último tema de tu asignatura favorita.

Necesitas contar algo. Un vídeo stop motion no es más que una forma de relato, de creación en la que se cuenta algo. Y, por supuesto, deberás tener una idea muy clara de qué quieres contar. ¿Necesitas ideas? Tan sencillo como buscarlas en Internet.

Necesitas imágenes: fotografías, dibujos... ¿y plastilina?

Vayamos con una perspectiva algo más técnica. Un stop motion es, básicamente, una sucesión de imágenes que combinadas entre sí para dar una sensación de movimiento. Necesitarás combinar varias imágenes, pasando de una a otra en cortos intervalos de tiempo.

Aunque a efectos prácticos la idea es la misma que la de una película de vídeo , la diferencia es que en un stop motion hay un mayor margen de tiempo entre una imagen y otra, dando esa sensación tan curiosa y característica.

Aquí es importante hablar de las imágenes, y es que pueden obtenerse de decenas de diferentes medios. Puedes coger una cámara de vídeo, grabar un clip y seleccionar ciertos fotogramas (por ejemplo, uno de cada diez) para crear tu stop motion; o también puedes hacerlos con dibujos o con fotografías. De hecho, algunos smartphones incluyen esta funcionalidad en el software de las cámaras.

YouTube video

Otra opción especialmente interesante para educación, sobre todo para las edades más tempranas, es usar plastilina para ir creando los personajes u objetos necesarios, y modificándolos pertinentemente. ¿Recuerdas Wallace y Gromit? Cada vez que queramos sacar un fotograma, foto y a continuar. Es, posiblemente, una de esas sustancias divertidas y muy versátiles para usar en educación, y desde luego puede aprovecharse en los vídeos. Y quien dice plastilina, dice muñecos que se tengan en casa como por ejemplo de LEGO o Playmobil.

El software... de vídeo Stop Motion

Si ya sacaste la idea y le diste vida con alguno de los formatos (fotografías, dibujos, plastilina...), deberías tener un montón de imágenes que, si las juntas, tendrás un pequeño clip en stop motion. La idea es tan sencilla como enseñar una imagen durante unos pocos segundos, y luego la siguiente, y la siguiente, y la siguiente... hasta terminar todas ellas.

Aquí es donde entran en juego los programas de edición de vídeo y nuestra capacidad como editores. La verdad sea dicha, si tenemos el material crear el stop motion es una de las tareas más sencillas que pueden hacerse.

Según sea el programa de edición que manejes (hay decenas de ellos), sólo tendrás que colocar cada una de las imágenes y asignarles un tiempo de duración en escena. Una vez pase este tiempo, el programa automáticamente pasará a la siguiente imagen (ten en cuenta que estén bien ordenadas, claro). Exportar el vídeo y listo, stop motion creado.

Microfono-Grabacion-Sonido-Pixabay

También tienes otras opciones más sencillas, como usar programas como qStopMotion o Frames que son exclusivamente para esto. Colocas tus imágenes, seleccionas unos pocos parámetros y poco más. Si no quieres complicarte, estas opciones (o alguna otra que hay por ahí) son perfectas.

Además, recuerda que otros recursos, como voces o sonidos, pueden ser muy interesantes para aplicar en un stop motion, ya que añaden una dosis adicional de contenido. Haz que la clase colabore y decida qué decir, y cuándo hacerlo; si añaden estos extras, el resultado será mucho mejor.

Sobre el autor
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Pablo Espeso

Ingeniero Informático, coordinador del Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid (CJP @ UVa) y apasionado por la docencia de las nuevas tecnologías, de la informática y, en particular, de la programación.