Para evitar sufrir un robo de datos al conectarse a una Wi-Fi pública es importante tomar una serie de precauciones; por ejemplo, usar una red VPN o evitar introducir contraseñas.
Los expertos suelen recomendar a los turistas que eviten conectarse a redes Wi-Fi públicas cuando se encuentran de viaje. ¿Por qué? Un ciberdelincuente puede estar detrás, listo para robar los datos de quien se conecte: “Incluso cuando el punto de acceso es legítimo, pueden estar al acecho para espiar toda la actividad en línea del usuario conectado o hasta piratear la red para distribuir malware”, advierte Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España, a través de los canales de la compañía de ciberseguridad.
Sin embargo, en ocasiones es necesario conectarse a pesar del riesgo que supone, bien porque no se dispone de datos móviles suficientes, bien porque en el lugar de destino no se aplica la tarifa telefónica habitual. Si prevé que en algún momento tendrá que recurrir a redes públicas, no olvide estas recomendaciones.
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Las redes privadas virtuales no constituyen un escudo infalible contra los ataques o la entrada de virus en los dispositivos (si el usuario hace clic en un enlace malicioso, el virus entraría igualmente), pero sí sirven para que la información que se comparta desde ellos sea privada, pues cifra la conexión. Hacerse con una de confianza que garantice ese cifrado es la mejor opción si se va a recurrir a las Wi-Fi públicas durante un viaje.
En el entorno de las redes sociales es habitual la recomendación de no compartir la dirección de casa, la ubicación en tiempo real, una foto del DNI o la matrícula del coche. Con las redes Wi-Fi ocurre lo mismo: se debe evitar compartir ese tipo de datos mientras se está conectado a una, además de no hacer un pago online o introducir contraseñas. Tampoco se deben descargar aplicaciones mientras la conexión esté en marcha.
Para evitar que los ciberdelincuentes se aprovechen de un agujero de seguridad a través de una aplicación, todo lo que se tenga instalado en el dispositivo debe estar actualizado con los últimos parches de seguridad disponibles.
Las páginas que se consulten deben poseer una URL que empiece por https y no por http, además de contar con el candado de seguridad.
Estos programas se encuentran disponibles tanto para el ordenador como para el móvil o la tablet. Hacerse con uno confiable permitirá detectar los contratiempos de seguridad que puedan ocasionarse durante y tras la conexión a la Wi-Fi. Además, en la web Have I Been Pwned? se pueden introducir datos como el correo electrónico o el número de teléfono para comprobar si han sido filtrados en la internet.
Aun así, si se sospecha que los datos han sido robados, que el dispositivo tiene instalado un virus o se tiene cualquier duda sobre la seguridad en Internet, el Instituto Nacional de Ciberseguridad ofrece atención telefónica gratuita todos los días del año de 8 de la mañana a 11 de la noche a través del teléfono 017.
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