Juegos para nietos y abuelos: ¡Diversión entre generaciones!
Los abuelos y las abuelas son grandes compañeros de juegos para sus nietos, además de una gran fuente de conocimiento. Proponemos algunas actividades para que se diviertan juntos.

Los abuelos y las abuelas son grandes compañeros de juegos para sus nietos, además de una gran fuente de conocimiento. Proponemos algunas actividades para que se diviertan juntos.
Las vacaciones son un momento ideal para pasar tiempo de calidad en familia; también con los abuelos. Más que simplemente visitarlos o charlar un rato con ellos, existen actividades y juegos que harán que los pequeños desarrollen vínculos estrechos con los mayores y vivan momentos juntos que recordarán toda su vida. Esta entrada reúne algunas propuestas para que no falte la diversión entre generaciones durante este verano.
Los abuelos se caracterizan por ser grandes narradores y fuentes inagotables de historias. Los nietos pueden disfrutar de esta virtud escuchando a los mayores contar cuentos inventados o leyendo libros. Después, será el turno de ellos, quienes deberán escoger su libro favorito y leérselo a sus abuelos. También pueden imaginar uno en el que ambos sean los protagonistas, incentivando así su creatividad.
Pasar una tarde plantando semillas, recogiendo frutas o aprendiendo cómo se cuidan las flores del jardín es una actividad ideal para pasar tiempo juntos y aprender de la naturaleza. Los menores se darán cuenta de que los frutos necesitan su tiempo para crecer y que hay que cuidar las flores todos los días. Si no hay un jardín familiar, otra opción es meter legumbres en un algodón humedecido para que germinen o plantar semillas en una maceta.
Una cartulina o un folio, un par de rotuladores y lápices y fotografías de los miembros de la familia son los materiales necesarios para llevar a cabo esta actividad. El abuelo o abuela será el que guíe al pequeño en la elaboración del árbol y, de esta manera, le cuente o le recuerde quiénes forman parte de su familia (cómo y cuándo se conocieron, cuántos hijos tuvieron, dónde vivieron…). Es otra forma de animar a los pequeños a preguntar cosas del pasado; seguro que los mayores cuentan anécdotas muy divertidas
El parchís, el dominó, la rayuela o la brisca son juegos que quizá no conozcan los niños y niñas de hoy, pero que llenaron las horas de juego de sus abuelos. Por eso, pueden elaborar un listado de los juegos con los que más disfrutaban y explicarles las reglas: los mayores recordarán aquello con lo que tanto disfrutaban en su juventud y los pequeños pasarán un buen rato entretenidos dejando de lado las pantallas.
Hojear un álbum consigue despertar los recuerdos de los abuelos; nadie como ellos conoce la historia familiar que esconden las fotos del pasado. Ver alguno juntos es una actividad simple con la que los menores conocerán mejor de dónde vienen: se animarán a hacer unas cuantas preguntas que los abuelos estarán encantados de responder (incluso pueden contar alguna travesura de papá o mamá cuando eran pequeños). Se trata de una actividad que refuerza el sentido de pertenencia a un grupo y crea un vínculo especial entre ambos.
La cultura popular está repleta de frases hechas, trabalenguas y adivinanzas que divierten a todos por igual. Los abuelos conocen muchas de ellas y pueden transmitirlas a otras generaciones. Una idea es que los nietos escriban los trabalenguas, refranes o adivinanzas que les cuenten en una libreta para que nunca se les olviden.