El contacto de los niños con la naturaleza potencia su desarrollo cognitivo y sus destrezas interpersonales, mejora su salud (ya que puede generar más defensas y resistencia a enfermedades del entorno) y les ayuda en su aprendizaje sobre las plantas, animales, insectos… En este sentido, la creación de un huerto casero en casa puede significar su primer acercamiento al medio natural y una actividad ideal para que conozcan cómo crecen los alimentos que ellos mismos han cultivado y que luego se podrán comer. Siguiendo estos pasos es posible crear un mini huerto casero en familia de forma sencilla.

Reunir los materiales necesarios

Materiales Mini Huerto Casero

Lugares soleados como la terraza, el balcón, la ventana o la cocina son adecuados para situar el minihuerto. Una vez elegida la ubicación, es necesario contar con recipientes como macetas, cajas de madera o de mimbre en los que se introducirá el sustrato (la tierra donde las plantas crecen fuertes y sanas) y las semillas de alimentos de pequeño tamaño como fresas, tomates cherry, pequeños pimientos, judías verdes, ajos, calabacines o hierbas aromáticas. También es esencial contar con una pala y un rastrillo para trabajar el sustrato, unos guantes y un delantal para evitar las manchas y una regadera. 

Plantar las semillas

Plantar Las Semillas Huerto Casero

El recipiente se llena con una capa gruesa de sustrato; también es aconsejable añadir un poco de humus de lombriz y mezclarlo todo, ya que este producto natural aporta un alto contenido en materia orgánica y nutrientes y micronutrientes beneficiosos para la planta. A continuación, con el rastrillo se hacen surcos en los que poner las semillas. Para recordar qué se plantó en cada espacio o maceta, los menores pueden crear unos cartelitos hechos de cartón o madera en los que incluyan el nombre de la fruta u hortaliza y colocarlos en su lugar correspondiente.

Cuidar el minihuerto

Cuidar El Mini Huerto Casero

Comprobar que las macetas reciben el sol necesario, que no han atraído a ningún bichito y regarlas lo suficiente es la base para cuidar el minihuerto. El riego dependerá de las necesidades de cada semilla, de modo que primero habrá que informarse sobre sus necesidades de agua. Para esta tarea, los pequeños pueden utilizar la regadera o cualquier recipiente pequeño como un vaso. Además, cada cierto tiempo se puede añadir algo de abono para que las plantas cojan un extra de energía. 

Disfrutar de la cosecha

Disfrutar De La Cosecha

La paciencia es una virtud clave a la hora de crear un huerto casero. Los niños aprenderán a esperar los frutos de lo plantado con mimo y cuidado. Después, será el momento de la recolección: recoger las frutas o verduras para lavarlas y comerlas. También podrán participar en la elaboración de una cena o comida con los productos de su propio huerto casero.

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Pepa Agüera

De pequeña preguntaba mucho y escribía otro tanto. Conjugué esas dos variables y ahora soy periodista. Me apasiona la cultura en todas sus formas, pero también la actualidad y la política. Compro libros por encima de mis posibilidades.