Un router en buen estado es esencial para disfrutar de una conexión a Internet estable y segura. Pero no es suficiente, y a veces cosas a priori tan poco relevantes como colocarlo en el mueble de la tele pueden influir en su funcionamiento. ¿Cómo sabes si estás haciendo algo que afecta a la conexión? Notarás cortes constantes, señal débil, baja velocidad o, incluso, problemas de seguridad. Explicamos algunos de los errores más comunes que empeoran la transmisión de la señal Wi-Fi y lo que debe hacerse para evitarlos.

Router Con Errores Wi-Fi

Ubicación inadecuada

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Situar el router en un lugar adecuado ayuda a conseguir la mejor transmisión de señal. Por ello, es aconsejable evitar su ubicación cerca de aparatos electrónicos que generan interferencias electromagnéticas como microondas, teléfonos inalámbricos, televisores o reproductores de DVD. Además, hay que tener en cuenta que materiales como el hormigón, el ladrillo o el metal pueden atenuar la señal Wi-Fi reduciendo su alcance y calidad.

También los objetos metálicos (muebles o estanterías) actúan como barrera, mientras que los espejos reflejan la señal en direcciones no deseadas. La mejor solución en este caso es colocar el router en un lugar central de la casa para que la señal llegue a cualquier dispositivo y habitación, y ni muy bajo ni muy alto para facilitar su propagación. 

Falta de mantenimiento

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Como cualquier otro dispositivo electrónico, el router funciona gracias a un programa  que es necesario actualizar para que siempre tenga las últimas prestaciones y garantice el nivel de seguridad. Si no se hace, es posible que no trabaje correctamente y sea más vulnerable, por lo que es adecuado acceder cada cierto tiempo al menú de administración del dispositivo para descargar e instalar la última versión disponible del firmware. Otro error habitual en este apartado es no reiniciarlo periódicamente: hacerlo una vez al mes es importante para solucionar problemas temporales como cortes de Internet, baja velocidad o fallos de conexión con algunos dispositivos.

No establecer una contraseña fuerte

Aunque la contraseña predeterminada de la conexión Wi-Fi esté compuesta por muchos números, letras en mayúscula y minúscula y caracteres especiales, a un hacker no le resultará difícil averiguarla. Los expertos coinciden al recomendar cambiarla al instalarlo y, después, una vez al año; eso sí, evitando emplear secuencias de números consecutivos (1,2,3,4..), datos personales o palabras sueltas del diccionario. Una alternativa para establecer una contraseña compleja y segura es que contenga, al menos, 12 caracteres que combinen letras, números y símbolos especiales. 

Usar una red Wi-Fi abierta

Los routers suelen proteger las conexiones con cifrado WPA2-AES, es decir, siempre que alguien intenta conectarse al Wi-Fi se le solicita una contraseña. Si no se activa esta opción se estaría facilitando a cualquier persona navegar desde esta red sin ningún tipo de control, con los riesgos que eso supone tanto para la seguridad como para un buen funcionamiento de la conexión. 

Exceso de dispositivos conectados

Cuando la señal Wi-Fi es débil y afecta a la navegación o a la reproducción de películas, juegos o series en streaming, conviene revisar cuántos dispositivos están conectados al mismo tiempo. Si son demasiados, bastaría con limitar el número de equipos que hacen uso del router de manera simultánea. Además, si el fallo se detecta cuando se comparte la red con otras personas de fuera, también es posible utilizar una red de invitados para usuarios no autorizados.

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