¿Cómo entretener y satisfacer la curiosidad de los más pequeños durante los meses de verano? Los experimentos caseros son una alternativa muy interesante, con la que tendrán además la oportunidad de aprender sobre ciencia. ¿Y si aprovechamos el calor para que el frío sea el elemento protagonista? Hay que tener en cuenta que estos experimentos se deben realizar siempre bajo la supervisión de algún adulto.

Hacer helados en un minuto

Helados Caseros

Con un puñado de sal gruesa, dos bolsas de plástico y cubitos de hielo es posible hacer un helado en minutos sin necesidad de heladera ni de congelador. Para empezar, deberemos saber a qué queremos que sepa nuestro helado e introduciremos los ingredientes en la bolsa pequeña. A continuación, pondremos los cubitos de hielo y la sal gruesa en la grande y meteremos una en otra. Después de agitar durante algunos segundos… ¡estará listo para tomar! ¿Cómo se consigue? La explicación está en el hielo:  tiene una fina capa de agua líquida en la superficie que reacciona con la sal y se disuelve formando una solución saturada.

Creando nieve

Nieve Casera

¿Imagináis poder disfrutar de la nieve en verano? ¡Crearla de manera artificial es muy fácil! Bastará con conseguir tres tazas de fécula de maíz, tres tazas de harina y un cuarto de taza de aceite vegetal. Después de mezclar los dos primeros ingredientes, solo queda añadir el aceite. Aunque la nieve no estará fría, la sensación al jugar con ella será la misma que si estuviéramos en el Polo Norte.

Cortando hielo

Hielo

Las monedas tienen el poder de cortar el hielo: absorben el calor de los dedos y lo trasladan a la superficie del cubito. Pero, debido al material del que están hechas, no todas lo hacen de la misma forma ni producen la misma reacción. Por ejemplo, las que están fabricadas en cobre realizan esta acción alrededor de 10 veces más rápido que las de acero. De la misma manera, algunas enfriarán los dedos conforme entran en contacto con el agua congelada y otras mantendrán su temperatura ambiente. Explorar estas diferencias puede ayudar a conocer la diferencia de conductividad térmica entre los distintos materiales.

Pescando hielos

Hielo En Vaso

En este experimento los dos grandes protagonistas vuelven a ser el hielo y la sal de mesa (además de un hilo de coser y un vaso o recipiente lleno de agua a temperatura ambiente). Ya hemos explicado anteriormente la reacción que produce la sal en contacto con el agua congelada y aquí vuelve a ponerse de manifiesto: si introduces los cubitos en el vaso y sitúas el hilo encima de él, no se adherirá a su superficie. La cosa cambiará si sobre el hilo hechas un poco de sal, porque se quedará completamente pegado y podrás levantarlo con el mínimo esfuerzo.

Hielo instantáneo

Hielo Instantáneo

Para este sencillo experimento el único requisito es tener cubitos de hielo y botellas de agua. El procedimiento comienza metiendo varias botellas de agua en el congelador, en posición horizontal, y mantenerlas durante 2 horas y media: el agua no debe llegar a congelarse, ya que si se convierte en hielo no sirve para el experimento. Pasado este tiempo, hay que sacar una de las botellas y verter el agua semicongelada lentamente sobre unos cubitos de hielo. En ese momento se podrá observar cómo el agua se va transformando en hielo conforme cae. Si no es así, lo recomendable es esperar alrededor de 20 minutos y sacar la otra botella de agua para probar de nuevo. Si sigue sin tener resultado, hay que esperar otros 20 minutos y probar con otra botella. Así hasta que se pueda ver cómo el agua va formando hielo encima de los cubitos, construyendo algo así como una montaña de hielo. Esto se produce debido a un proceso físico llamado 'superfusión', que consiste en enfriar un líquido por debajo de su punto de congelación sin que llegue a adquirir un estado sólido. En el caso del agua de estas botellas, al no dejarlas en el congelador un tiempo demasiado prolongado, alcanzan temperaturas de entre -1 y -4 grados mientras que su punto de congelación es de 0 grados.

Inflar globo con frío

Inflar Globo Con Frío

Los materiales necesarios para llevar a cabo este experimento son dos: una botella de cristal congelada y un globo desinflado. Lo primero es introducir la botella de cristal en el congelador el día anterior al que se va a realizar el experimento para asegurarse de que está lo suficientemente fría. Luego, se coloca sobre  una superficie lisa, se sitúa el globo alrededor de la boca y se rodea la botella con las manos. A los pocos segundos se podrá observar cómo el globo comienza a hincharse por sí solo. Esto se debe a que, al colocar las manos en la botella, el aire de su interior empieza a calentarse, haciendo que la presión aumente y el aire se expanda, inflando el globo poco a poco.

Bolsa de frío casera

Experimentos Caseros Con El Frío Casero

Únicamente con una bolsa hermética, detergente líquido y alcohol de 96º se puede crear una bolsa de frío casera, que además podrá aprovecharse luego para múltiples utilidades como lesiones o golpes en los que sea necesario aplicar frío o incluso con el simple objetivo de refrescar alguna zona.

Lo primero que debe hacerse es llenarse, parcialmente, la bolsa de congelado de detergente líquido. El siguiente paso es aplicar aproximadamente 250 mililitros de alcohol y agitar para mezclar bien. Es entonces cuando hay que liberar el aire de la bolsa. Por último se introduce en el congelador, y al día siguiente el líquido se ha convertido en una especie de gel frío que se amolda perfectamente a cualquier zona o superficie.

La bolsa de frío mantiene su textura de gel siempre, y esto se debe a que el alcohol tiene una temperatura de congelación muy baja (-110º aproximadamente), por lo que no importa que la bolsa pase mucho tiempo en el congelador ya que siempre mantendrá su textura de gel.

Bolas de fuego ‘frío’

Bolas De Fuego Experimentos Caseros Con El Frío

Los materiales que se requieren para realizar este experimento son una superficie de tela o algodón, hilo, líquido de mechero y alcohol de 96º. Para empezar el experimento, hay que hacer una bola bien comprimida con el material que se haya seleccionado, ya sea tela o algodón, y rodearla con el hilo lo más fuerte posible. Una vez se haya obtenido una bola compacta, se le aplica líquido de mechero y se sumerge totalmente en un recipiente lleno de alcohol. Entonces, la bola está preparada para ser prendida, con la peculiar característica de que puede sostenerse en las manos (teniendo cuidado y no dejándola en una posición estática) sin que llegue a quemar tal y como lo haría una bola ardiendo convencional. Esto se debe al efecto que ejerce el alcohol, que al mantener la bola empapada hace que el calor que desprende no sea tan intenso y, por lo tanto, no queme desde el principio.

Presión del aire con el cambio de temperatura

Presión Del Aire Experimentos Caseros Con El Frío

Con dos botellas de plástico vacías (con su correspondiente tapón) y un congelador, es posible observar cómo afecta la presión del aire a la forma de estas botellas. Para ello, con dos botellas exactamente iguales, se introduce una en el congelador durante cinco minutos (con el tapón puesto) y la otra se mantiene fuera. Al sacar la que ha sido refrigerada, se puede observar que sus formas se han doblado y comprimido, teniendo un aspecto algo más pequeño en comparación con la botella que se ha quedado fuera.

Este efecto se basa en los movimientos de las moléculas: en la botella que se ha quedado fuera, las moléculas de dentro y las del ambiente están a la misma temperatura y, por lo tanto, ejercen la misma fuerza sobre el plástico. Pero en el caso de la botella del congelador, las moléculas de su interior están a una temperatura inferior que las del ambiente, por lo que ejercen una fuerza menor al chocar contra el plástico y éste acaba cediendo, viendo sus formas moldeadas.

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