“Mi primera experiencia con el mundo de la programación fue en décimo grado, cuando fui por primera vez a una clase de informática. Recuerdo trabajar en un ejercicio en el que tuvimos que hacer rebotar una bola en los bordes de la pantalla. Cuando lo conseguí, me quedé mirando la pelota emocionada”, recuerda Randi Williams, estudiante de doctorado en el del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

“En ese momento me di cuenta de que había muchas cosas que podía hacer para mejorar el proyecto: hacer rebotar la pelota en direcciones inesperadas, cambiar los colores o incluso que el objeto se multiplicara. Ese es justo el poder de aprender a programar: usar la tecnología para resolver problemas”, explica.

Diez años después de aquello, Williams ha creado PopBot. Un robot social y programable que ayuda a los niños a comprender la Inteligencia Artificial (IA). La investigadora considera que a día de hoy las plataformas que les enseñan programación no son suficientes y es necesario ir un paso más allá. “Los niños ya no sólo están creciendo con computadoras y videojuegos, están creciendo en la era de la Inteligencia Artificial”.

La tecnología que enseña Inteligencia Artificial

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Lo que hace único a PopBot es que ha sido diseñado con el propósito de que la educación en robótica sea creativa, práctica y de bajo coste. Las herramientas que se utilizan son un teléfono móvil, bloques de LEGO, placas Arduino, y una tableta u ordenador para poder programarlo. Alrededor de este sistema, se desarrollan actividades de IA que permiten a los niños implementar sus propios algoritmos a través del juego, lo que le convierte en un recurso muy atractivo para los más pequeños.

Lego Popbot

Uno de los ejercicios que se les propuso durante el proyecto piloto tenía que ver con el aprendizaje automático (machine learning), una de las ramas de la IA. Se les lanzó la pregunta: “¿Cómo enseñarías a un robot a comer alimentos saludables?”. Su respuesta fue elaborar una lista e indicar para cada uno de los productos si eran sanos o no. Pero se dieron cuenta de que esto les supondría mucho trabajo.

Descubrieron que proporcionándole algunos ejemplos, el robot podría usarlos para crear sus propias conjeturas. Así que los niños participantes empezaron a buscar patrones: las frutas y hortalizas son saludables, y los alimentos con mucho azúcar no. A través de la interfaz se lo indicaron al robot. El paso siguiente fue pedirle que adivinara cómo clasificaría otros alimentos que todavía no tenía etiquetados. Comprobaron cómo era capaz de descubrirlo teniendo como referencia los ejemplos que le habían dado al principio.

En esta actividad también abordaron qué pasaría si las instrucciones iniciales hubieran sido erróneas: el robot se equivocaría en sus conclusiones. Esto les ayudó a comprender que la IA es una tecnología que depende de lo que las personas le enseñan. Si lo hacen mal, entonces el robot cometerá errores.

IA para comprender el futuro

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PopBot es un proyecto que forma parte del programa Personal Robots Group, del MIT Media Lab, el laboratorio de investigación del Massachusetts Institute of Technology. El objetivo de este programa es desarrollar robots que se integren de manera normalizada en la vida de las personas con el fin de hacerla mejor.

Programación Popbot

En el caso de PopBot, Williams trata de ayudar a los niños a desarrollar las capacidades necesarias para construir sus propios robots sociales inteligentes. En el transcurso de su investigación, llevada a cabo con 80 niños en edad preescolar, descubrió que los participantes eran capaces de entender gran parte del contenido relacionado con la IA, aunque se percibieron diferencias según la edad.

Los más pequeños veían a los robots como juguetes más inteligentes que ellos y obtuvieron peores puntuaciones en las evaluaciones de IA. Mientras que los mayores vieron a los robots como personas menos inteligentes que ellos y obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones.

Una de los conclusiones de su estudio es que la educación temprana en tecnologías de inteligencia artificial puede capacitar a los niños para que comprendan los dispositivos que cada vez están más presentes en sus vidas. Pero, además, este análisis también será un referencia para conocer cuál es su actitud ante el desarrollo de estas innovaciones.

Sobre el autor
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Noelia Hernández

Periodista contadora de historias y escribiendo sobre tecnología desde hace casi dos décadas. Totalmente de acuerdo con Hesíodo, poeta de la Antigua Grecia: "La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que se es capaz de ser"