Gracias al sistema de proyección Epson Interactive Teaching System, el alumnado de segundo ciclo de Infantil del Colegio Pare Manyanet Les Corts (Barcelona) ha descubierto la vida y el legado artístico del conocido pintor. Nos lo cuenta Almudena Meroño, maestra y coordinadora de este ciclo en el centro.
El uso de la tecnología inmersiva es uno de los retos más innovadores y exigentes para una comunidad educativa. Y es que su incorporación a los centros de enseñanza no puede limitarse a una compra o adquisición de tecnología; la formación continúa de los docentes y el equipo directivo es importante también. En nuestro centro la hemos implantado a través del proyecto ‘La mirada de un genio’: enfocado en la figura y obra de Pablo Picasso, nos ha ayudado a generar el tan anhelado aprendizaje significativo. En este sentido, diseñar una experiencia ‘más viva’ nos ha ofrecido múltiples oportunidades para acompañar a nuestros estudiantes y ayudarles a que creen su propio aprendizaje a partir de las pautas, actividades y situaciones de aprendizaje diseñadas por el profesorado.
Además, siguiendo el proyecto educativo del centro, la experiencia ha sido fiel a la teoría de Howard Gardner sobre las Inteligencias Múltiples, que favorece la comprensión de los contenidos al permitir que las actividades se transformen en un amplio abanico de vías de aprendizaje motivadoras y estimulantes para el alumnado. También al uso de metodologías interactivas como el aprendizaje cooperativo basado en un estudio realizado por Roger y David Johnson de la Universidad de Minnesota.
Para esta experiencia inmersiva, que se desarrolló a través de una sesión de una hora de duración, recurrimos al Epson Interactive Teaching System, un sistema de proyección semi-inmersivo e interactivo que facilita el trabajo por proyectos y dinamiza la clase. Compuesto por tres pantallas, es posible proyectar contenidos distintos en cada una de ellas, favoreciendo un aprendizaje más inclusivo, cooperativo y colaborativo.
Como el contenido se trabajó con anterioridad para igualar los saberes y aprovechar al máximo el tiempo disponible, las maestras nos centramos en los siguientes hilos conductores: ¿podemos conocer los sentimientos de Pablo Picasso viendo sus obras?, ¿cómo se crea un movimiento artístico?, ¿cómo afecta la vida de un artista a sus obras? Estas ideas nos ayudaron a captar la atención de los estudiantes para que comprendieran que los colores pueden transmitir diferentes sentimientos, y hacerles saber que las obras de Picasso tuvieron una gran incidencia en las etapas de su vida y que el artista tenía un estilo muy propio.
Al llegar al aula inmersiva, los alumnos se encontraron con una sala especialmente diseñada para esta situación de aprendizaje: luces apagadas, una pantalla inmersiva con el tópico generativo del proyecto cooperativo, una música ambiente y tres espacios diferenciados: el suelo delante de la pantalla para trabajar en equipo mientras experimentaban la sensación de inmersión; mesas de luz para crear un autorretrato siguiendo el estilo Picasso; y otras mesas con tablets y auriculares individuales para escuchar el poema ‘Los ojos de Picasso’ de Rafael Alberti recitado por el propio poeta.
A partir de la rutina de pensamiento ‘veo, pienso, creo’, los estudiantes escucharon una música que les transportó al pasado mientras visionaban el taller del maestro Leonardo Da Vinci con algunas de sus obras más ilustres. Rápidamente, alzaron las manos para expresar qué veían, pensaban y creían que iban a trabajar en esa sesión. Felicitando al grupo por su acierto, en la siguiente actividad varios de ellos ‘conectaron’ diferentes pistas musicales (y emociones) con una selección de cuadros picassianos usando la tecnología táctil. Al clicar el botón ‘corrige’ el rojo les indicaba los errores cometidos y otorgaba una segunda oportunidad para volver a escuchar las estrofas musicales y acertar con la respuesta correcta gracias a la cooperación de la clase.
Seguidamente, y manteniendo la música ambiente, se visualizaron unos vídeos sobre Picasso, las etapas de su vida y algunas de sus obras. El alumnado vio cómo aparecían los primeros trazos en un lienzo y cómo iban avanzando creando primero unas flores que luego parecía un sol, más tarde un gallo y, por último, un pez, respondieron. Pero súbitamente, una alumna manifestó a mano alzada: ¡es un Picasso! A partir de este punto, introdujimos los trazos más significativos del estilo picassiano para dibujar ojos, orejas y bocas. ¡La atención del alumnado fue total!
Luego, la clase se dividió en dos equipos. Unos empezaron por los autorretratos y otros por el poema para después intercambiarse. De esta forma, todos los estudiantes vivieron la experiencia ‘Manyanet’ de manera más inmersiva para conocer a Picasso y acabar la sesión con un autorretrato picassiano hecho por ellos mismos.
Trabajando de esta forma hemos conseguido una comprensión profunda, significativa y vivencial de los contenidos que no sólo se aprenden de manera conceptual. Quedan inmersos en un contexto que favorece la comprensión y facilita la transferencia del aprendizaje de este proyecto a otros posteriores relacionándolo con la vida cotidiana.
Este proyecto me ha parecido impresionante, fusionar tecnología con arte, intentar comprender la obra de Picasso, poder interactuar inmerso en un ambiente idóneo es un gran trabajo, Me gustaría tener la oportunidad de poder colaborar y aprender de un proyecto así.