Hacía casi 70 años que no se modificaba el régimen interno de las Universidades. El documento que estaba vigente hasta el momento era un reglamento muy antiguo, que necesitaba evolucionar, adaptarse a las necesidades de la sociedad actual y clarificar qué comportamientos deben ser castigables en el ámbito universitario. Por ello, ha sido aprobado por el Consejo de Ministros el proyecto de Ley de Convivencia Universitaria. 

La propuesta se encuentra todavía en una fase temprana, ya que aún debe someterse a debate parlamentario en el Congreso de los Diputados. Si se confirma su aprobación definitiva, podría entrar en vigor a principios del año que viene.  Mostramos a continuación los cinco aspectos clave de esta nueva normativa: 

  • Renovación después de 60 años. Este nuevo proyecto de ley pone fin a un periodo de 67 años bajo el mismo reglamento universitario, un mandato aprobado en 1954 por el dictador Francisco Franco. Su objetivo, según el Ministerio de Universidades, es actualizar la ley para que se adecúe a la realidad educativa y al marco constitucional actual.
  • Diferentes grados de sanción. Recoge distintos niveles de penalización, que serán aplicados en función de la gravedad de la infracción cometida dentro del ámbito universitario: leves, graves y muy graves. Un ejemplo de falta muy grave podría ser la falsificación de cualquier trabajo académico o un caso de acoso sexual. Las faltas muy graves prescribirán a partir de los tres años, las graves a los dos años y las leves, a los seis meses.
  • Plagiar trabajos o falsificar documentos será castigado duramente. El fraude académico es uno de los puntos en los que se ha hecho especial hincapié. De esta manera, “alterar, sustraer, falsificar o destruir documentos académicos o utilizarlos de mala manera” será motivo de falta muy grave, pudiendo ser sancionada con hasta tres años de expulsión o inhabilitación.
  • Las novatadas y el acoso sexual, en el punto de mira. Con el nuevo decreto, menoscabar la dignidad de las personas, mantener una conducta vejatoria o maltratar físicamente a otro compañero será sancionado como falta muy grave. Esto incluye, evidentemente, los casos de acoso sexual, una realidad que según datos y estudios del Ministerio de Igualdad se ha visto multiplicada en los últimos años y que demandaba sanciones más severas. 
  • Garantizar la convivencia sana como objetivo principal. El carácter de la Ley de Convivencia Universitaria es, principalmente, mediador: su objetivo es servir de herramienta para garantizar un ambiente más sano y acogedor dentro de la institución. Reducir el fraude, las malas artes, el engaño y las situaciones en las que los alumnos puedan sentirse violentados por sus compañeros o profesores son algunos de los puntos a tener en cuenta para garantizar la convivencia dentro de la comunidad universitaria.
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