Abraza el frío: novelas en las que el invierno es otro personaje más
Estas novelas se desarrollan en paisajes helados, con climas propios de esta estación y reflejan las emociones propias de los días invernales.

Estas novelas se desarrollan en paisajes helados, con climas propios de esta estación y reflejan las emociones propias de los días invernales.
El invierno da paso a la estación del frío, los días con poca luz y, más que nunca, apetecen los planes caseros. Y la lectura es, por excelencia, uno de los mejores placeres para disfrutar de un rato de relajación en el calor del hogar. Para los que deseen sumergirse todavía más en los característicos ambientes invernales hemos reunido una serie de novelas y ensayos en las que el invierno es protagonista de una u otra manera: por los paisajes helados, por las emociones que despiertan los días invernales o por las historias que ocurren mientras llueve o nieva en el exterior.
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La obra más conocida del escritor estadounidense Jack London transcurre durante la Fiebre del Oro (a finales del siglo XIX) en el Yukón, un territorio canadiense silvestre, montañoso y apenas poblado. La historia cuenta cómo un lobo salvaje es domesticado por Weedon Scott, un joven buscador de oro, después de haber sido utilizado por distintos hombres para peleas con otros animales. Adaptada a la gran pantalla en varias ocasiones, la mayor parte de la novela refleja el punto de vista del animal y en cómo la acción del hombre en ese entorno invernal también es esencial para entender el choque que existía (y sigue existiendo) entre la civilización y la naturaleza.
Enmarcada en el invierno inglés durante la Segunda Guerra Mundial, la protagonista de esta historia es Katherine, una joven refugiada que trabaja como bibliotecaria en una ciudad inglesa. Hastiada de su trabajo y de la vida en general, lo único que le hace mantener la esperanza es la posibilidad de un reencuentro con el que fue su primer amor. Así, en las horas previas a su cita, Katherine revivirá las idílicas vacaciones que supusieron para ella la pérdida de la inocencia y el paso a la edad adulta. Ahora Robin, el protagonista de aquel crucial verano, podría poner fin a su monótona vida. Esta es una de las últimas obras del novelista y poeta británico Philip Larkin que quedaba por publicar en castellano.
Una historia romántica de segundas oportunidades y destinos que se cruzan. Heather cree que solo sabe hacer tres cosas: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y nunca antes había conocido a nadie que despertase tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante pero algo pasará para que la ‘nieve’ que hay tanto a su alrededor como entre los dos jóvenes empiece a derretirse.
Una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un hombre norteamericano son los protagonistas de esta obra publicada por Isabel Allende en 2017. Los tres sobreviven a un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York y acaban aprendiendo que (más allá del invierno) hay sitio tanto para el amor inesperado como para el verano invencible que ofrece la vida cuando menos se espera. Un retrato de la realidad que esconde la emigración y la identidad de la América actual a través de tres personajes que, a simple vista, parece que no tienen nada que ver.
El Premio Nobel de Literatura en el año 2006, Orhan Pamuk, cuenta la historia de Ka, un periodista turco que, tras llegar de Alemania, se desplaza hasta una remota ciudad en el nordeste de Turquía. Después del asesinato del alcalde, el lugar se ha convertido en un polvorín en el que las inminentes elecciones municipales, el temor al terrorismo kurdo y una oleada de suicidios mantienen a la población en vilo. Cuando la nieve impide las comunicaciones con el exterior, el peligro se acrecienta peligrosamente aunque el periodista tratará de contar toda la verdad de igual manera.
En el valle del Yaak, en Montana, viven apenas treinta personas y un número indeterminado de osos, lobos, coyotes, pumas, alces… Allí la mayoría de las casas carecen de electricidad o teléfono. Para sus habitantes, sin embargo, eso no parece ser un problema. Son leñadores, tramperos, guías de caza, domadores de caballos, tejedores de atrapasueños… Rick Bass y su mujer se ven atraídos por esta realidad, tan diferente a la que viven en su Texas natal. Y, por ello, deciden alquilar una casa, conocer a los habitantes de este valle y prepararse para un invierno muy diferente al que están acostumbrados: a treinta grados bajo cero y sin más tecnología que una lámpara de aceite, una motosierra y una chimenea. Él comienza a escribir, a relatar su encuentro con el invierno: un paisaje blanco, ingobernable y feroz que ‘reclama’ vidas para seguir avanzando.
Ambientada entre Lisboa, Madrid y San Sebastián, en ella el pianista Santiago Biralbo se enamora de Lucrecia y ambos son perseguidos por el marido de ésta, Bruce Malcolm, un gángster de poca monta dedicado al tráfico de obras de arte. Un homenaje al cine ‘negro’ americano, al jazz y a la intriga que en muchas ocasiones envuelve las historias de amor prohibidas. La obra fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1988 y el Premio de la Crítica, además de haber sido llevada al cine con la participación del trompetista Dizzy Gillespie en el año 1991.
A finales del siglo XIX un joven poeta japonés aprende todo acerca del arte del haiku. Para perfeccionarlo decide viajar al encuentro de un anciano pintor que se ha quedado ciego. Entre ellos se establece una relación basada en el respeto y en los silencios, en la que la imagen de una mujer desaparecida en la nieve unirá a los dos hombres sin quererlo. Una fábula sobre la vida, la poesía y la muerte en la que el escritor francés construye una historia en la que la belleza y el amor tiene el mismo resplandor que ese poema breve de 17 sílabas propio de la literatura japonesa.