La noticia saltaba a mediados de marzo: a partir del próximo curso, la Comunidad de Madrid limitará el uso de dispositivos electrónicos en las aulas de Infantil y Primaria de la región. De hecho, estará totalmente prohibido hasta los 3 años y, a partir de ahí, podrá realizarse un uso compartido entre dos o más alumnos, siempre con una finalidad pedagógica y bajo la supervisión de los docentes que, en ningún caso, podrán enviar tareas para casa que impliquen su uso. La medida tiene como objetivo, según la propia comunidad, “proteger a los menores de los riesgos derivados del uso temprano, intensivo o inadecuado de las tecnologías de la información”.

Experiencias que demuestran el poder de la transformación digital 

Pero muchos expertos se han ‘echado las manos a la cabeza’ ante esta medida ya que, afirman, las consecuencias negativas del uso de dispositivos entre los menores de edad —problemas de atención, de sueño, mala gestión emocional— se dan principalmente por el uso que realizan sin supervisión en su tiempo de ocio. Y en el aula, bajo la guía de docentes formados y con un proyecto pedagógico claro, los dispositivos tienen gran potencial para fomentar el pensamiento crítico y ayudar a desarrollar competencias clave para la ciudadanía digital. Así lo demuestran experiencias como la de LEO Academy Trust; una institución educativa situada en Inglaterra que se embarcó en una potente transformación digital en 2019: invirtieron tiempo, dinero y recursos humanos para rediseñar su proyecto pedagógico en función de las herramientas y tecnología a las que podían acceder. Así, todo el personal educativo y los estudiantes desde segundo ciclo de Primaria (7-11 años) tienen su propio Chromebook, y el resto de alumnado (son un total de 4.500 de entre 4 y 11 años) tiene a su disposición dispositivos cada vez que lo necesitan. 

Además, emplean la plataforma Google Workspace for Education Plus, que incluye todas las herramientas necesarias para mejorar el aprendizaje, la comunicación y la colaboración en las aulas de distintos niveles. Gracias a este equipamiento, las lecciones se adaptan a las necesidades de cada estudiante, incluso en el caso de los que tienen necesidades especiales: el docente explica, el alumnado realiza sus ejercicios y puede seguir avanzando en el contenido si va más rápido que sus compañeros. 

Un estudio que evidencia las consecuencias positivas 

Desde que LEO Academy Trust comenzó su proceso de transformación, la consultora e investigadora independiente Dra. Fiona Aubrey-Smith con el apoyo de 16 investigadores especializados en educación ha analizado su evolución, y el resultado ha sido el estudio ‘PedTech impact report’, del que acaba de publicar una actualización: ‘Changing learning, changing lives: the next chapter’. Entre sus principales conclusiones, destaca que el rendimiento del alumnado sigue superando los promedios nacionales, y esa diferencia aumenta  cada año. Y esto es especialmente notorio en el alumnado con necesidades específicas de aprendizaje: su progreso en la escritura es casi 6 veces superior a la media nacional, con lectura y matemáticas con similares resultados. Si tomamos como referencia los resultados de la combinación de estas tres competencias, superan la media nacional en más de un 6%.  

accesibilidad en Google

Además, el número de niños inscritos en el registro de necesidades especiales que necesitan apoyo educativo adicional se reduce año a año, pese a que más estudiantes con estas características se han matriculado en sus escuelas; y es algo todavía más notorio teniendo en cuenta que la tendencia nacional es la contraria, y en 2024 ya se constató un aumento tanto en el número como en las necesidades de los estudiantes en aspectos como el desarrollo lingüístico, autismo, dificultades sociales y emocionales o salud mental. 

Los análisis revelan varias causas para estos resultados tan positivos. Una de ellas es una estrategia educativa que establece una clara distinción entre el apoyo que puede prestarse en el aula como parte de una enseñanza y un aprendizaje de alta calidad, y el apoyo que requiere intervenciones específicas que sacan al niño de su entorno. Otra, que cada estudiante —independientemente de sus necesidades y capacidades— tiene a su disposición un Chromebook que utiliza como si fuera propio desde edades tempranas y sin restricciones como una herramienta básica para mejorar su aprendizaje. En ellos, además, emplean herramientas cuidadosamente elegidas para complementar el proceso de aprendizaje y que garantizan que el uso que hacen de su ordenador sea pertinente, útil y coherente.Los docentes les explican dónde están esas utilidades, cómo podrían ayudarles en cada clase e, incluso, cómo enfrentarse a posibles problemas informáticos. 

Las herramientas de Google que garantizan la accesibilidad 

La visión de Google con respecto a la accesibilidad es clara: buscan equipar a cada alumno con herramientas para expresarse y aprender de la forma que mejor les venga. Así, es posible personalizar la pantalla y la navegación y activar asistencia visual e, incluso, extraer el texto de las imágenes para ayudar a los estudiantes con problemas de visión; también se pueden dictar los textos, personalizar el teclado o usar accesorios como touchpad en el caso de estudiantes con dificultades para escribir o problemas de movilidad. 

Para los alumnos con dificultades de aprendizaje y alteraciones cognitivas, además, Google propone configurar un modo de lectura que mejora la comprensión, configurar un modo de alto contraste para invertir los colores de la pantalla, adaptar las fuentes, organizar la información con notas con códigos de color o utilizar la función Screencast. Si tienen problemas de audición, contempla la posibilidad de configurar el audio en mono, vincular el equipo con periféricos por Bluetooth o la transcripción automática de las conversaciones . Y para ayudar a los alumnos a leer y entender textos, pueden acceder al modo de lectura y personalizar contraste, color y fuente para facilitar la concentración, seleccionar que se lean en voz alta o acceder a transcripciones. 

(Contenido elaborado en colaboración con Google for Education)