Cerca de dos millones de escolares utilizan a diario el servicio de comedor en España, lo que significa que comen en este espacio alrededor de 170 días al año. Pero la mayoría de los menús que consumen allí ni siquiera llega al ‘aprobado’. ¿La razón principal? Entre su oferta es posible encontrar demasiadas frituras y pocas verduras, tal y como recoge el último informe anual del ‘Plan nacional de control oficial de la cadena alimentaria’. Este documento, basado en inspecciones a más de 5.000 colegios realizadas en 14 comunidades autónomas en el año 2023, analiza las prácticas que llevan a cabo las escuelas en sus comedores y las compara con las recomendaciones de la Comisión Institucional de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan), dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, y cuya labor consiste en garantizar la seguridad alimentaria y promover la salud de los ciudadanos. 

Concluye, además, que el 16% no cumple con la recomendación actual de ofrecer cuatro o cinco raciones de fruta por semana y un 7% no sirve pescado, cuando lo ideal sería que los estudiantes lo comen entre una y tres veces a la semana. Por otro lado, el 37% proporciona dos o menos raciones de verdura fresca, siendo lo recomendado por los expertos que consumieran entre tres o cuatro raciones semanales. Y en cuanto a las legumbres, en un 14% no se sirve ni siquiera ración semanal, a pesar de que se trata de un alimento esencial en una dieta saludable

Otro dato que ha hecho saltar las alarmas de los expertos es que en más del 70% de los comedores escolares no se fríen los alimentos con aceites recomendados (como el aceite de oliva virgen extra, AOVE), sino que apuesta por refinados como el de girasol, lo que resulta muy perjudicial para la salud de los menores. 

El Real Decreto sobre Comedores Escolares y Sostenibles, clave para mejorar estos espacios 

Para tratar de hacer frente a esta situación, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ya está elaborando un Real Decreto sobre Comedores Saludables y Sostenibles con el objetivo de promover una alimentación más sana en los centros educativos. Esta iniciativa busca combatir la obesidad infantil y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una dieta equilibrada y de calidad, independientemente de su situación socioeconómica.​ “Es clave conseguir una alimentación sana, nutritiva y variada en los comedores escolares, con independencia del nivel de renta de sus familias y su código postal", indicaba el ministro Pablo Bustinduy durante el anuncio del nuevo decreto. Para su gabinete, se trata de una "herramienta fundamental para reducir la desigualdad y garantizar el derecho de todos a una alimentación de calidad, así como para que adquieran hábitos nutricionales saludables a largo plazo”. 

real decreto sobre comedores escolares

Entre las principales medidas que contempla este Real Decreto, que llegará a centros públicos, concertados y privados que imparten Educación Infantil (2º ciclo), Primaria, Educación Especial, Secundaria, Bachillerato o ciclos de formación profesional, se encuentran la obligatoriedad de ofrecer frutas y hortalizas frescas en los menús escolares cada día, asegurando que al menos el 45% sean de temporada; la prohibición del consumo de bebidas azucaradas durante las comidas, promoviendo el agua como la principal opción de hidratación; así como la restricción de alimentos ultraprocesados e hipercalóricos en los menús, potenciando la inclusión de carnes y pescados de calidad y un aumento en la cantidad de legumbres y cereales integrales. 

Esta normativa fomentará los productos ecológicos y de proximidad, de tal manera que al menos el 5% del gasto mensual destinado a la compra de alimentos deberá invertirse en productos de producción ecológica y que provengan de distribuidores locales. Además, entre los requisitos, se establece que el valor energético por porción no debe superar las 200 kilocalorías, de las cuales un máximo del 35% puede proceder de grasas (7,8 g), un 10% de grasas saturadas (2,2 g), otro 10% de azúcares añadidos (5 g), y el contenido máximo de sal debe ser de 0,5 gramos (0,2 g de sodio). En cuanto a comidas como pizzas, empanadillas o frituras que sean precocinadas, se podrán servir una vez al mes como máximo.