La lectura es un hábito beneficioso por los numerosos efectos positivos que aporta y, aunque leer está más que recomendado, también hay que saber que, si no se realiza correctamente, puede afectar a la salud ocular, provocando algunos problemas como sequedad ocular, fatiga visual o, incluso, un aumento de la miopía.

Los expertos del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) advierten sobre la importancia de leer de forma adecuada y evitar así problemas oculares. Según indica el doctor Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso de la Unidad de Córnea y Cristalino del IOFV, “es fundamental visitar periódicamente a un médico oftalmólogo desde la infancia para que evalúe el rendimiento y estado de salud de la vista, sobre todo si a la hora de estudiar o disfrutar de la lectura se observan síntomas como pesadez, fatiga, visión borrosa y sequedad para poder poner una solución y que no deriven en patologías más importantes a largo plazo”.

Consejos Para Leer Sin Dañar La Vista

Consejos prácticos para una lectura saludable 

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IOFV ha elaborado una lista con seis consejos para disfrutar de los libros (ya sean en papel o en versión digital) y prevenir este tipo de complicaciones y que no dañen la salud visual.

  1. Dispone de  buena iluminación. Leer en un ambiente bien iluminado va a evitar forzar la vista y un enfoque excesivo. Por ello, es fundamental Iluminar bien la superficie en el caso de que se lea un libro en papel y evitar la luz directa y las sombras. Y si es con luz natural, mejor.
  1. Reconfigurar la pantalla de los dispositivos electrónicos. Adaptar la pantalla para que haya un equilibrio entre la luz que emite y la iluminación ambiental. Aun así se recomienda leer en una pantalla con tonos cálidos.
  1. Descansar y mirar a lo lejos. Para evitar la fatiga ocular y reducir las posibilidades de que aumente o aparezca la miopía, es necesario descansar la vista con la regla ‘20-20-20’: veinte segundos de descanso mirando a seis metros o por cada veinte minutos de lectura. Hay que combinar el trabajo intenso mirando de cerca con otras actividades que requieran observar a lo lejos.
  1. Mantener la distancia. La distancia óptima de lectura es de 50 a 60 centímetros, ya sea en papel o digital. “Se ha comprobado cómo sobre todo los niños suelen acercar los dispositivos electrónicos a los ojos, lo cual es dañino para la vista y se está convirtiendo en una costumbre que se debe corregir”, afirma el especialista. 
  1. La importancia de parpadear. Algunos libros cautivan al lector y le hacen pasar muchas horas concentrados sin poder parar hasta caer rendidos. Justamente esa atención e interés mantiene los ojos tan abiertos que nos olvidamos de parpadear. Por ello, para evitar la sequedad ocular hay que hidratar los ojos a menudo de forma natural, parpadeando, o aplicando lágrimas artificiales.
  2. La temperatura y la humedad condicionan un buen hábito de lectura. Es importante elegir un lugar cómodo para relajarse leyendo un libro, pero hay que tener en cuenta que hay varios factores, como la humedad y la temperatura, que influyen también en la salud de los ojos.
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