“¿Por qué conocemos a Séneca, pero no a Helvia, su madre y filósofa? ¿Por qué María de Zayas nunca figura entre los grandes escritores del Siglo de Oro? ¿Por qué damos por hecho que las pinturas de Altamira las realizaron hombres”. Estas y muchas otras preguntas trata de responder Sandra Ferrer Velasco en ‘La revolución de las invisibles’, su último libro (Principal de los Libros). La periodista, especializada en Historia del Feminismo, realiza un recorrido por la Historia de España poniendo el foco en aquellas mujeres ‘invisibles’ que contribuyeron a crear la sociedad y el país que tenemos hoy en día. Hemos hablado con ella sobre la importancia de aprender y enseñar historia desde una perspectiva feminista.  

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Pregunta: ¿Las mujeres son las grandes olvidadas de la historia?

Respuesta: Por supuesto. La historia la han contado los hombres porque ellos han sido los protagonistas de los grandes acontecimientos y quienes han escrito los libros. Salvo honrosas excepciones, la gran mayoría de mujeres fueron empujadas desde tiempos remotos a una vida doméstica, anónima, alejada de las decisiones de poder, de los centros de conocimiento, de los lugares artísticos. 

“A pesar de no haber tenido papeles protagonistas, su labor en la sombra fue determinante para muchos momentos históricos. Y es este papel el que va saliendo a la luz”

Sandra Ferrer Valero

Poco a poco, la historiografía está cambiando el foco y desde hace décadas, las mujeres empiezan a sobresalir en los libros de historia, ya sea como casos excepcionales, o como parte esencial de esta. A pesar de no haber tenido papeles protagonistas, su labor en la sombra fue determinante para muchos momentos históricos. Y es este papel el que va saliendo a la luz.

P: ¿Hay algún campo de conocimiento (historia, filosofía, arte, ciencia…) en el que las mujeres hayan estado más representadas que en otros?

R: En ciertos momentos y lugares, las mujeres han destacado en algunas disciplinas. Situaciones coyunturales, como la Escuela de Bolonia, las salonnières en Francia, las mujeres en la Revolución Francesa. Hasta los grandes movimientos del siglo XIX, su presencia en distintos campos se ha visto determinada por circunstancias concretas. 

Sandra Ferrer Mujeres Olvidadas En La Historia

P: ¿Cómo puede trabajarse desde las aulas la falta de representación femenina en los libros de texto?

R: Incorporando en ellos el papel que realizaron en las distintas etapas de la historia. Poner en valor la importancia que tuvieron como campesinas, como trabajadoras en las fábricas, como revolucionarias. Simplemente teniéndolas en cuenta y que el discurso educativo incorpore a todas las que faltan. 

“El profesorado va introduciendo una visión más amplia de la historia, no solamente masculina. Es un proceso lento, pero creo que vamos por el buen camino”. 

Sandra Ferrer Valero

P: ¿Crees que se sigue formando al alumnado sin perspectiva de género? 

R: Creo que poco a poco se están incorporando nuevas fórmulas y el profesorado va introduciendo una visión más amplia de la historiografía, no solamente masculina. Es un proceso lento, pero creo que vamos por el buen camino. 

P: En tu libro hablas de todas aquellas mujeres de la historia de España que han sido silenciadas o no han tenido el mismo reconocimiento que los hombres. ¿Qué te inspiró para escribirlo?

R: La historia de España es fascinante. Tenemos un pasado rico en cultura, ciencia… Siempre ha sido un país poco orgulloso de su pasado, pero creo que es necesario conocerlo para entender nuestro apasionante presente y el reto que supone el futuro. En el caso de las mujeres en nuestra historia, es necesario incorporarlas al discurso histórico, porque existen muchas voces en femenino que o no se han explicado o no se han destacado lo suficiente. Desde la prehistoria hasta la Transición, las mujeres han enriquecido nuestro pasado. Por eso creí que valía la pena sacarlo a la luz en un libro que recoge casos excepcionales e intenta encajar a las mujeres en el devenir de los acontecimientos.  

P: ¿Cuál es tu personaje histórico favorito del libro?

R: Me cuesta mucho elegir a uno en concreto porque existen muchas mujeres apasionantes. Desde nombres conocidos como Juana I de Castilla, Concepción Arenal, Clara Campoamor… hasta otras no tan conocidas, ni reconocidas, como las escritoras Ana Caro, María Zayas. También pintoras, científicas, revolucionarias o políticas que aportaron su impagable granito de arena. En el libro propongo un catálogo muy extenso de mujeres de todos los orígenes y clases sociales, de creencias muy distintas e ideales contrapuestos. Todas ellas forman un precioso mosaico. 

P: ¿Quiénes han sido tus referentes?

R: Son muchos los historiadores e historiadoras que llevan años haciendo una labor magnífica rescatando a las mujeres del olvido en ámbitos y lugares distintos. Y cada vez son más. Son un referente rico para quienes nos dedicamos a la divulgación histórica. 

P: ¿Crees que si hubiera más mujeres gobernando el mundo las cosas irían mucho mejor?

R: Eso es un futurible difícil de concretar. En cierta ocasión, una feminista norteamericana aseguró que, si las mujeres hubieran tenido el mismo poder que habían tenido los hombres, habrían sido igual de injustos. Ciertamente no sabría decirte, pero no creo que el hecho de ser hombre o mujer mejore o empeore la gestión. Si queremos igualdad, esta distinción debería ser secundaria. 

P: ¿Crees que las nuevas generaciones pueden ser la clave para avanzar hacia una sociedad más igualitaria en la que las mujeres dejemos de estar en un segundo plano? 

R: Ellos son la clave. Si crecen sin darle importancia a esto, si asumen de manera natural que son individuos, ciudadanos, con los mismos derechos, sin tener que especificar su género, entonces habremos conseguido el gran objetivo de la igualdad. 

R: ¿Un deseo para el futuro? 

P: Poder seguir escribiendo sobre mujeres del pasado y que las personas del presente y el futuro puedan disfrutar de mis libros. 

Sobre el autor
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Lucía García López

Periodista, redactora y feminista. Me gusta el cine, la música, el arte y la política. Aprendiendo día a día. Convencida de que la cultura es la mejor arma de transformación