Hemos tenido ocasión de hablaros sobre los usos y beneficios educativos del ábaco y también os hemos propuesto una recopilación de actividades para el aula y casa. En esta ocasión, Izaskun Fernández de las Heras, maestra de Educación Primaria en la Ikastola Hegoalde de Pamplona, nos muestra cómo funciona el ábaco japonés, llamado  también 'sorobán', y su introducción en clase.

Ábaco Japonés

Para disfrutar de las matemáticas hay que entenderlas y para entenderlas los materiales manipulativos son una herramienta fantástica. Observar, tocar, manipular objetos concretos -antes de ir a la abstracción- despierta nuestro interés y nos ayuda a entender conceptos complejos que impulsa avanzar hacia el aprendizaje. Dentro de este espacio, el 'sorobán' o ábaco japonés es un instrumento milenario utilizado para el cálculo y con el cual las operaciones se realizan de izquierda a derecha, igual a como leemos las palabras y los números.

El uso de esta herramienta estimula los dos hemisferios cerebrales. Estimula la parte izquierda porque nos exige razonar y nos ayuda a realizar estimaciones, y la parte derecha porque nos permite 'tocar' los números y las operaciones, así como trabajar el cálculo mental a través de la visualización de imágenes. Los beneficios documentados sobre el uso de esta herramienta muestran que ayuda a la concentración, la atención, el razonamiento lógico, la memoria, la rapidez mental y el procesamiento de la información de forma ordenada.

Cómo funciona el ábaco japonés

La representación de los números

El ábaco japonés funciona con base decimal igual al ábaco tradicional. Así, una columna representa las unidades, otra las decenas… Pero con respecto al ábaco tradicional tiene dos principales diferencias. La primera es que no todas las cuentas tienen el mismo valor: las inferiores valen 1 cada una y las superiores 5. Por otro lado, todas las cuentas siempre están visibles y adquieren valor cuando se acercan a la barra central y lo pierden cuando se alejan de ella.

Sumas y restas

Ábaco Japonés

En el ábaco japonés, para realizar una suma se acercan las cuentas a la barra central y para realizar restas se alejan las cuentas de ésta. De todas maneras, el hecho de que tengamos una cuenta con valor 5 nos lleva a tener que introducir la resta cuando sumamos o la suma cuando restamos incluso con cantidades muy pequeñas.

La interrelación entre suma y resta en las operaciones en el ábaco tiene grandes beneficios, a pesar de que al principio puede parecer complicado. En primer lugar, el razonamiento que exige. Desde el comienzo, el alumnado tiene que razonar para hallar el resultado (ayuda la concentración y prestar atención). En segundo lugar, la relación con la vida real. Cuando debemos pagar en cualquier comercio y no tenemos el dinero justo, empleamos una moneda o billete de más valor y nos devuelven lo que hemos dado de más. Este proceso se acaba mecanizando y automatizándose pero el camino en sí mismo es muy valioso e interesante.

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Su introducción en el aula

Ábaco Japonés

Para introducir este ábaco en el aula, debemos tener en cuenta que en el aprendizaje de esta herramienta existen varias etapas iniciales importantes: la representación e identificación de los números; la realización de sumas y restas sencillas; sumas y restas con el 5; y sumas y restas con el 10. La descomposición del 5 y el 10 en sus complementarios es un tema muy importante en el aprendizaje de esta herramienta. A partir de estas primeras etapas, las sumas de dos y tres cifras y las multiplicaciones o divisiones se realizan de manera muy natural, siempre de izquierda a derecha, propiciando el cálculo mental y la realización de estimaciones.

Su enseñanza puede hacerse de diversas formas. Si además de que el alumnado logre los beneficios asociados a su uso queremos respetar los ritmos de aprendizaje diversos del aula y que los estudiantes disfruten (a la vez que fomentan su autonomía y responsabilidad) los siguientes pasos en cada etapa ayudan a ello:

  • Presentación: Se les muestra la etapa.
  • Descubre: Se les plantea un pequeño reto. En grupos pequeños reflexionan, comparten y debaten. Mediante la exploración y experimentación razonan para llegar a la solución.
  • Pongámoslo en común: En un grupo grande, los portavoces exponen sus reflexiones y presentan sus conclusiones. El profesor completa lo expuesto por los alumnos.
  • Ejercita: En grupos grandes y pequeños, por parejas y de manera individual (a través de actividades, ejercicios y juegos) se practica lo aprendido.
  • Ponte a prueba: El alumnado muestra su competencia en el conocimiento.

¿Es el momento?

El mejor nivel para introducir el ábaco japonés en el aula es 1º de Primaria. Los alumnos están preparados cognitivamente y disfrutan. En 3º de Infantil también sería posible. La introducción en otros niveles superiores también lo es, pero en estos casos se debe tener en cuenta comenzar de cero y avanzar poco a poco con seguridad, a pesar de que al principio haya un desfase con respecto a las operaciones que pueden resolver con el método tradicional.

Conclusiones

El sorobán o ábaco japonés es una magnífica herramienta para trabajar el cálculo en la etapa de Primaria. Introducirlo en el aula ayuda a trabajar los números y las operaciones desarrollando las competencias clave. Como metodología activa hace que los chavales disfruten del proceso y se motiven. Incluso se puede utilizar también en casa.
 

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