Tras el estallido de la Guerra Civil Española el 18 de julio de 1936, fueron muchos los intelectuales y grandes artistas que condenaron el golpe de estado. Entre ellos se encontraba un artista con gran prestigio: Pablo Picasso. El Gobierno Republicano quiso agradecerle su apoyo y, en enero de 1937, le encargó pintar un mural que se exhibiría en la Exposición Internacional de París de 1937 y que, sin saberlo, se convertiría en una de las obras más estudiadas en las aulas: el Guernica.
Para poder documentar en clase la explicación de los orígenes del Guernica, un buen recurso de apoyo es el proyecto ‘Repensar Guernica’, creado por el Museo Reina Sofía a finales de 2017 fruto de la celebración del 80 aniversario de la obra. La web, que se suma a las iniciativas de digitalización de otros museos, incluye un fondo digital con más de 2.000 documentos relacionados con el cuadro entre los que se encuentra documentación del museo, vídeos, catálogos de exposiciones y parte de las fotografías en las que Dora Maar documentó la creación de la obra.
Encargo Del Guernica
Además de los cientos de materiales el archivo incluye una visita virtual en alta resolución a la obra. Se trata de una buena oportunidad para viajar a través sus elementos y para explicar a los estudiantes cada idea representada en esta pintura icono del arte moderno, emblema de la transición y símbolo del exilio.

¿Qué encontrarás?

Aunque en todas las escuelas se estudia la representación del Guernica y la interpretación que hizo Picasso de la Guerra Civil Española en esta pintura, su es también una parte a tratar en cualquier clase de Historia. En 1936 Picasso ya era un reputado artista que había expuesto sus obras en grandes ciudades como Nueva York o París. Para agradecer su rechazo al golpe militar, el Gobierno Republicano le nombró director del Museo del Prado, un título más bien honorífico.
Picasso llevaba un par de años trabajando en varias naturalezas muertas (de junio a septiembre de 1934 hizo unas series de toros, pintados, dibujados y grabados) cuando en enero de 1937 una comisión formada por Max Aub, Luis Lacasa, José Luis Sert, Louis Aragón y José Bergamín, le visitaron para comunicarle un encargo del Gobierno: se trataba de un mural de grandes dimensiones que se exhibiría en una pared de la planta inferior del pabellón oficial español en la Exposición Internacional de París de 1937.

El cuadro

Sueño Y Mentira De Franco - Encargo Del Guernica
'Sueño y mentira de Franco', pintado por Pablo Picasso en 1937.

El pintor enseñó a los miembros de la comisión las planchas por terminar de los grabados de Sueño y Mentira de Franco y, tal y como afirmó José Luis Sert, les habló de los símbolos representados en esos grabados que mostraban a Francisco Franco y a las gentes de España.
La artista Dora Maar, su pareja en aquel momento, fotografió y documentó todo el proceso de creación de la obra, en la que se aprecia el desafío que supuso para el pintor malagueño realizar el Guernica: debía afrontar un encargo al servicio de una causa. Además, desde Las Señoritas de Aviñón Picasso no había trabajado con dos principios de representación contrapuestos como en el caso del cubismo: uno figurativo y otro disociativo.
Más allá de esta técnica, sabía que esta era una oportunidad para mostrar al mundo la legitimidad del gobierno y el horror de la guerra pero, aun así, le faltaba un motivo para la pintura. Por desgracia, este le llegó el 26 de abril de 1937 tras el trágico bombardeo de Guernica, en el norte de Vizcaya. Al ver el horror y la destrucción, Picasso se puso a trabajar sobre un monumental cuadro de 3,49 m x 7,77 m símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos. A pesar de sus múltiples bocetos de las figuras y las composiciones, el artista comenzó la obra el 1 de mayo de 1937 y la terminó en menos de dos meses.

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