El Aprendizaje Basado en Proyectos es una de las metodologías que ha facilitado que los estudiantes se conviertan en los protagonistas de su aprendizaje. Otras como el Aprendizaje Basado en Retos (ABR) favorecen también esta implicación de los alumnos y los prepara para el mundo real. Te explicamos en qué consiste y cuáles son sus beneficios.
Índice de contenido
Fomenta el aprendizaje colaborativo
Desarrolla la creatividad
Esta metodología no solo permite que los alumnos se involucren más en su aprendizaje. Encontrar soluciones a esos retos planteados les hará desarrollar su creatividad y, al mismo tiempo, fomentará su espíritu crítico.
Facilita una comprensión más profunda
Desarrolla habilidades comunicativas
A través del ABR se comparten en clase reflexiones en torno a un problema real. De esta manera, los estudiantes trabajan también sus habilidades comunicativas al explicar aquello que han investigado y determinar las soluciones que han pensado para afrontar esos retos.
Conecta el aula con el mundo real
En el aula se trabaja con una situación problemática real como, por ejemplo, la contaminación o la inmigración. De esta forma los estudiantes perciben que las investigaciones y soluciones aportadas tienen una utilidad en la sociedad en la que viven.