Los alumnos del Colegio Mirasur, los verdaderos protagonistas de la clase de Ciencia Sociales

Germán Isabel, maestro de Primaria en el Colegio Mirasur de Pinto (Madrid), explica cómo es posible que una clase ‘se te vaya de las manos’ y de qué forma logró motivar a sus alumnos de 5º de Primaria.
Suelo preguntarme cómo se habrán tomado las clases, las actividades, los retos planteados, qué es lo que más les habrá gustado o lo que me ha parecido mejor de tal o cual sesión. Las respuestas me suelen ayudar a descubrir aspectos susceptibles de mejora y casi siempre hay algo. He decidido dejarlo por escrito, porque a la conclusión a la que llego es: ¿Cómo se me puede ir una clase de las manos?
Era la hora de Ciencias Sociales. Abrimos la clase con un vistazo general a sus organizadores visuales sobre las distintas etapas de la Historia y la Prehistoria, que habían elaborado de manera individual, y con ello se empezaban a ver los frutos de los mapas mentales trabajados durante las clases de Lengua. Después vino la hora de aprender a realizar un eje cronológico, y, para ello, dibujamos una línea y establecimos el comienzo hace 2.500 millones de años, con los primeros homínidos. Todo iba normal, yo estaba entusiasmado, como en todas las clases de Historia, mientras escribía fechas en las diferentes etapas. Comienza algún bostezo, pero sigo con la materia. Aparece otro bostezo, esta vez de un alumno distinto. Levanto la mirada y encuentro a dos jugando con el estuche, otros mirando el reloj…
Predije esta sesión como un éxito rotundo, y tras observarles durante varios segundos me dije a mí mismo que los verdaderos ‘protagonistas’ no son ni los Reyes Católicos ni El Cid, sino que son ellos, los que bostezan.
De esta forma, empezaron a intentar resolver todas las cuestiones buscando fuentes de información tales como los abuelos, los padres, científicos, la Wikipedia…y la clase terminó conmigo entre cabizbajo por no haber completado el eje, y entusiasmado por verles tan interesados. ¿Cómo se me puede ir una clase de las manos?, me pregunté.
Al poco tiempo me llegó un correo del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Barcelona. Resulta que un alumno de esta clase había mandado un email a esta universidad después de haber llamado por teléfono para pedir el contacto de alguien que le pudiera solucionar unas dudas. No me lo podía creer. Lo mejor es que la arqueóloga le dio material para que siguiera investigando y aprendiendo. Se sucedieron diferentes mensajes de este tipo, y como la adaptación debe ser inherente al maestro tuve que actualizarme.
En definitiva, los resultados conseguidos apenas tienen importancia al compararlos con la potencia y poder de los procesos y las habilidades desarrollados