Los smartwatches son uno de los dispositivos más demandados por los amantes de la tecnología que buscan llevar un estilo de vida saludable y mantenerse conectados en todo momento. El protagonista de este análisis es el primero de OPPO con sistema operativo WearOS de Google: el OPPO Watch.

Está disponible en dos versiones con diferentes tamaños y prestaciones: uno más grande de 46 mm con conectividad eSIM LTE y otro de 41 mm (el que hemos probado) con Wi-Fi, lo que hace que su uso junto con el smartphone sea obligatorio.

Buen acabado

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Lo primero que vemos cuando sacamos el OPPO Watch de 41 mm de la caja es que tiene un muy buen acabado, en el que destaca el uso de una aleación de aluminio de la serie 6000 que proporciona resistencia y durabilidad. Es rectangular con las esquinas redondeadas, muy ligero (pesa 30 gramos aproximadamente) y ofrece la posibilidad de intercambiar las correas de forma muy sencilla; exactamente con el mismo sistema que emplea el Apple Watch.

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Al encenderlo la primera impresión se ensombrece un poco, ya que su pantalla cuenta con unos marcos bastante grandes. Cierto es que si se elige una esfera oscura se disimula mucho, sobre todo teniendo en cuenta que esta superficie de 1,6 pulgadas cuenta con tecnología AMOLED. Tanto su tamaño como su calidad son suficientes para visualizar la hora, los mensajes procedentes del teléfono o las estadísticas. Está además recubierta de Gorilla Glass, lo que evita arañazos con el uso diario.

Su precio ajustado se ve, sobre todo, en características como su rendimiento. Y es que nos encontramos con un dispositivo que no tiene la última electrónica en su interior y que no es todo lo rápido que nos gustaría. A su favor, decir que tenemos a nuestra disposición todas las apps que podamos necesitar gracias a la incorporación del sistema operativo ColorOS, una personalización de WearOS 8 (de Google). De ahí que haya gran cantidad de apps preinstaladas y otras muchas descargables desde su tienda.

Sus funciones

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Como smartwatch, el OPPO Watch permite realizar un seguimiento detallado de la actividad diaria, del sueño y estar conectado a las notificaciones del teléfono móvil, que pueden responderse escribiendo en su teclado, transcribir audio a texto… Además, debido a la presencia de un micrófono y su propio altavoz, también permite descolgar llamadas.

En cuando a sus funciones relacionadas con la salud, posee cinco modos de entrenamiento durante los que controla todo tipo de estadísticas, proponiendo además vídeos de 5 minutos con distintas rutinas. En concreto, se trata de los modos running, carrera quemagrasas, paseos, ciclismo outdoor y natación, a los que se accede directamente pulsando sobre uno de los dos botones situados en el lateral del dispositivo. A ellos se suman otras muchas actividades gracias a Google FitTM, que propone más de 90 distintas.

Es resistente al agua a 30 metros de profundidad y, entre otros, también ofrece control en tiempo real del ritmo cardiaco (tanto durante el ejercicio como en periodos de descanso).

A cargar, por las noches

La autonomía del reloj se sitúa en un día, entendiendo por esa ‘cifra’ que hay que cargarlo de forma obligatoria por las noches si queremos disfrutar de él al día siguiente. Eso sí, nos priva del seguimiento del sueño.

Otra opción es hacer cargas durante el día, algo para lo que es de utilidad su sistema de carga rápida, que logra un 30% del total de su batería en unos 15 minutos, y un 100% en una hora.

Las alternativas

En este artículo recogemos las principales alternativas de relojes inteligentes para adultos: Apple Watch Series 6, Garmin Venu sq o Samsung Galaxy Watch Active son algunos de ellos.

Mientras, si lo que buscas es un modelo para niños, te dejamos estas sugerencias. Con ellos, los más pequeños podrán estar localizados por sus familias, realizar fotos y divertirse con los juegos que vienen incorporados.

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Laura Pajuelo

Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.