Los lectores de libros electrónicos con pantalla algo más grande a lo habitual (el estándar son 6 pulgadas) están popularizándose en los últimos tiempos debido a que en sus amplias superficies es posible ver con mayor comodidad los libros (cabe más texto a tamaño más grande), publicaciones, archivos en PDF, cómics… Pocketbook InkPad 3 Pro es uno de ellos.

Por fuera

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Dotado de una superficie de tinta electrónica de 7,8 pulgadas y 300 ppp de resolución, es algo más grande de lo que estamos acostumbrados, aunque no por ello resulta incómodo de utilizar. El tacto engomado de su carcasa trasera es muy agradable al tacto y tiene un acabado muy cuidado. La pantalla táctil, además, viene acompañada de cuatro controles físicos para el control de los menús y gestión de los libros, a los que se une uno situado en la parte inferior para encender y apagar el dispositivo.

Tras una sencilla configuración que implica elegir idioma, conectar el dispositivo a una red Wi-Fi y actualizar el firmware, nos encontramos con la petición de crear una cuenta de correo para enviar los libros directamente por correo electrónico, sin tener que cargarlos a través de su conexión USB. Además, presume de una amplia compatibilidad, admitiendo hasta 19 formatos diferentes de texto, a los que se suman cuatro de imágenes y tres de audio. Y es que gracias a él también puede disfrutarse de audiolibros, siempre y cuando se conecten unos auriculares a través de Bluetooth o empleando el adaptador que incorpora el paquete. No es el único accesorio de utilidad que trae, ya que también viene con una funda tipo calcetín para guardar el dispositivo y transportarlo con seguridad; y es algo que se agradece y muy pocos eReaders incorporan.

Análisis Pocketbook Inkpad 3 Pro

Durante la lectura

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Aunque el tamaño del dispositivo sea contenido, sus 225 gramos de peso pueden resultar demasiado para largas jornadas de lectura. El control desde los botones físicos situados en su parte inferior, eso sí, facilita mucho el cambio de mano.

El interfaz es muy simple. En el menú principal nos encontramos con los libros abiertos recientemente, los cargados nuevos y acceso directo a la biblioteca o a los ajustes. Viene con algunos libros clásicos precargados en distintos idiomas (hay pocos en español).

Una vez seleccionado el libro que vamos a leer, su pantalla se ve de forma muy clara y definida, las páginas se pasan muy rápido. Nos gusta especialmente la posibilidad de realizar ajustes en la visualización (desde un botón físico) que contemplan la opción de personalizar los márgenes, el interlineado, el tamaño y tipo de letra e, incluso, qué opciones del menú están accesibles desde la pantalla. Desde aquí también se puede consultar un diccionario o activar la lectura por voz del libro.

Por otro lado, se adapta perfectamente a la lectura en interiores y exteriores gracias a un sistema de iluminación de la pantalla que no cansa la vista y se ajusta automáticamente al entorno, variando tanto la intensidad de la luz como su tonalidad (es recomendable que sea más anaranjada cuando cae la noche). Y también hace posible configurar la pantalla en horizontal o vertical. De hecho, incorpora un sensor que detecta cuándo se sitúa en formato apaisado y cambia la orientación del texto en consonancia. Su respuesta táctil es positiva, siempre teniendo en cuenta que se trata de un dispositivo con pantalla de tinta electrónica, aunque no es la más fluida que hemos probado (ahí Kobo y Kindle tienen mucho que decir).

Pocketbook Análisis

Algunas consideraciones adicionales

Merece la pena detenerse en algunos aspectos más. Por ejemplo, el orden de la biblioteca de libros es muy interesante. Por defecto, están organizados por orden alfabético según el título, aunque también se pueden consultar por autor, el género, si están metidos en colecciones de favoritos y hasta por formatos.

Además, el uso del eReader de Pocketbook se completa con una aplicación para dispositivos móviles que permite seguir leyendo en tabletas y smartphones (de momento solo es compatible con dispositivos iOS) en el mismo punto en el que se quedó en el lector. Por último, es resistente al agua.

Sobre el autor
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Laura Pajuelo

Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.