Para diseñar un buen contenido curricular es fundamental tener claro qué tipo de alumnos se quieren formar, qué metodologías utilizar y qué recursos permitirán desarrollar esas metodologías. Así lo creen los expertos en educación y docentes que participaron en el foro de debate virtual RE.SCHOOL, que contó con la asistencia de  4.000 docentes y directores de colegio de 43 países, principalmente de España, México, Estados Unidos, Argentina y Perú. Su objetivo ha sido proponer ideas y compartir experiencias para adaptar el futuro de la enseñanza a la nueva normalidad, que han recogido en el informe ‘RE.SCHOOL: retrato robot de los colegios del futuro’. 

Contenido curricular evolutivo

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Niños En Clase Atendiendo A La Profesora.

Tal y como recoge este documento, los docentes deberán cambiar su arquitectura mental y centrarse no solo en el temario concreto sino en el aprendizaje integral del ser humano planteado en un currículum evolutivo. “Tenemos que transformar el aprendizaje horizontal y pensar en la escuela en vertical; este es el reto más grande. La escuela debe ser un itinerario de aprendizaje y convivencia y tenemos que transcurrir por el currículum, no cubrirlo”, apunta el director de innovación y formación en Fundació Jesuïtes Educació, Miquel Amor. En esta misma línea, el cofundador de Genially, Luis García, emplea el término de ‘educación bulímica’ para referirse (y criticar) al método de aprendizaje tradicional: tragar, vomitar y después olvidar.

El papel de la tecnología en este contexto se valora desde dos ángulos: como un apoyo para integrar los diferentes elementos de la asignatura en la ejecución de la clase y como herramienta para trabajar el contenido curricular de la asignatura. También puede ayudar en el objetivo de transformar los currículum en algo mucho más dinámico, adaptables a las realidades de los colegios, de los países y del momento en que vivimos.

Enseñanza competencial

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Por otro lado, anima a apostar por una propuesta pedagógica centrada en un aprendizaje por competencias (50% contenidos y 50% competencias) que englobe el mundo de las emociones, pero que también incluya el pensamiento crítico, el creativo, la educación del carácter, el acompañamiento personal, el trabajo en equipo, el meta aprendizaje y la resolución de problemas. Para ello, los profesores deberán perder el miedo a priorizar estos aspectos y dedicarles el espacio y tiempo necesarios, conservando igualmente el rigor en cuanto a los contenidos y poniendo el foco en el alumno como protagonista de su aprendizaje.

Autonomía y estabilidad emocional

Estabilidad Emocional En Un Contenido Curricular Eficaz

Otro de los factores a tener en cuenta a la hora de diseñar el contenido curricular es la autonomía de los alumnos. Jorge Yzusqui, cofundador de Innova Schools (Perú), cree que “los currículum rígidos tratan a todos los alumnos por igual y no les dejan ningún margen para decidir qué quieren aprender y cómo lo quieren hacer”. Además, asegura que en el contexto online, “muchos se han visto perdidos y los docentes coinciden en apuntar que los alumnos que han respondido mejor a la crisis no son aquellos con más dispositivos, sino los que tienen una mayor estabilidad emocional, autonomía y capacidad de organización y autorregulación”.

Teniendo esto en cuenta, los profesores deberían ofrecer herramientas a los alumnos y acompañarlos para que aprendan a ser autónomos, resilientes y para que respondan solos a esta situación y no dependan de los padres. “El profesor debe convertirse en un guía, en un coach, más que en la persona que lo sabe todo y se lo cuenta a sus alumnos. El gran trabajo es preparar el escenario de aprendizaje, plantear preguntas y guiar al alumnado en su aprendizaje para que sea mucho más autónomo”, apunta Óscar Abellón, director y profesor de Matemáticas en el Colegio Escolapios de Soria. Según él, para lograrlo es necesario apoyarse en la tecnología. Un recurso útil para fomentar esta autogestión del tiempo y de las tareas son las hojas de ruta diarias a través de metodologías como Kanban, que generan independencia en el aprendizaje.

Gestión emocional

En el entorno online, la distancia impuesta por las pantallas hace que una parte del contenido emocional en las clases se pierda. Por este motivo, según este informe debe cambiarse también el método de aprendizaje y adaptar el contenido a este nuevo contexto. David Bueno, doctor en Biología, profesor e investigador de Genética en la Universidad de Barcelona y director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1ST, señala que “lo más importante es transmitir la curiosidad y las ganas de hacer cosas, más que completar el temario; y esto lo conseguimos muchas veces invirtiendo lo que haríamos dentro del aula”. 

En esta línea, los expertos recomiendan que el docente empiece por la presentación del tema a tratar y formule preguntas y retos que tengan relación con el tema y con el contexto real que está viviendo el alumno; de esta forma se genera una motivación que le predispone para buscar la información y, en última instancia, compartirla en clase con sus compañeros. Finalmente, el profesor complementará lo ya trabajado con su conocimiento.

Además, en el área de la competencia lingüística, se llegó a la conclusión de que el reto está en trabajarla con actividades globales que, partiendo de un punto, incluyan al mismo tiempo gramática, comprensión de la realidad, comunicación oral, expresión escrita, organización del pensamiento, conversación como medio de aprendizaje, construcción de relaciones iguales, comprensión lectora y un conocimiento reflexivo de la lengua. “Tenemos que lograr que todas las actividades de lengua fomenten la comunicación oral y que los alumnos sientan la necesidad de comunicarse”, apunta la filóloga Cristina Túnica. 

Claves para la enseñanza online

Finalmente, algunos trucos para la gestión del aprendizaje online, compartidos por la consultora y psicóloga educativa Lola Reeves:

  • Es imprescindible que todos los alumnos tengan las cámaras encendidas para mantener el contacto visual y establecer turnos para el uso de los micros. Los estudiantes también pueden compartir aportaciones utilizando la caja de participación o chat.
  • Dedicar un tiempo al inicio de la sesión para explicar cómo entregar las tareas o trabajos, unificar formatos y facilitar la corrección al docente. “Ayudarles a ayudarnos”.
  • Comunicar de forma motivadora y personalizada.
  • Usar screen casting (compartir pantalla) para corregir trabajos escritos, dar feedback personalizado, dar instrucciones, crear tutoriales, ser inclusivos con los niños con necesidades educativas especiales, y desarrollar habilidades de escritura, lectura y comunicación oral. 
  • En trabajos en grupo, los share charts o rúbricas de autoevaluación son muy útiles para seguir la evaluación del trabajo colaborativo.
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