Cruzar siempre por un paso de cebra, esperar a que el semáforo se ponga en verde, usar el cinturón durante un viaje en coche o mirar la calle a ambos lados antes de cruzar. Todas estas acciones tan comunes en nuestro día a día tienen que ver con la educación vial, aunque muchas personas crean que solo está relacionada con conducir un vehículo. Por ello, es esencial concienciar desde edades tempranas sobre su importancia, pues será la clave para que los menores aprendan a respetar las normas en la vía pública, evitando posibles accidentes.

¿Por qué enseñar educación vial en la infancia?

Por otro lado, educar durante los primeros años ayuda a crear hábitos que se mantienen a lo largo de toda la vida. Y es que, al estar en pleno proceso de desarrollo cognitivo y emocional, son especialmente receptivos a nuevos aprendizajes, por lo que introducir la educación vial en las etapas de Infantil y Primaria permite que interioricen mejor estos conceptos y comportamientos. Además, no son sólo peatones o pasajeros: también son usuarios del espacio público y seguramente en un futuro acaben convirtiéndose en ciclistas, motoristas o conductores. Instruirlos desde pequeños en los principios de la movilidad segura es, por tanto, una inversión a largo plazo que repercute directamente en la reducción de accidentes y atropellos.

educación vial en la infancia

También en la adolescencia

Además, en la adolescencia también es esencial reforzar los conocimientos en materia de seguridad vial, ya que muchos jóvenes están ya preparándose para sacar el carnet de coche o moto, cuya prueba teórica puede realizarse al cumplir los 16 años. Por ello, es esencial que conozcan y respeten las normas de conducción para que comiencen su etapa como conductores nóveles de la forma más segura posible. Además, si ya están preparando la prueba práctica, para la que hay que esperar hasta los 18 años, es el momento de que las familias busquen un buen seguro de coche que les proteja una vez adquieran un vehículo y salgan a la carretera.

¿Cómo enseñar educación vial?

La forma más efectiva que tienen las familias de enseñar educación vial a los pequeños es a través del ejemplo: aprenden observando. Por lo tanto, si los adultos cruzan por donde no deben, ignoran las señales de tráfico o no usan el cinturón de seguridad, sus hijos tenderán a imitar estas conductas, aunque en el colegio se les enseñe lo contrario. Por ello, el primer paso para enseñar educación vial es convertirse en un modelo a seguir, siguiendo consejos como:

• Usar el cinturón de seguridad, tanto en trayectos cortos como largos, y exigir su uso al resto de ocupantes del vehículo.

• Llevar siempre en el coche las sillas infantiles recomendadas por la DGT, hasta que los menores tengan una estatura superior a los 1,35 metros, normalmente alrededor de los 12 años.

• Respetar los semáforos y pasos de peatones, incluso cuando no hay tráfico.

• Evitar distracciones al conducir, como el uso del teléfono móvil.

• Circular a velocidad adecuada, especialmente en zonas escolares o residenciales.