6 estudios longitudinales sobre educación

La característica de los estudios longitudinales es que suelen realizarse a lo largo del tiempo, al contrario que la mayoría de investigaciones que se hacen en intervalos relativamente cortos. El sector educativo suele poner muchas trabas a la hora de trabajar en el campo científico, ya sea por la dificultad a la hora de encontrar muestras pero, sobre todo, al intentar mantenerlas a lo largo del tiempo.
Así pues, los estudios longitudinales en educación son una rareza, aunque algunos existen y están ahí fuera, al alcance de quien quiera buscarlos. Hoy vamos a reproducir tres de ellos, 6 estudios longitudinales sobre educación que nos permiten sacar conclusiones de investigaciones con varios años de duración. Y estos son sólo los tres primeros de una lista que, poco a poco, vamos a ir aumentando en futuras actualizaciones.
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Es una realidad que muchos estudiantes dejan de lado sus estudios avanzados (universitarios) relativos al campo científico más puro. ¿Cuál es la razón de ello? Este trabajo de un equipo de investigación canadiense toma datos de unos 600 profesores y casi 4000 alumnos, en un período de 10 años, para conocer la motivación de los jóvenes para abandonar una carrera científica.
Las conclusiones son muy específicas y forman parte de la estructura final del artículo, de 135 páginas y publicado en 2010: ni los jóvenes pierden el interés en las ciencias, ni tampoco consideran que sea una carrera profesional mal pagada; la competitividad, el hecho de no identificarse como científicos, el planteamiento de la ciencia en los colegios y la poca utilidad de algunos cursos frente al mundo real son las principales razones que este estudio concluye. Además, también añade una serie de recomendaciones que los interesados pueden plantear para mejorar la "imagen" del mundo científico.
El objetivo de SEL es buscar la motivación de los estudiantes a través de las competencias social y emocional, algo que corroboran los autores (Durlak, Weissberg, Dymnicki, Taylor, y Schellinger, de dos universidades de Chicago) planteando una correlación entre el uso de programas que utilizan las habilidades sociales y emocionales, como SEL, y el rendimiento académico de los chavales.
Este estudio busca determinar si la asignatura de educación para la ciudadanía tiene alguna influencia en los estudiantes, con las opiniones y puntos de vista de estos. Concluye que tiene un impacto positivo con el que los estudiantes se muestran más inclinados a formar parte y participar de la sociedad; por contra, también abre una serie de cuestiones sobre la complejidad de los jóvenes en la actualidad y su relación con las entidades sociales.
Partiendo de los datos del Longitudinal Study de la Universidad de Victoria, Canadá, este nuevo trabajo publicado en 2010 por Zahodne, Glymour, Sparks, Bontempo, Dixon, MacDonald, y Manly concluye que no sólo no se observa ese declive, sino todo lo contrario: los estudios superiores promueven las habilidades cognitivas que han sido objeto en este estudio.
Los resultados cumplen con las hipótesis que todos estaréis manejando: cuanto menos competente se mostraba uno de los chavales, menos disfrutaba la materia; y lo que es más interesante, en el caso de las chicas además comenzaban a perder el interés por la asignatura. Por su parte, en los chicos con baja competencia el disfrute se mantenía bajo en todo momento, pero consistente con el tiempo.
Las conclusiones cumplen con la hipótesis planteada inicialmente, y el profesor especializado consigue una mayor reducción en el porcentaje de grasa de los chavales a la vez que también mejora en las habilidades aritméticas y de escritura.
Imagen: Flickr de Thomas