Pilar Martín Lobo: “El niño con un buena educación emocional está más motivado para estudiar”

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Cropped Pilar Martin Lobo

Del 12 al 14 de este mes de noviembre se celebra el V Encuentro eTwinning de profesores en castellano, ‘Proyecta eTwinning’, en el INTEF, que reunirá a cerca de 120 docentes de las diferentes autonomías españolas y de 16 países europeos. Además de diferentes talleres, estas jornadas contarán con la celebración de sesiones plenarias; en concreto, la del viernes 14 la desarrollará Pilar Martín Lobo, investigadora, profesora y directora del Máster Oficial de Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), con quien hemos hablado sobre la importancia de la neuropsicología en la Educación.

Pilar Martín Lobo: ¿Qué aporta la neuropsicología al proceso de enseñanza-aprendizaje?

La neuropsicología estudia la relación del cerebro con la conducta. Los avances actuales de la investigación y la tecnología científica nos aportan conocimientos interesantísimos de cómo funciona el cerebro cuando leemos, escribimos, hablamos... Conociendo estos procesos, podemos favorecer el desarrollo de la inteligencia y mejorar las estructuras cerebrales desde Infantil.

¿De qué modo la neuropsicología puede prevenir y evitar el fracaso escolar?

Puede prevenir el fracaso escolar y ya lo está haciendo en los centros educativos donde aplican programas desde los 0 a los 3 años de desarrollo sensorial y de motricidad en la etapa de Infantil, en Primaria e incluso en Secundaria. Necesitamos nuevos profesores con planes de formación que puedan aplicar los conocimientos del cerebro a la educación y ése es el objetivo del Máster de Neuropsicología y Educación de la UNIR, Universidad Internacional de la Rioja, en el que estamos trabajando 50 investigadores y profesores desde hace 10 años.

La curiosidad y la atención de l@s niñ@s aumentan si se ‘utilizan’ las emociones en el aula. ¿Cómo convencería a un docente de la importancia de fomentar las emociones en clase?

Una parte muy importante del cerebro para el aprendizaje es el cerebro límbico o emocional. Se ha comprobado en diferentes estudios e investigaciones que el niño que tiene un buena educación emocional está más motivado para estudiar y para afrontar las dificultades y resolverlas. Las áreas cerebrales específicas para el aprendizaje se activan mejor si existe un buen desarrollo emocional y existe autoestima y seguridad personal. Es importante suprimir la tensión y aplicar métodos de aprendizaje donde el alumno sea el protagonista, haya tiempo para comunicarse, para reflexionar, para disfrutar aprendiendo a través de actividades variadas y apropiadas para todo tipo de inteligencias y de talentos.

Si a un adulto ya le cuesta mantener la atención durante unos 50 minutos seguidos, más en el caso de los alumnos, ¿qué elementos, herramientas, ‘trucos’… pueden o deben utilizar los docentes para aumentar la atención de sus alumnos?

La actividad en el aula es clave para desarrollar en los niños todo su potencial y que sean el centro del aprendizaje. Lo importante es qué y cómo aprende el alumno, qué oportunidades da el profesor para aprender de forma activa, qué actividades propone para que se implique cada alumno, cómo se apoya en sus puntos fuertes y mejora los débiles... Hay centros educativos que aplican Proyectos de Inteligencias Múltiples, de Neuropsicología, de Proyectos Colaborativos, de Tecnología... Todo esto hace que los alumnos ‘conecten’ con la educación porque se utiliza su propio lenguaje, acorde con los tiempos, el avance y la innovación que se necesita hoy. En la actualidad, se están defendiendo tesis doctorales sobre el liderazgo que debe tener el director del colegio y esta es una figura clave para la innovación y la calidad educativa.

Atención y multitarea. ¿Es el cerebro capaz de realizar numerosas tareas a la vez?

El cerebro tiene una plasticidad y un potencial capaz de realizar muchas actividades al tiempo. Las multitareas son algo positivo porque cualquier aspecto que produzca diversidad y riqueza en el sistema es ventajoso. La cuestión es hacerlo compatible con los objetivos personales y saber ejercitar la voluntad para desarrollar el propio proyecto de vida de forma constructiva y creativa.

¿Cómo está afectando a nuestros cerebros el uso de la tecnología, su rapidez, inmediatez, y su gran cantidad de estímulos visuales? ¿Hay estudios sobre ello?

Según el investigador portugués António Damásio, “sería empobrecer a los niños el hecho de no dejarles trabajar con las nuevas tecnologías”. El hecho de que los niños estén en contacto con las nuevas tecnologías y con las nuevas velocidades en la recepción de la información a tan temprana edad es una maravilla, porque aprenden cosas que son mucho más fáciles para ellos en un momento de precisión máxima de elasticidad cerebral. Lo que aún desconocemos es si esta elevada velocidad aporta algún aspecto más al aprendizaje. Es necesario seguir investigando en este punto y las perspectivas de futuro son muy positivas. Implican trabajo en equipo, estudio y rigor científico y liderazgo educativo.

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