Este dispositivo informa de la calidad del aire emitiendo señales luminosas a modo de semáforo de colores. Además, informa de la temperatura o humedad de las estancias. Lo hemos probado.
Los expertos coinciden: para garantizar una buena calidad del aire (y reducir el riesgo de contagiarse de coronavirus) la ventilación en las aulas, pero también en los hogares y todo tipo de espacios interiores, debe ser permanente, cruzada, distribuida y medida. Y para lograr este último aspecto es esencial contar con un medidor de CO2. SPC CO2 Air Quality Monitor es uno de los últimos en llegar al mercado, un modelo portátil que emite señales luminosas a modo de semáforo de colores para indicar los niveles de calidad del aire que respiramos.
Índice de contenidos
Aunque en las especificaciones del producto no aparezca, la marca nos ha confirmado que el SPC CO2 Air Quality Monitor es un dispositivo con tecnología NDIR (non-dispersive infrared; infrarrojo no dispersivo); los recomendados por los expertos.
Todo su frontal es una pantalla en la que se muestran en grandes números la cifra de CO2 del aire y la hora. Esta pantalla se puede cambiar, ‘pasando’ a otras en las que recoge, entre otros, la temperatura y la humedad. Toda esta superficie tiene efecto espejo, por lo que en los interiores se visualiza sin problema, pero en los exteriores (en teoría no es necesario utilizarlo en ellos) no se ve nada.
No es necesario que esté siempre encendida: se puede activar un modo No molestar’, para apagar la pantalla y mostrar solamente la luz LED que mencionábamos al principio con el color indicativo de la calidad del aire. Gracias a ella, sabremos si respiramos un aire con una calidad ‘Muy buena’, si es inferior a 600 ppm (la luz se encience en verde); ‘Normal’, si se encuentra entre 600 y 1.200 ppm (en naranja), y ‘Mala’, si es superior a 1.200 ppm (rojo).
Por otro lado, posee una alarma sonora que avisa cuándo se alcanzan determinadas cifras y que se puede configurar desde el menú del dispositivo, activándola o desactivándola y seleccionando la cifra a partir de la que se alerta. Además, cada vez que se pulsa sobre alguno de los controles suena un ‘bip’ que, en este caso, no es posible quitar.
Esta característica, así como otras configuraciones posibles, se realizan directamente en pantalla. No es complicado, pero es esencial leerse bien las instrucciones para hacerlo de manera óptima. En este sentido, echamos de menos una app que permita realizar estos ajustes y guardar un seguimiento de la calidad del aire. Pero probablemente que no disponga de este tipo de conectividad es la causa de que el precio del dispositivo sea inferior al de otras propuestas. Es un equipo pensado para ver la calidad del aire en el momento, pero no para realizar un análisis posterior.
Dicho esto, por lo demás destacar que puede utilizarse tanto conectado a la corriente (emplea un cable microUSB, incluido) como con su batería interna, que proporciona una autonomía de hasta 20 horas. En este sentido, para lograr estas cifras es indispensable apagar la pantalla cuando no se esté utilizando, y activarla en el momento que deseen comprobarse las cifras.
En la caja viene con varios sistemas para su colocación en función de cómo se vaya a utilizar: colocada en la pared, sobre una mesa…
En este artículo se recogen las principales alternativas de medidores de CO2 disponibles actualmente. Entre sus características, estos aparatos avisan cuando se superan los niveles aceptables de CO2 en un espacio cerrado (en un aula, los niveles normales de dióxido de carbono deben estar entre los 500 ppm y los 700 ppm -partes por millón-) y que monitorizan los datos en tiempo real, entre otras cuestiones.
Laura Pajuelo
Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.
