Normalmente, escribo todos los textos en un portátil Windows. Pero en esta ocasión la rutina ha cambiado: todo el proceso de redacción y publicación en la web lo he realizado con el producto protagonista de este análisis: el nuevo iPad Air 2020.

Dotado de una pantalla de 10,9 pulgadas y con el complemento de un comodísimo teclado físico (Magic Keyboard), es ideal para todos aquellos que busquen una tableta con la que realizar tareas básicas (navegar por la Red, visualizar contenidos multimedia, consultar redes sociales o correo electrónico…), pero también para quienes en un momento determinado necesitan sustituir por completo su ordenador portátil.

Casi sin marcos

Su estética está alejada de los modelos anteriores (es más parecido al iPad Pro), sobre todo gracias a que ha desaparecido el botón redondo de ‘home’ que estaba situado bajo la pantalla. Ahora los marcos se han reducido mucho, haciendo que nos encontremos ante un dispositivo más compacto y con mayor protagonismo de la superficie de visualización, y también es lo suficientemente fino (61 mm) y ligero (458 gramos) para que pueda sujetarse cómodamente con una sola mano.

Si ha desaparecido el botón en el que estaba situado el lector de huellas (Touch ID)… ¿cómo podemos identificarnos de manera biométrica? Apple ha trasladado este elemento al botón de encendido/bloqueo, haciendo que el desbloqueo sea inmediato una vez se posa el dedo sobre él. La posición es algo más incómoda que anteriormente, y lo ideal es configurar un dedo de cada mano: de la izquierda para cuando se utilice en horizontal, y de la derecha para el modo vertical.  

Ipad Air 2020

En la parte trasera, por otro lado, identificamos fácilmente un amplio sensor fotográfico con 12 megapíxeles y grabación 4K, aunque es difícil sacarle partido tratándose de una tableta. Sí es de mayor utilidad la cámara frontal, con 7 megapíxeles y apertura f2.2 que no funciona nada mal durante las videollamadas incluso cuando se realizan en una sala mal iluminada.

Pantalla todoterreno

La pantalla es uno de los elementos más destacados del iPad Air por la calidad de visualización que ofrece: contenidos y textos definidos, buen contraste, brillo adaptado a cualquier condición lumínica exterior, colores vibrantes… Solo le echamos en falta la tecnología ProMotion que sí traía el iPad Pro, y que se adaptaba a una tasa de refresco de 120 Hz cuando era necesario.

Para la reproducción de contenidos multimedia se acompaña de un conjunto de altavoces estéreo con un desempeño muy positivo para tratarse de un dispositivo de este tipo. Así, percibimos un sonido potente y equilibrado.

En cuanto al rendimiento, no hay pega alguna independientemente de la tarea que decidamos realizar, incluidos juegos de altos requerimientos o edición de fotografía y vídeo. El responsable es el chip A4 que integra este iPad Air, que cuenta con 16 núcleos e inteligencia artificial: lo interesante es que todo el procesamiento de datos se hace en la propia tableta y no en servidores externos, por lo que es muy rápido aprendiendo qué vamos a necesitar en cada momento.

Y la capacidad...

El tirón de orejas hay que dárselo a Apple en las posibilidades de almacenamiento interno, ya que solo tiene dos opciones: una muy baja (64 GB) y otra ‘muy’ alta (256 GB) que hace que el precio se eleve bastante.

La batería, por su parte, garantiza un uso continuado de unas 6-7 horas: con navegación por Internet, uso del correo electrónico, apps de mensajería y procesador de textos continuamente en uso, no conseguimos llegar al final de la jornada laboral. Ni mucho menos es una mala cifra (estamos hablando de una tableta), pero es un dato a tener en cuenta.

Luego, se carga en un par de horas utilizando el cargador de 20W incluido en la caja, aunque es compatible incluso con los modelos de 45W de los Macbook.

Los accesorios

El accesorio indispensable de este iPad Air, y del que no lo hemos separado durante todo el tiempo que han durado las pruebas, es el Magic Keyboard. Con funciones tanto de funda protectora como de teclado adicional, es el más cómodo que hemos probado hasta el momento; algo grande y pesado, eso sí. Sus teclas tienen un recorrido similar al de los teclados físicos tradicionales, incorpora trackpad…y permite además ajustar la inclinación de la pantalla, que queda a unos centímetros de las teclas aportando ergonomía a la postura.

Magic Keyboard

La tableta de Apple es compatible también con el Apple Pencil de segunda generación, que se desliza suavemente por la pantalla y permite escribir o realizar bocetos de forma muy similar a como se hace con lápiz y papel. Luego, se puede ‘guardar’ en un lateral de la tableta, al que se adhiere de forma magnética. Si se va a llevar de un lado a otro no es recomendable por el riesgo de que se desprenda sin que nos demos cuenta.

Las alternativas

La principal alternativa a este iPad Air es el iPad ‘normal’, aunque todo depende del uso que se le vaya a dar. Para nosotros el criterio está claro: si no se va a aprovechar su potencia para edición de contenidos multimedia, por ejemplo, y principalmente se va a disfrutar de ellos (pero no crearlos), navegar por Internet o usar apps ‘básicas’, no es necesario hacer el desembolso extra por el Air. De hecho, es el modelo perfecto para estudiantes.

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Laura Pajuelo

Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.