Las mejores cámaras instantáneas
Inspiradas en las clásicas Polaroid, estas cámaras instantáneas imprimen las capturas segundos después de realizar la fotografía.

Inspiradas en las clásicas Polaroid, estas cámaras instantáneas imprimen las capturas segundos después de realizar la fotografía.
Muy de moda en los últimos años con la popularidad de la tecnología retro, las cámaras instantáneas heredan sus funcionalidades de las clásicas Polaroids: capturan fotografías que imprimen al momento. Esta versión actualizada ofrece multitud de funciones adicionales, como la doble exposición, la posibilidad de usar distintas lentes para darle más creatividad, permiten editar las fotos desde el móvil (al que se conectan por Bluetooth), añadirles filtros… Estos son los modelos más destacados.
Índice de contenido
Su bandeja para papel fotográfico tiene capacidad para 10 hojas aunque, si se terminan en medio de una sesión, se pueden seguir haciendo fotos porque se guardan en una tarjeta microSD (de hasta 256 GB) para imprimirlas más tarde. Al conectarla con el móvil gracias a la aplicación Canon Mini Print y la tecnología Bluetooth, se pueden personalizar las fotografías, hacer collages o añadir texto y pegatinas. Permite además añadir márgenes y filtros, elegir entre diferentes modos de disparo y guardar las fotos favoritas para su posterior impresión. La batería dura un promedio de 25 impresiones, se carga en 120 minutos y, en cuanto a su velocidad de impresión, es de aproximadamente 50 segundos.
Su flash detecta automáticamente la luz del entorno y ajusta la velocidad de su obturador de 60 mm en consecuencia. Incluye un modo ‘selfie’ que permite tomar fotografías a 30 cm de distancia e, incluso, incorpora un mini espejo para poder verse antes de disparar. Las fotografías se imprimen en una película instantánea FUJIFILM instax mini de 62 mm x 46 mm en aproximadamente 90 segundos y la cámara se apaga de forma automática tras cinco minutos de inactividad.
Este modelo, de cinco megapíxeles, carga su batería por completo en 120 minutos y tiene una autonomía de hasta 35 impresiones (en papel fotográfico a 5 x 7,6 cm). Tiene temporizador de diez segundos, modo selfie y puede funcionar como impresora para sacar copias de las imágenes almacenadas en el smartphone. Posee capacidad de diez hojas fotográficas e imprime a una resolución de 313 x 400 puntos por pulgada (ppp) en 40 segundos.
De diseño compacto, imprime fotografías cuadradas de 76 x 76 mm, tanto de la galería del mismo dispositivo como de un smartphone si se conecta por Bluetooth, funcionando así como una impresora fotográfica portátil. Además, este modelo viene con ocho hojas ya dentro y trae además otros seis cartuchos de diez fotografías cada uno. Imprime con tinta de sublimación (4PASS), que aporta protección contra el agua, las huellas dactilares y los rayos UV. Antes de imprimir se puede visualizar las imágenes tomadas en su pantalla LCD de 1,7 pulgadas.
Pensada para los más artísticos, permite experimentar con varios objetivos (ancho, ojo de pez y retrato) y tomar fotografías instantáneas de múltiple y larga exposición. Eso significa que el usuario puede combinar varios disparos en un fotograma, obteniendo resultados muy creativos. Tiene una apertura máxima de f/8, lo que se traduce en imágenes más luminosas y una mínima de f/22, para enfocar los detalles. Funciona con cuatro pilas AAA.
Inspirada en la mítica Polaroid OneStep de finales de los años setenta, cuenta con conectividad Bluetooth y siete opciones de disparo desde un smartphone: disparador remoto, temporizador, doble exposición, ‘lightpainting’, control manual de los parámetros de captura… Incorpora una batería de iones de litio recargable (por microUSB) que se carga por completo en dos horas, y ofrece hasta 60 días de autonomía. En cuanto a su impresión, emplea una película instantánea i-Type y es compatible también con las cargas 600 de la firma.