Probamos Bose SoundLink Flex, un altavoz portátil todoterreno
Resistente al agua, al polvo, a la luz ultravioleta y a la corrosión, reproduce desde Bluetooth con un sonido claro, nítido y sin distorsiones. Lo hemos probado.
Para usar en distintas estancias del hogar, llevar a una excursión o utilizar junto a la piscina o en la playa durante el verano. La gran resistencia y el diseño portátil del altavoz Bose SoundLink Flex hacen que sea ideal para todas estas situaciones, y muchas más.
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Todoterreno
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Y es que tiene certificación IP67, por lo que es capaz de soportar el agua (¡incluso flota!), el polvo y ciertos golpes, entre otros. Esta resistencia se intuye desde la primera vez que se sujeta, al tocar su suave acabado engomado en el que todos los elementos están perfectamente sellados. De hecho, su cubierta no se despega ni se descascarilla, según informa la propia marca, y es resistente a la corrosión por óxido, así como a la luz ultravioleta. Esto no quita que se trate de un altavoz compacto y con un diseño muy atractivo.
En cuanto a su interior, su transductor y radiadores pasivos, que se encuentran ubicados tras una rejilla de acero, han sido construidos con materiales altamente resistentes e impermeables, además de haber sido sellados herméticamente a su carcasa.
Con app propia
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Como cualquier otro altavoz Bluetooth, su emparejamiento es muy sencillo, aunque en este caso las instrucciones piden utilizar para ello la app Bose Connect que, entre otros, también es la responsable de que se pueda personalizar su configuración, mantener el software actualizado o emparejarlo con otros altavoces de la marca para crear sistemas de audio más completos. Por ejemplo, se pueden usar dos para crear un par estéreo.
Además, destaca la posibilidad de vincularlo con hasta 8 dispositivos diferentes, haciendo más fácil que distintas personas lo utilicen para escuchar su música.
Audio a la altura
¿Y qué decir de la calidad de sonido? En líneas generales, e independientemente del estilo de música o el volumen elegido, es nítido, claro y sin distorsiones, con agudos y graves bastante equilibrados. Lo consigue en un formato tan pequeño gracias a la incorporación de distintas tecnologías de la propia firma. Por ejemplo, un transductor que ha sido diseñado a medida para ofrecer el sonido más claro posible y unos graves contundentes y profundos; o una combinación de procesamiento de señal digital (DSP), el código propietario y los algoritmos personalizados que funcionan en conjunto con el fin de garantizar una calidad de sonido óptima donde quiera que se encuentre.
Además, da igual que se coloque en vertical o en horizontal, porque dispone de una tecnología (PositionIQ) que ajusta automáticamente el audio en función de cómo se sitúe.
Por lo demás, destacar que tiene micrófono, por lo que puede utilizarse como altavoz manos libres en conversaciones telefónicas, y ofrece una autonomía de aproximadamente 12 horas.
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Sobre el autor
Laura Pajuelo
Periodista amante de las nuevas tecnologías. Me encanta explorar cómo las TIC pueden convertirse en la mejor herramienta para lograr el (necesario) cambio educativo.
