En su vida diaria, los pequeños están expuestos a numerosos estímulos, estrés ante los exámenes, actividades, deberes, emociones mal gestionadas, dificultades en el aprendizaje… son personas multitarea que necesitan una vía de escape. El yoga es una gran opción para que puedan tomar un respiro, aprender a vivir mejor y crecer más sanos y, sobre todo, más felices.

Dentro de esta práctica, posturas como ‘el árbol’, ‘el guerrero’ o prácticas como ‘la respiración de la estrella’ o ‘crear mandalas’ son algunos ejemplos para que empiecen a sentirse fenomenal. Por eso, a continuación, describo algunas de ellas con mayor detalle con el objetivo de que cualquier docente o padre pueda introducirlas en su rutina diaria junto a los peques:

Postura de ‘El árbol’

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El árbol, maravillosa postura de Yoga que aporta equilibrio, concentración, atención, intención emocional de resistencia, fortaleza, crecimiento personal, seguridad al querer enraizar en la tierra…

El-Arbol

Para poder realizarla, apoya muy bien los pies en el suelo, con confianza y seguridad, levanta poco a poco la pierna izquierda en equilibrio y apoya el pie por encima de la rodilla derecha. Entonces, inhala y levanta los brazos por encima de la cabeza y junta las palmas de las manos. Dirige tu mirada hacia tus dedos o hacia un punto fijo para guardar mejor el equilibrio. Repite con la otra pierna. ¡Crece y crece, eres un árbol fuerte y robusto!

Respiración de la estrella

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La respiración es básica en Yoga y en la vida en general pero, eso sí, la respiración consciente. Es la que te ayuda a respirar de manera voluntaria, dándote cuenta de ello: respirar para sentirte bien.

Respiracion-De-La-Estrella

Nos ayuda a calmarnos, a centrarnos, a ser conscientes, superar miedos, ansiedad, a gestionar emociones, nos permite conectar con nuestro interior, facilita el autoconocimiento.

La ‘respiración de la Estrella’ es un gran ejemplo para practicar con los niños. Dibuja o imagina una estrella, con la forma y características que más te gusten, de muchos colores o solo uno, con brillo o sin él, con muchos vértices, con pocos… la estrella que tu quieras. Esta estrella te ayudará a respirar, sitúate en su perfil, inhala y sube por uno de sus vértices, exhala y baja; de nuevo coge aire y sube, exhala y baja… Sigue respirando por toda tu estrella y repite las veces que quieras. Muy importante, no tengas prisa, hazlo con calma, sintiendo cada respiración.

Postura del ‘Guerrero’

Otra postura fantástica para sentirse fuerte, valiente, poderoso… Es una postura que puede ayudar, además, en momentos de inseguridad, de miedo o de nerviosismo.

El-Guerrero Yoga Pequeños

Para realizarla, sitúate de pie, dobla tu pierna derecha, intenta que tu muslo quede paralelo al suelo y no adelantes la rodilla. La pierna izquierda bien extendida y fuerte. Coge aire, inhala y levanta los brazos por encima de tu cabeza, dirige tu mirada hacia tus manos. Vuelve al inicio, ahora adelanta la pierna izquierda y repite la postura con el otro lado. ¡Siéntete el guerrero más valiente!

Colorear mandalas

Quien dibuja o crea mandalas sabe todo lo que aportan. Calman la mente, relajan, potencian la concentración, la atención, nos ayudan a expresarnos y a desarrollar nuestra creatividad…

Mandala Yoga Pequeños

Se pueden pintar, colorear, pueden ser individuales, cooperativos, se pueden crear con elementos de la naturaleza (un día de campo en familia, con piñas, ramas, hojas, piedras…) podemos hacer mandalas humanos, con juguetes, con plastilina, con bloques de madera… hay infinitas formas de crear mandalas.

¿Qué beneficios tiene el yoga en el desarrollo infantil?

El Yoga aporta tantas cosas positivas a los niños que ojalá todos pudieran crecer con sus beneficios. Aquí os detallo algunos ellos:

  • Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión. El Yoga calma la mente, favorece estados y pensamientos positivos, hábitos saludables, equilibrio emocional y psicológico, lo que permite un mayor bienestar y calidad de vida en los niños y niñas.
  • Aumenta la capacidad de concentración y de atención.
  • Ayuda a los niños a descubrir su propio cuerpo, sus habilidades y talentos, a que conozcan sus limitaciones ayudándoles a superarlas, a sentirlas, a disfrutarlas...
  • Enseña a respirar conscientemente, a conectar con su interior. Y a usar la respiración como recurso eficaz cuando la necesites.
  • Facilita la expresión y gestión emocional.
  • Fortalece todos los sistemas corporales, el niño consigue mayor agilidad y flexibilidad, coordinación en los movimientos y en el equilibrio y mejora los hábitos posturales.
  • Les ayuda a conocerse personalmente, emocionalmente, físicamente… lo que significa poder mejorar y ser más feliz.
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