El método Total Physical Response (TPR) fue desarrollado en los años 60 y 70 del siglo XX por el profesor estadounidense James Asher. Al observar cómo los niños empezaban a entender y luego a hablar su lengua materna, decidió crear un método similar para aprender una lengua extranjera.
Tras su estudio, concluyó que los niños pequeños escuchan activamente el discurso de los adultos, tocan diversos objetos, repiten sus nombres, siguen instrucciones sencillas de sus padres, y sólo después intentan empezar a hablar de forma independiente. Así comprobó que las palabras y frases nuevas se recuerdan mejor si se apoyan en acciones.
Y es precisamente la acción el núcleo del método TPR: los alumnos repiten palabras y frases con diferentes matices emocionales, cogen varios objetos en sus manos, se mueven, bailan... Al mismo tiempo, el vocabulario se selecciona de forma que abarque el mayor número posible de verbos de movimiento.
Beneficios del método TPR
Entre las diversas ventajas de aplicar este método, destacan las siguientes:
- Facilita el estudio: asociar las nuevas palabras y conceptos con los movimientos adecuados ayuda a los pequeños a comprender mejor y más rápidamente el material de la lección. Normalmente, el menor realiza todos los movimientos con placer, sin darse cuenta de que en realidad está estudiando.
- Los ejercicios basados en el TPR pueden funcionar como un breve calentamiento y evita que los niños se aburran.
- Se aprende una gran cantidad de palabras y conceptos nuevos a través de un juego y sin necesidad de estudiar durante horas. Además, la capacidad de memorizar información nueva aumenta en un 200% cuando se aplica el TPR.
- Se puede aplicar a las clases presenciales pero también a las clases online.
Aplicado al aprendizaje de inglés
Conscientes de estos beneficios, Novakid, la plataforma digital para el aprendizaje del inglés como segundo idioma para niños entre 4 y 12 años, apuesta por aplicar este método en sus clases. Aseguran que, al contrario de lo que muchos podrían creer, el aula online es un lugar ideal para el ESL (el aprendizaje del inglés como segunda lengua extranjera) con juegos, canciones, bailes...
La propuesta de Novakid es conseguir, mediante el TPR, un aprendizaje basado en la inmersión lingüística individualizada y adaptada a cada alumno, fomentando la expresividad e interacción con cada uno. En las clases, aparte de los materiales interactivos y las manualidades, los profesores usan un enfoque comunicativo, una de las técnicas principales de este método educativo, que consiste en comunicarse con muchos gestos, expresiones faciales y movimientos para llegar a un entendimiento sin tener que traducir.
“Junto con el enfoque comunicativo, el método es tan efectivo que después de un mes de lecciones regulares, incluso los niños que no han estudiado inglés antes comienzan a comunicarse en esta lengua”, señalan desde Novakid.