“Echo de menos a mis compañeros”, “aprendo menos que en clase”, “es más difícil resolver dudas”… Estos son algunos de los comentarios que repiten los estudiantes españoles que, desde hace varias semanas, se ven obligados a continuar con su educación desde sus casas. Hemos preguntado a alumnos y alumnas de distintos niveles educativos (desde Infantil a carreras universitarias) por su experiencia.
Alba Rodríguez Brasero, alumna de 3º de Infantil en el Colegio Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina, Toledo)
Todas las mañanas, después de desayunar, intentamos hacer en casa lo mismo que en el cole. Así que pasamos lista (unos días lo hago yo y otros mi hermana Blanca, que está en 1º de Infantil) y hacemos la asamblea. Luego nos ponemos a hacer las fichas que tenemos como deberes y que tenemos que llevar al cole cuando volvamos. Y aunque al principio era muy entretenido, ahora a veces me aburren un poco y las voy dejando de un día para otro. Echo mucho de menos a mis compañeros y un día hicimos todos una videollamada para vernos, pero éramos muchos y fue un poco lío.
Adara Sierra Herranz, alumna 1º de Primaria en el Colegio Buenos Aires (Pinto, Madrid)
No me importa mucho que me manden las tareas a través de aplicaciones, y me gusta que utilicemos más vídeos y contenidos de YouTube que los que vemos normalmente en clase. Los utilizamos para reforzar lo aprendido en las fichas y en los libros. Nos mandan muchas tareas, aunque no todos los días tenemos la misma cantidad de deberes. Creo que aprendo lo mismo que cuando voy al cole, pero echo mucho de menos el patio, usar la pizarra digital, a mi profesora y a mis amigas.
Daniela Urdiales de Miguel, alumna de 2º de Primaria del CEBIP Santiago Apóstol (Villanueva de la Cañada, Madrid)
No me estoy adaptando bien porque estoy acostumbrada a la manera en que mis profesoras me enseñan en el cole. Las tareas que me mandan son suficientes porque cada día se dedican a unas asignaturas. Por ejemplo, lunes y miércoles: Mates y Lengua. Martes y jueves: Inglés y Science. Los miércoles también tengo Música y los viernes Educación Física. Estoy aprendiendo menos y lo que más echo de menos del cole es ver a mis amigos y jugar con ellos, también las clases de teatro y a mis profes Vivi y María. Lo positivo de estudiar en casa es que puedo hacer los deberes cuando quiera.
Natalia y Alba Cubillas Calleja, alumnas de 6º de Primaria y 3º de ESO en CEIP Ave María e IES Virgen de la Calle (Palencia), respectivamente
Aunque al principio nos costó un poco porque no sabíamos cómo iba a funcionar este método, nos hemos adaptado bien, ya que los profesores se han organizado adecuadamente para mandarnos los deberes. Consideramos que las tareas son suficientes, aunque ambas aprendemos menos que cuando vamos a clase: si no entendemos algo no tenemos al profesor para que nos lo explique como nos gustaría. Así que hay que hacer un esfuerzo mayor para entenderlo solas. Echamos de menos a nuestros amigos y nos gusta que no tenemos que madrugar tanto y podemos ir con calma sin necesidad de vestirnos rápido o desayunar corriendo.
Jaime Sáez-Bravo Sierra, estudiante de 1º de ESO en el Instituto Infante don Fadrique (Quintanar de la Orden, Toledo)
Al principio era un poco lioso tener que estudiar desde casa, pero ahora me gusta y hasta lo encuentro divertido. Me gusta más estar con mis amigos, eso sí. Ya he tenido videoconferencias para resolver dudas y repasar, he hecho deberes de todas las asignaturas que entregamos por distintas plataformas y hasta estamos haciendo exámenes. Algunos días son bastante estresantes, incluso que no me da tiempo a hacer todas las cosas que nos mandan. Este fin de semana, por ejemplo, tengo que hacer un examen de Educación Física.
Jose Jiménez Tejada y Daniel Jiménez Tejada, estudiantes de 1º de ESO del Colegio la Encarnación (Peñaranda De Bracamonte, Salamanca)
Nos hemos adaptado bien, nos mandan algunas tareas por videoconferencia y otras por las plataformas digitales, que ahora usamos más. Nos mandan las actividades suficientes y aprendemos, aunque es lo mismo que en clase. Lo que más se echa de menos es a los compañeros y profesores y también hablar con los amigos.
Pablo Palazón Velasco, alumno de 3º ESO en el IES Cartima (Estación de Cártama, Málaga)
Física y emocionalmente me encuentro bastante bien. Me suelo despertar y acostar todos los días a la misma hora. Desayuno y después, comienzo a hacer las tareas que nos van mandando los profesores. Para organizarme tengo una agenda, donde me apunto qué tareas son y la fecha de entrega de las mismas. Por las tardes, hago algo de deporte, a veces salgo un poco a pasear a mis perras, veo películas con mi familia y charlamos sobre esta situación. Lo que más me gusta es que tengo tiempo para hacer cosas que antes no hacía como por ejemplo: edición, modelaje 3D, fotografía, ocio, etc… Lo que menos me gusta de esta situación es que hay gente mayor que por desgracia se está contagiando y a causa del virus están falleciendo muchos ancianos. Eso me hace sentir un poco mal, ya que de pensarlo se me ponen los pelos de punta.
Pablo González, alumno de 4º de ESO del IES Juan Carlos I (Ciempozuelos, Madrid)
La verdad es que me costó un poco adaptarme a estudiar desde casa, porque no sabíamos dónde conseguir los deberes, trabajos y apuntes. Con ayuda de todos los compañeros de la clase lo solucionamos. A día de hoy voy bien, y reviso las tareas a diario en la página web del instituto por si hay cambios. Creo que los deberes son suficientes, y me gusta que vengan con vídeos explicativos. Aun así, creo que estoy aprendiendo menos: las dudas no se resuelven inmediatamente, por correo electrónico tardan un día o dos. Así que a veces necesito la ayuda de los compañeros de clase y los padres para comprender los ejercicios. Lo que sí me gusta es que en casa hay más tranquilidad para hacer las cosas y también más libertad para hacer las mismas.
Laura Jiménez Tejada, estudiante de 1º de Bachillerato en el IES Peñaranda (Peñaranda de Bracamonte, Salamanca)
Yo estoy siguiendo las clases vía Internet en algunas asignaturas, y en otras estoy utilizando videoconferencia. No me ha costado adaptarme a esta nueva situación de aprendizaje online, ya que en otras ocasiones, antes del confinamiento, he tenido que realizar trabajos por esta plataforma y no me ha supuesto ninguna dificultad. En algunas asignaturas sí he notado que han mandado más tarea de lo habitual, pero he aprendido lo mismo que cuando iba a clase. Lo que más echo de menos de mi centro educativo es a mis compañeros y el tener al profesor delante para preguntarle mis dudas, porque aunque nos las resuelvan por Internet, no es lo mismo. Lo positivo que veo en el estudio desde el hogar y a distancia, es que gracias a los materiales como el ordenador e Internet no perdemos horas de clase, y las podemos seguir a través de estas plataformas, y además así colaboro a que el problema de esta pandemia no sea más grande, porque aunque estemos en una zona rural también cumplimos el confinamiento.
Lucía Fernández Gallardo, estudiante de 4º del Grado en Periodismo, Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense de Madrid
La principal complicación no es que los alumnos nos adaptemos a trabajar vía web, sino que muchos de nuestros profesores han ignorado la necesidad de actualizarse y apenas saben funcionar de manera virtual. Desde que se decretó el estado de alarma y, por tanto, el confinamiento, sólo un profesor de los cuatro que tengo este cuatrimestre ha intentado dar clases y asignarnos tareas para que no perdiésemos el hilo.
Con este nuevo método resulta imposible aprender algo, porque nuestros profesores no están teniendo ni intención de dar clases, ni de explicar nada. Han tomado la vía sencilla de enviar apuntes para que, en un futuro incierto, podamos presentarnos a sus exámenes, obligándonos a aprender de forma autónoma y sin barajar otras opciones de evaluación.
Por eso, quizás lo que más eche de menos de la facultad es tener un método claro de estudio y trabajar con mis compañeros. Ya que, a pesar de que tenemos todo el tiempo del mundo, no se está teniendo en cuenta que no nos pueden pedir un rendimiento igual o mayor, porque estamos viviendo una situación de incerteza y miedo. Además, el simple hecho de no poder salir y pasar todo el día en casa nos está afectando física y psicológicamente. Como estudiante casi a punto de graduarse, esta situación está dejándonos con preguntas sin respuestas: ¿Qué va a ocurrir con el proyecto final de TFG? ¿Qué va a pasar con los alumnos a los que les han cancelado sus prácticas extracurriculares? ¿Y los que tenían intención de ejercer ya la profesión o de empezar una nueva formación en septiembre?