Gracias a la dactilopintura, los menores desarrollan el tacto, la creatividad y su personalidad a la vez que se divierten. Pasa un buen rato en familia con las siguientes manualidades para pintar con los dedos.
Pintar con los dedos es una actividad ideal para adentrar a los pequeños en el mundo del arte. Pero, además, tiene muchos beneficios para su desarrollo: estimula la coordinación motora y la psicomotricidad tanto de las manos como de los dedos, potencia la autoestima y fortalece la independencia. Solo hace falta pintura de dedos, un espacio con folios y cartulinas y la ropa adecuada por si se manchan para llevar a cabo algunas de las siguientes manualidades.
Índice de contenido:
Para empezar, se vierten varios chorros de pintura de distintos colores directamente sobre el lienzo repartidos sin un orden fijo. Después, con los dedos, se hacen movimientos circulares sobre la pintura para ir dando forma a las flores. Para que resalten, se incide sobre todo en el centro para diferenciarlo de los bordes, que deben tener un color más uniforme. Por último, se perfilan ligeramente las flores con un pincel fino y se marcan mejor los pétalos.
Para hacer esta actividad inspirada en un cuadro de André Derain, lo primero es trazar con lápiz el contorno del paisaje. No es necesario que el dibujo sea perfecto; basta con que sirva de guía para aplicar después la pintura. Con los dedos mojados en pintura, se comienzan a hacer pequeñas manchas sobre el papel, cubriendo primero el fondo del paisaje. Se recomienda utilizar distintos dedos para obtener huellas de diferentes tamaños y conseguir así un efecto más variado. Una vez seca la primera capa, se cambia de color y se continúa aplicando más puntos encima para crear profundidad y contraste.
Se empieza pintando el pico con pintura negra, aplicándola con precisión para definir bien la forma. Después se utiliza pintura blanca y roja para dar forma a la cabeza, se dibujan las alas en forma de abanico para simular que están abiertas y se añaden los demás colores: verde para el cuerpo, blanco para algunos detalles y azul en distintas zonas, mezclándolo con blanco en algunos puntos para crear matices. Para terminar, se aplica un nuevo toque de rojo en la cola.
Con un lápiz se dibuja la forma de un diente de león trazando líneas cortas y largas que salen desde un punto central, para a continuación repasar el dibujo con rotulador negro para que destaque. Con la yema de los dedos se aplica la pintura en diferentes colores, formando pequeños toques circulares en los extremos de cada línea. Es importante dejar un poco de espacio entre las huellas para que no se mezclen y el resultado sea más limpio y colorido.
Hay que pintarse toda la mano de color rojo y estamparla en un papel para crear el cuerpo del pez: el pulgar debe quedar hacia arriba para simular una de las aletas y añadir con un rotulador detalles como los ojos y la boca. Para completar el fondo marino, se pinta la arena utilizando distintos dedos creando así una textura con relieve. Finalmente, se dibujan las algas continuando con los dedos o con un rotulador verde, formando líneas alargadas que den sensación de movimiento.
Con pintura marrón, verde y amarilla es posible dibujar un árbol de lo más original. Se empieza creando el tronco y las ramas utilizando un dedo para hacer líneas rectas. A continuación, se representan las hojas dando pequeños toques con la yema cubierta de pintura verde y amarilla. Para finalizar, se puede incluir una base de ramas de los mismos colores en la parte baja del tronco.
La palma de la mano ayuda a dibujar divertidos cocodrilos, leones o cangrejos, entre otros animales que aparecen en este vídeo. Para el cocodrilo, por ejemplo, hay que mancharse bien de pintura: primero, se pinta la palma de verde para luego estamparla en un folio blanco; después, se cubren las zonas que hayan quedado sin color y se deja secar; por último, con un rotulador negro se dibujan los dientes del animal entre los dedos anular y corazón, el ojo y todos los detalles que uno quiera.
Con motas amarillas y marrones realizadas con el dedo se crea la piña. Después, se utiliza el verde para hacer las hojas que sobresalen por encima del fruto. Una manualidad sencilla para los más pequeños de la casa que puede servir para enseñar los nombres de distintos alimentos. Asimismo, es posible crear otras frutas como una manzana, una pera, una naranja…
Este paisaje primaveral se realiza, principalmente, utilizando la yema de los dedos para hacer pequeños puntos. Con el color verde se reproduce la hierba, y con un rotulador del mismo tono se dibujan tallos de distintos tamaños hacia la parte superior. Al final de cada uno se pinta un punto amarillo; los pétalos se pueden hacer de igual manera o de forma alargada moviendo la yema del dedo. Para completar la imagen, se puede añadir un sol o algunas abejas y mariposas.
Este vídeo recopila más de 30 dibujos para realizar con pintura de dedos: desde una mariposa con las suelas de los pies, hasta un dinosaurio con la palma de la mano. Una gallina con sus pollitos, la cara de una vaca, un flamenco, un búho… Todo es posible utilizando como base las manos, los dedos y los pies y un rotulador negro para añadir los detalles que dan forma a cada manualidad.
