La playa es el escenario ideal para que pequeños y mayores jueguen y se diviertan juntos; una actividad que, además, ayuda a mejorar la psicomotricidad fina, ya que muchas actividades requieren precisión y control, así como la psicomotricidad gruesa (moverse, levantarse, correr…). Proponemos distintos juegos clásicos para los que, además, se necesitan muy pocos elementos.

Balón prisionero

En la versión playera de este popular juego clásico se necesitan un mínimo de 4 personas. Para crear el campo de juego hay que dibujar un rectángulo en la arena y dividirlo en dos zonas iguales (una por equipo), dejando una zona de ‘prisión’ detrás de cada campo a la que irán los eliminados. Luego, cada equipo se coloca en su mitad del campo; uno lanza la pelota intentando golpear, de forma suave, a un jugador del equipo contrario y, si lo consigue, queda ‘prisionero’. Si agarra la bola, puede salvar a uno de los eliminados. Gana el equipo que elimine a todos los jugadores rivales.

Balón prisionero

Voleibol

Muchas playas tienen instaladas redes para jugar al voleibol aunque, si no hay, también se puede dibujar un campo en la arena. Es posible jugar con menores a partir de 4 años siempre y cuando la pelota sea ligera o inflable. Si los pequeños son más mayores, a partir de 8 años, se pueden aplicar algunas de las reglas básicas de este deporte, como no dejar que la pelota toque el suelo o realizar tres toques máximos por equipo. Igualmente, se pueden llevar a cabo variantes como el voleibol sentados o con globos de agua.

Voleibol playa

Limbo playero

El objetivo es pasar por debajo de una barra o palo sin caerse mientras se baila una canción. Es una actividad adaptable según la edad de los menores: si tienen entre 3 y 5 años pueden tocar el suelo con las manos y no hay eliminación, se celebra el intento; y si se juega con niños más mayores (a partir de 6 años) es posible seguir la regla clásica de pasar de espaldas y serán eliminados si tocan el palo o se caen, por ejemplo. También se pueden ofrecer premios ‘simbólicos’ para todos: al más flexible, al más divertido, al más bailongo…

Saltar las sombras

Es un juego muy simple para el que no se necesita ningún tipo de material. Para jugar un niño (o adulto) camina o corre y los demás deben saltar por encima de su sombra sin tocarla. El que pisa la sombra está fuera o pierde un punto; y se van turnando para que todos puedan saltar y ‘ser saltados’. También existen otras variantes como las sombras locas, en la que todos se mueven libremente y no pueden pisar absolutamente ninguna sombra (de personas, objetos, castillos de arena, etc.). Si alguien pisa una sombra, tiene que hacer un reto gracioso como bailar, cantar…

Carreras de cangrejos

Para hacerlo, los niños se sientan en el suelo. Apoyan las manos y los pies en la arena, con la tripa hacia arriba y usan brazos y piernas para avanzar ‘como cangrejos’ hacia atrás y hacen una carrera. Lo ideal es hacer este tipo de juego en arena húmeda porque es más firme y en una zona en la que tampoco haya muchas conchas o piedras que puedan molestar.

El juego del pañuelo

Se crean dos grupos situados en lados opuestos y a cada uno de los participantes se le asigna un número. El ‘árbitro’, colocado en medio, sostiene un pañuelo y dice un número: el jugador de cada equipo que lo tenga debe salir corriendo para atrapar el pañuelo y volver a su sitio sin que le pillen. También pueden competir todos los participantes al mismo tiempo si el árbitro dice “pañuelo”. Se trata de un juego de velocidad, actividad física y estrategia. 

La soga o el tira y afloja

Para jugar a este pasatiempo, que fue deporte olímpico a principios del siglo XX, no hace falta más que una cuerda y dos participantes o equipos. Debe dibujarse una línea o un punto equidistante entre ambas partes y mantener en él el centro de la cuerda (que se marca amarrando un pañuelo o con cualquier otro distintivo). Una vez que los jugadores tienen bien amarrada la soga, el juez o árbitro emite una señal: en ese momento tienen que empezar a tirar para que el centro de la cuerda sobrepase la zona central y llegue al campo propio.

juegos tira y afloja

Golf playa

En esta versión de golf hay que cavar agujeros en la arena, que  pueden ser de distinta profundidad y de tamaños variados y estar situados en una montaña de arena, en llano, en la orilla… o creando un recorrido. ¿El objetivo? Introducir en ellos una pelota (de cualquier tamaño), para lo que se permite utilizar los pies o las manos, según lo que acuerden los jugadores antes de empezar. 

Bolos

Aunque hay juegos de bolos diseñados para el exterior y fáciles de transportar, también se puede crear tirando de la imaginación, con botellas o latas de refrescos, por ejemplo, y con pelotas de distinto tamaño. Es posible dibujar la pista en la arena u optar por una versión más libre. 

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Búsqueda del tesoro en la playa

La arena es genial para organizar una búsqueda del tesoro, ya que es muy fácil ocultar objetos en ella. Los adultos se encargan de enterrar materiales como palas para hacer castillos, moldes para la arena o, incluso, una botella con un mensaje secreto, mientras que los menores son los responsables de encontrar y desenterrar los tesoros. Con un mapa o unas instrucciones para comenzar, pueden imaginar que son piratas en busca de su botín. El que más objetos encuentre, gana.

juegos playa Búsqueda del tesoro en la playa

Carrera de relevos

Este juego tiene múltiples opciones, se puede hacer con objetos como las palas de la arena o con cubos de agua. Por ejemplo, se hacen equipos, se colocan dos cubos en la orilla a cierta distancia de ellos y se da la señal de salida. Tendrán que rellenar los cubos y volver sin que se caiga el agua para pasarlo a un compañero que lo lleve hasta otro punto. El equipo que primero lo consiga ganará la partida. A esta carrera de relevos se pueden sumar más obstáculos y paradas como, por ejemplo, saltar sobre algún objeto. 

Castillos en la playa

En una playa de arena fina y sin piedras, con la ayuda de un cubo y alguna pala o rastrillo, los pequeños dejarán volar su imaginación creando las mejores construcciones con la arena. El agua del mar les permitirá dar forma y consistencia a sus castillos, que pueden estar rodeados de muros, túneles y puentes. ¡Cualquier cosa es posible mediante la creatividad!

Castillos en la playa

Dibujos en la arena

La arena es un lienzo perfecto para dibujar todo lo que los menores imaginen: paisajes, animales, personajes de sus dibujos animados favoritos. Al terminar, pueden decorar su obra con elementos que encuentren en la playa como algas, piedras, conchas o caracolas. Asimismo, pueden ir un paso más allá y crear esculturas con arena y algunas ramas. 

Entierro en la arena

Este clásico juego no puede faltar en un día de playa. Después de hacer un hoyo con la medida del cuerpo del pequeño o del adulto, es el momento de introducirse en el agujero y llenarse de arena hasta el cuello. Aquellos que se queden fuera pueden esculpir alguna figura como una sirena, una momia o un pez y decorarla.

Entierro en la playa

Tres en raya

Basta con dibujar el tablero en la arena y recoger tres piedras o conchas de un color y otras tres de otro. La cuadrícula puede ser tan grande como uno quiera y también se pueden utilizar objetos como cubos o flotadores a modo de fichas. Como en el original, la idea es conseguir una línea de tres antes que el oponente.