¿Es posible favorecer el aprendizaje a través de juegos tradicionales para practicar inglés como el pañuelo, el «pilla-pilla» o el «teje»? Sí. Nos lo cuenta Luis Anes, maestro de Primaria en el CEIP San Jorge Palos de La Frontera (Huelva).
Juegos tradicionales para practicar inglés
Si hay una palabra que defina la infancia y su esencia, ésta es el juego. El valor de la experiencia, el “hacer”. Con la experiencia comienza el aprendizaje, en la experiencia se afianza y en la experiencia se vuelca. Práctica, experiencia, investigación, reflexión, creación, invención… ¿Método científico? ¿Acaso no es así la propia vida? ¿Acaso no es así el juego? ¡El juego es vida!
Como docente tengo una gran premisa: si se puede hacer, mejor hacerlo antes que decirlo. Ya sea creándolo, ya sea recreándolo, con experimentos… ¡Jugando! No se trata de “jugar sí o jugar no”. Se trata de cuántas variables de juego podemos ofrecerles para aprovechar ese aprendizaje natural. Y en ese aspecto, los juegos tradicionales son un magnífico recurso. Juegos con los que han disfrutado tantas generaciones que no pueden faltar nunca, porque además son un éxito asegurado. Solo hace falta relacionarlos con nuestros objetivos y aprendizajes que perseguimos.
No olvidemos además que los chavales son seres sociales, deben interactuar con los demás. Es necesario dotarles de herramientas sociales y destrezas para comprender el mundo que les rodea. Les ayudará a desarrollar valores y las distintas inteligencias para su inclusión en el entorno. Porque portarse bien no significa estar callado e inmóvil en clase… El camino fácil para un docente es tener al alumnado cual 26 estatuas… ¿Es eso control y orden? ¡Noooo! Control y orden es tener una clase activa y participativa mientras sabes que no se te irá de las manos. Además, es necesario dotarles de herramientas sociales como son la comunicación oral y corporal.
Juegos propuestos
Rompe la monotonía e intenta usar distintos espacios. Utiliza el poder del juego. Toda asignatura tiene el potencial de ser atractiva, activa, vivencial, dinámica y divertida para el alumno.
El juego del pañuelo en una clase de inglés. Toda asignatura tiene el potencial de ser atractiva, activa, vivencial, dinámica y divertida para el alumno. ¿Alguien diría que no estamos repasando la gramática de la unidad a nivel oral?
El juego del “pilla – pilla”. Podemos también llamarle cómo practicar oralmente hasta 150 estructuras gramaticales en media hora sin que se den cuenta. Además, realizamos ejercicio físico y mejoramos la psicomotricidad.
El juego del “teje”. Hemos sustituido los números por vocabulario de la familia. Para poder avanzar deben saber decirlos todos. Para cambiar la cara a una asignatura no hace falta mucho. Cambiamos de espacio, fomentamos buenas relaciones sociales, repasamos jugando… Todo con una tiza.
El aprendizaje por placer, eso es el juego. Que estemos dando pasos hacia una nueva escuela y otras formas de afrontar los aprendizajes no es ni ser más condescendiente ni más severo. Es un cambio de mentalidad necesario en una escuela para el siglo XXI. El docente debe utilizar todas las herramientas a su alcance para no ‘el aprobado’ sino que el aprendizaje sea efectivo. Salgamos de nuestra zona de confort.