En un contexto educativo que prioriza la inclusión, la creatividad y el aprendizaje significativo, desarrollamos un proyecto multidisciplinar en el que participaron nueve niños y niñas de diferentes edades, desde 1º hasta 6º de Primaria, con talentos e inquietudes distintas al resto. De hecho, hay algunos con necesidades específicas de apoyo educativo por altas capacidades. 

Lo hicimos integrando los principios STEAM con el ODS nº 3 – Salud y Bienestar– gracias a la metodología Aprendizaje-Servicio: nuestro objetivo era contribuir directamente al bienestar de un menor con discapacidad física, mientras fomentábamos la investigación y la innovación entre el alumnado.

Imaginar la vida sin una parte del cuerpo

El proyecto comenzó con una serie de actividades reflexivas que estimularon la empatía de los estudiantes. Les propusimos imaginar su vida sin una parte del cuerpo y, a partir de sus inquietudes, surgieron preguntas que se convirtieron en el motor de nuestra investigación:

  • ¿Nuestra vida sería igual?
  • ¿Podríamos ser felices sin una parte del cuerpo?
  • ¿Cómo sería nuestro día a día?
  • ¿Habría diferencias entre vivir con una discapacidad en España y en otro país?

Estas cuestiones llevaron a los estudiantes a analizar su entorno, desarrollar habilidades de observación y a cuestionarse la realidad desde una perspectiva más inclusiva. Esta primera fase ayudó a crear un ambiente de confianza y colaboración entre los estudiantes, marcando el inicio de una experiencia educativa transformadora.

Creación de una prótesis ortopédica con materiales reciclados 

Después, partiendo de las fases de un proyecto de investigación y organizados en equipos heterogéneos, los alumnos investigaron diversas realidades vinculadas a la discapacidad y crearon infografías para presentar sus hallazgos. Durante esta etapa, trabajaron competencias clave como la comunicación oral, la expresión escrita y el trabajo en equipo. Posteriormente, avanzamos hacia el diseño y creación de prótesis ortopédicas con materiales reciclados como cartón, plástico, gomas y palos de fregona. La experiencia práctica reveló la necesidad de estabilidad y resistencia en nuestras prótesis, lo que llevó a mejorar los diseños para mejorar su funcionalidad. Durante el proceso, el alumnado realizó bocetos, tomó medidas y exploró diversas soluciones para garantizar que las prótesis fueran útiles y resistentes. 

creación de una prótesis ortopédica

La ayuda de la tecnología

También exploramos con piezas de construcción Mecathech adquiriendo habilidades de ingeniería, para comprobar si podíamos construir robots a los que les faltara una pierna y pudieran mantenerse en pie, comprobando la inestabilidad de los mismos. 

Por otro lado, en el aula del Futuro del centro, los estudiantes exploraron el uso de una impresora 3D con el apoyo de Mario Cerezo, profesor de la Facultad de Formación del Profesorado y colaborador del Proyecto Nodo. Con él también aprendimos a usar Tinkercad para diseñar y fabricar componentes ortopédicos (en el caso de los alumnos de 5º y 6º), y experimentamos con lápices 3D para crear modelos iniciales con el alumnado de los cursos de 1º y 2º, uniendo creatividad y tecnología en un proceso motivador y enriquecedor. Así pues, cada elaboración durante este proyecto fue una oportunidad para reflexionar sobre los retos enfrentados y proponer mejoras creativas. Este enfoque práctico y experimental les permitió desarrollar habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas.

creación de prótesis ortopédica

El uso de estas herramientas tecnológicas por parte del alumnado no sólo amplió el alcance del proyecto y la motivación de los estudiantes, sino que también les inspiró a considerar nuevas posibilidades de aplicación. La impresión 3D se convirtió en un puente entre la teoría que estábamos abordando y la práctica, demostrando cómo la tecnología puede ser una herramienta clave para abordar problemas complejos de manera creativa y efectiva.

Puesta en marcha

Al finalizar, probamos nuestras prótesis en un circuito que simulaba los retos de movilidad que podían encontrar las personas con movilidad reducida en el entorno. Aunque algunas creaciones fueron exitosas y otras menos, esta actividad nos permitió reflexionar sobre el aprendizaje obtenido y valorar el proceso más que el resultado. Asimismo, organizamos un taller de robótica con Robot Mouse, donde el alumnado programó para responder preguntas relacionadas con el proyecto, consolidando conocimientos de una manera lúdica.