Las tabletas gráficas son unos periféricos que se conectan al ordenador y que pueden utilizarse para dibujar, a modo de ratón o como una pizarra digital con la que complementar las explicaciones a los estudiantes durante las clases online. Son muy versátiles y para sacarles el máximo partido hay que contar con un buen modelo, así como con programas adecuados para trabajar con ellas. Antes de adquirir uno de estos dispositivos es importante tener en cuenta diferentes claves que te proponemos y que te ayudarán a escoger la que más se adapte a tus necesidades. 

Tipos de tabletas gráficas

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El primer paso es conocer los distintos tipos que existen y cuál es el que mejor encaja en función del uso que se le piensa dar. 

  • Sin pantalla. Están formadas por un cable que va directo al ordenador, un USB y el cuerpo de la tableta, más el lápiz. Una vez conectadas al equipo, incluyen un driver de instalación para calibrarlas y habilitar la presión del lápiz. Normalmente se utilizan a modo de ratón, para controlar el ordenador de una manera más precisa, y pueden trasladarse de manera cómoda para utilizarlas desde cualquier lugar. 
  • Con pantalla integrada. Están pensadas para tenerlas siempre en un sitio fijo, pues su conexión es más compleja y son más difíciles de transportar. Para poder utilizarlas hay que conectarlas a un enchufe y a un monitor a través de un cable HDMI. Permiten escribir o dibujar y que este contenido aparezca proyectado en la pantalla del ordenador. 
Claves Para Escoger Tabletas Gráficas

Una vez conocidos los modelos, hay que hacerse una pregunta: ¿para qué la voy a utilizar? Si no se tienen muchos conocimientos sobre su funcionamiento y se quiere comenzar a usarla a modo de ratón, lo recomendable es hacerse con un modelo sencillo y económico. Si, por el contrario, se quiere usar para diseñar, dibujar o como complemento para clases online o presenciales, lo idóneo es buscar un modelo más completo. 

Tamaño de la pantalla 

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Otra cuestión a tener en cuenta es el tamaño de la tableta, cuyas dimensiones difieren dependiendo del uso que se le vaya a dar o del tamaño que tenga también el ordenador con el que se va a emparejar para trabajar desde ahí. Normalmente existen varios tamaños: tableta ‘L’,  que tiene un tamaño de un folio Din A4; ‘M’, que hace referencia al tamaño de un folio doblado por la mitad y, por último, ‘S’, que se corresponde a un folio A6. 

La superficie de la tableta que se escoja mapeará la pantalla del ordenador, por lo que si es muy grande, lo mejor es escoger el modelo ‘L’ para que la correspondencia entre lo que se escribe y lo que se proyecta en la pantalla del dispositivo tenga la mayor correspondencia posible y, además, aporte un mayor nivel de detalle a lo que se vaya a crear. Si se va a trabajar con un portátil, los modelos ‘M’ y ‘S’ pueden utilizarse de manera más cómoda. 

Resolución y presión 

Esta prestación hace referencia a las líneas por pulgada, más conocidas como LPI, que están sujetas a varios niveles de presión. Cuantas más líneas haya en una pulgada, mayor precisión tendrá el equipo al digitalizar aquello que se esté realizando. Una aproximación a las líneas por píxel en función del tamaño son las 2.540 LPI para los modelos más pequeños y más de 5.000 para las tabletas grandes. Por lo tanto, si se quiere una tableta gráfica o digitalizadora con la mayor resolución posible, habrá que tener en cuenta estas cifras para buscar el modelo que mejor se corresponda con ellas. 

La presión es otro elemento a tener en cuenta ya que influye en la capacidad de recibir los movimientos del lápiz que se utilice sobre ella. Cuanta más valor de presión tenga una tableta, será capaz de captar con una mayor precisión los movimientos del bolígrafo táctil. 

Conectividad y colaboración 

HDMI, USB, Wi-Fi, Bluetooth, VGA… Dependiendo del modelo seleccionado contará con unas determinadas características de conectividad. Esto puede tenerse en cuenta dependiendo de si se quiere un modelo básico que únicamente vaya a conectarse con un ordenador o si se necesita un dispositivo al que se puedan conectar más periféricos. 

Si, además, se le quiere sacar el máximo partido a la tableta más allá de utilizarla como un lienzo en blanco, habrá que buscar un modelo que pueda sincronizarse con otros programas o servicios. Que, por ejemplo, sea compatible con sistemas operativos Windows o Mac o que pueda sincronizarse mediante servicios en nube.

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Lucía García López

Periodista, redactora y feminista. Me gusta el cine, la música, el arte y la política. Aprendiendo día a día. Convencida de que la cultura es la mejor arma de transformación