Descubre cómo sacar partido en clase al Visual Thinking

El Visual Thinking o Pensamiento Visual aprovecha las posibilidades comunicativas de la imagen para expresar pensamientos e ideas, independientemente de su complejidad. Te contamos cómo funciona y sus aplicaciones en las aulas.
Los niños aprenden antes a dibujar que a leer y escribir: la imagen es el medio de expresión que utilizan en sus primeros pasos. Por esta razón, la filosofía del Visual Thinking constituye una metodología muy útil para trabajar en clase, especialmente en Educación Infantil. De hecho, es una de las tendencias educativas en auge en la actualidad.
Utilizando las técnicas del Pensamiento Visual se pueden facilitar a los alumnos la comprensión y la relación de ideas complejas y pensamientos, sin recurrir en ningún momento a la palabra. Su éxito tiene una explicación: el cerebro humano está entrenado para asimilar imágenes y dibujos con una gran facilidad y con mucho menos esfuerzo que un texto.
En una época donde predomina el exceso de información, el Visual Thinking permite interpretar lo visual y convertirlo en una fuente directa de aprendizaje. Dibujar conceptos en la pizarra, recurrir a mapas mentales o a apuntes visuales son solo algunos ejemplos de cómo poner en práctica esta técnica en clase.