Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que figuran en la agenda que la ONU aprobó en 2015 es mejorar el acceso a energías más sostenibles y no contaminantes. En este plan se marca el año 2030 como fecha límite para su cumplimiento y para conseguirlo han de estar implicados todos los actores sociales, incluido el sector educativo.

En este sentido, los centros ya deberían haber puesto en marcha iniciativas para propiciar un consumo más sostenible y favorecer el ahorro energético. Para no hacerlo a ciegas, pueden recurrir a la Guía de Ahorro y Eficiencia Energética en Centros Docentes, publicada por la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom) y elaborada en colaboración con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

En ella se recoge que la calefacción, iluminación y climatización suponen alrededor del 70% de toda la energía consumida en los centros escolares. Un gasto que se puede reducir siguiendo alguna pautas muy sencillas. Por ejemplo, aislando correctamente las tuberías de las instalaciones de calefacción, utilizando lámparas led y más fuentes de luz natural, o recurriendo a sistemas que regulen la temperatura de forma automática.

Proyecto 50/50 para el ahorro de energía

Para abordar mejor el compromiso de los centros educativos con el ahorro energético, desde la Comisión Europea se puso en marcha Euronet 50/50 MAX. Un proyecto nacido en Alemania y que tenía como objetivo favorecer el ahorro energético en los edificios públicos, incluidos 500 colegios distribuidos por diferentes países de la Unión Europea.

El primer municipio en poner en marcha Euronet 50/50 en nuestro país fue el Ayuntamiento de Rubí (Barcelona) bajo el proyecto “Rubí Brilla”. El primer año sus 17 centros consiguieron un ahorro neto conjunto de algo más de 45.000 €.

Agua Ahorro Energía

La metodología 50/50 consiste en que el ayuntamiento –que en el caso de las escuelas públicas es el que paga las facturas– y el centro escolar firman un compromiso por el que la escuela lidera un conjunto de buenas prácticas de consumo sostenible. El consistorio, por su parte, se compromete a devolver el 50% del ahorro económico conseguido para que el centro lo emplee en otros proyectos.

En el programa participaron 104 centros españoles y, aunque ya está cerrado, se puede acceder a todo el material y herramientas necesarias para implementar medidas de ahorro y acceder a diverso material educativo. Algo que no dudaron en hacer los cinco centros educativos del Ayuntamiento de Madrid que recibieron el premio “Proyecto de Eficiencia Energética y Cambio Climático 50/50” del curso 20017/2019.

Los CEIP Pi i Margall, Vázquez de Mella, San Ildefonso, Bolivia e Isaac Peral consiguieron ahorrar 14.590 kw/h en energía eléctrica y 3.887 m3 en gas natural, lo que supuso un ahorro económico de 8.754 €. Un resultado que han conseguido con medidas tan sencillas como la creación de “patrullas verdes” para vigilar un correcto uso de luces, interruptores, grifos, calefacciones y ventanas.

Ahorro y educación medioambiental

Recogiendo la experiencia del proyecto “Rubí Brilla” y en consonancia con las iniciativas de la empresa de no lucro Ecooo, en 2016 surge EcoooLocal. Su objetivo es mejorar la gestión de la energía a partir de la participación ciudadana y esto incluye a los centros educativos.

Luz Ahorro Energía

Desde esta organización han impulsado proyectos como el de Alpedrete. En esta localidad madrileña decidieron que había llegado el momento de hacer algo cuando comprobaron que el gasto energético y de agua de sus tres colegios públicos suponía un 16,2% del presupuesto del ayuntamiento en estas dos partidas. En cada centro se organizó una “patrulla verde” encargados de gestionar tareas como apagar todos los ordenadores al final de la jornada o reducir el caudal de agua de los grifos.

Uno de los últimos municipios en unirse a la iniciativa ha sido Utiel (Valencia), donde los colegios representan el 6% del coste energético municipal, lo que en cifras totales supone más de 44.000€ al año. "Con este proyecto estamos concienciando y educando en el ahorro energético y la lucha contra el cambio climático y así lo transmitirán los estudiantes en sus casas y lo aplicarán cuando sean personas adultas", explica Pablo Torres, concejal de Educación de este ayuntamiento.

De esta forma no solo se consigue ahorro económico, también es una forma de transmitir valores medioambientales al alumnado y que sean conscientes de la importancia de realizar un consumo sostenible de la energía.

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Noelia Hernández

Periodista contadora de historias y escribiendo sobre tecnología desde hace casi dos décadas. Totalmente de acuerdo con Hesíodo, poeta de la Antigua Grecia: "La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que se es capaz de ser"