Mindfulness es la habilidad para estar en el momento presente, sin juicios, con apertura y amabilidad hacia la experiencia de este mismo instante. Es la habilidad que permite no sentirse devorado por un torbellino emocional, ni por una espiral de pensamientos negativos. Facilita estar, sentir y regularse en el ‘aquí y ahora’. Su práctica es un recurso cargado de múltiples beneficios y que, además, puedes realizar en familia.

Construir una familia ‘mindful’ permitirá crear el equilibrio necesario para surfear cada día las grandes y pequeñas olas que la maternidad y paternidad ofrece. Pero, es importante recordar que los niños aprenden más por lo que ven que por lo que escuchan. Por tanto, la práctica personal de los mayores será uno de los pilares fundamentales para que ellos también se inicien en ella  y, encuentren su propia motivación. 

Juegos mindfulness para familias

Ya iniciado en esta aventura ‘mindful’, existen multitud de juegos para que se conviertan las rutinas diarias en momentos de encuentro, reconocimiento, equilibrio y aprendizaje. 

Mindfulness En Familia
  • Crear una ‘cabaña de meditación’. Ese lugar especial donde reunirse para compartir y establecer rituales y hábitos cotidianos de pertenencia, hechos que favorecerán la sensación de seguridad y estabilidad.
  • Iniciar y terminar el día con un ‘baño de silencio’: Para ello, es necesario apagar el televisor y las pantallas y centrarse en sentir solamente la respiración consciente. El ‘baño’ será de 20 o 60 segundos, según la edad del menor, e irá incrementándose. Al levantarse por la mañana uno está más relajado, por lo que recomiendo iniciar el día con un ‘baño’ de respiración profunda. Simplemente, consiste en prestar atención al movimiento de la respiración en el cuerpo. Puede ayudar el tacto de las manos sobre la barriga, en el pecho o cada una en uno de estos lugares.
  • Realizar ‘paseos conscientes’. Los desplazamientos en familia a diario se convierten en una oportunidad de práctica informal de mindfulness. Cogerles de la mano, les permitirá percibir la estabilidad de su madre o padre y su ritmo calmado y seguro. Y, además, permite enseñarles a mantener una actitud atenta y curiosa. Así, es posible ir descubriendo en el mismo trayecto de cada día todas las diferencias que hoy existen en él o detalles en los cuáles no habíais reparado. Cultivar cada día la curiosidad, la apertura y la atención al momento presente serán un entrenamiento fascinante para la mente.
  • Practicar la gratitud con el juego ‘gracias vida’. Se trata de cerrar suavemente los ojos, hacer unas respiraciones conscientes hasta sentirse calmado y en atención plena al momento presente. Es entonces cuando se busca tres cosas positivas que hayan ocurrido en el día. La mesa antes de cenar, la cabaña de meditación o en el momento de acostar a tu hija/o son lugares y momentos idóneos. Tras la meditación, cada uno compartirá en grupo las tres cosas más positivas de su día, lo que más le haya gustado.

Crear una familia ‘mindful’ y convertir rutinas en juegos de encuentro consciente es ofrecer a los hijos la presencia plena y en calma que les llenará de los recursos necesarios para aplicar en su vida porque, ya que no podemos elegir lo que nos sucede, sí podemos elegir cómo vivirlo. 

Cultivar un clima de equilibrio en la familia reportará múltiples beneficios para los menores y adolescentes. Aprenderán a vivir plenamente y a convertir cada momento en maravillosos instantes compartidos. Crecer en familia es el mejor lugar seguro y confiable donde seguir creciendo con amor.

Feliz camino.

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