"Hacia una educación sin estrés", por Javier Palazón

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&Quot;Hacia Una Educación Sin Estrés&Quot;, Por Javier Palazón
Estrés

Javier Palazón Hace poco un buen amigo docente me contaba que su hija de 13 años está estresada y bastante desmotivada porque las notas no terminan de acompañar su enorme esfuerzo académico. A la cantidad desmesurada de deberes a los que tiene que hacer frente a diario se une el hecho de que es una niña que necesita su tiempo para hacer las tareas, incluso para terminar un examen, con la consiguiente penalización académica que esto le acarrea.
No creo que se trate de un caso aislado, sino que lamentablemente hay cada vez más estudiantes que, a pesar de su corta edad, conocen ya los sinsabores del estrés y la falta de motivación: dos males ya endémicos de la sociedad en la que vivimos y que comienzan a echar raíces en el sistema educativo.

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Educación sin estrés

Escuchar que una estudiante tan joven está pasando por una situación así me produce una honda tristeza. No quiero entrar aquí en el debate sobre la idoneidad de los deberes, pero sí abrir una reflexión sobre la necesidad de replantear todos aquellos hábitos que puedan conducir a situaciones como estas. ¿Es realmente necesario acabar el temario caiga quien caiga a costa de llevar al alumnado con la lengua fuera todo el año? ¿No será mejor que los estudiantes desarrollen las competencias básicas que les corresponden por su edad de una forma distendida y motivadora que hacerlo mediante un auténtico atracón de ejercicios y actividades fuera y dentro del aula? ¿Tiene sentido que carguemos a nuestros hijos con todo tipo de actividades extraescolares que muchas veces sólo sirven para reducir a meramente anecdótico el tiempo que tienen para jugar y divertirse?
En el mundo en el que vivimos, expuestos a miles de estímulos por minuto procedentes de las nuevas tecnologías y redes sociales, es más necesario que nunca echar el freno, dedicar más tiempo a la reflexión y propiciar una educación calmada en la que el alumnado disfrute del placer de aprender y pueda satisfacer su curiosidad y su motivación innata.
Este editorial se incluye en el nº 22 de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa. Para recibir un ejemplar de la publicación en tu centro o domicilio, sólo tienes que suscribirte a través de la página web o llamando al 91 547 00 95. 

6 Comentarios
  • Estoy haciendo un máster de profesor de secundaria y para ello hago también prácticas en un instituto.
    He encontrado la enseñanza y los métodos usados por los profesores aberrantes, desmesurados, desmotivadores, carentes de aliciente y por supuesto y sobre todo sin una pizca de empatía, ni comprenden, ni les importa, ni siquiera se plantean que está pasando.
    La expresión más común que he visto asociada al fracaso escolar es «claro como no estudian», y con eso lo justifican todo.
    Por ejemplo:
    La asignatura de música: No hay una sola audición, no hay motivación para que los alumnos puedan siquiera experimentar algún sentimiento hacia ese arte, todo se limita a tragarse de memoria unos soporíferos apuntes, que a la hora del examen el alumno tiene que reproducir (donde ni siquiera saben cómo suena eso que deben memorizar) es como si te examino de un perfume y no tienes olfato.
    Otra asignatura, que me desconcertó, Educación física, pues resulta que también tiene apuntes y exámenes en papel sobre memeces.
    Yo estoy con la tecnología, por supuestísimo sólo valoran el conocimiento mediante atracón de contenidos a memorizar.
    Comprendo perfectamente que los alumnos estén estresados, y muchos se han rendido, han tirado la toalla y se consideran a ellos mismos como incapaces de aprender, lo que obviamente realimenta la frustración y los conduce de cabeza al fracaso escolar.
    Yo podría aceptar que ciertos contenidos que son pilares básicos (las matemáticas y poco más) tengan ser superadas en pruebas de conocimiento.
    Para el resto de contenidos lo verdaderamente importante, es despertar en los alumnos «Curiosidad» y de ahí «Pasión», con esos ingredientes cada uno elegirá su camino en la vida.
    Pero la enseñanza es ciega, sólo valora números, ignora a las personas,sus circunstancias, nadie transmite motivación.
    Para mi está siendo una experiencia demoledora.
    Yo cambiaría tantas cosas.

  • no creo que todo sea problema de la educación academica, mucho trabajo empieza en el hogar, un lugar que hoy prácticamente solo existe para lo material, comida y sueño, pero… ¿ y las palabras?, el hablar en familia, los abrazos, las tareas del hogar… ¿donde quedaron? como profesor veo mas falta del cariño familiar y del pasar horas con las familias, las nuevas tecnologias se han apoderado de todo el ambiente, pero de eso no se habla.
    mi experiencia me dice que… quien tiene una familia que exige, habla, se abraza, se escucha, da igual como sea el trabajo o estudio ha realizar en el aula que sale adelante, pero cuando en la familia no hay comunicación… es cuando el alumno suele tener poca motivación, eso si, (quitando los que por circunstancias tengan otros problemas), pero en general cuando en una familia no hay comunicación, ni respeto… en clase… difícil.
    échale un vistacillo

  • Nuestro trabajo como docentes consiste entre otras cosas, en seleccionar la metodología más adecuada para cumplir con la programación. Nadie nos obliga a sobrecargar de trabajo a los alumnos ni a nosotros mismos con infinidad de exámenes. Los libros de texto están hechos para que tengamos material de sobra, pero ninguna familia entenderá pagar 40 euros por un libro que se queda por la mitad. La culpa es de los libros de texto usados sin criterio.

  • Mercedes. Pienso y lo he puesto en práctica como docente que los alumnos deben hacer todo lo que más puedan en clase. Que realicen las actividades. Lean.y explicarles cuantas veces sea necesario. No cansarse de enseñar y explicar. Moverse. No explicar y quedarse sentado y decir si aprenden que aprendan

  • Agobiante la carga de trabajo impueta a los niños, yo los llamo basura, pues de que le sirve memorizar datos que no lis preparan para la ruda realidad laboral, inculcarles valores, arte, música y literatura es la verdadera educacion, motivar el debate, exponer sus ideas y sentimientos, en un marco de respeto recíproco, es lo mejor. El insistir en aplicar examenes es aberrante, debe existir una evaluación personalizada, no estándar, pues ya se ha demostrado la diversidad de inteligencias y habilidades.

  • Yo soy, madre de una niña de 13 años y estoy extenuada, drenada y supremamente preocupada por ver lo que El sistema escolar ha hecho con toda mi familia especialmente con mi hija estudiante de 7 Grado. Tal pareciera que a los docentes solo les importa cumplir con una planificación elaborada para la empresa escolar… Es decir cada colegio quiere ganar raiting en el medio, así atiborran al estudiante y lo sume en una carrera sin control y absurda. No entiendo porque el proceso de aprendizaje NO PUEDE SER FELIZ. La verdad no se está educando, se está enseñando a los chicos a luchar sin valores por ganar notas que no reflejan un aprendizaje. Que dolor y tristeza me causa esta situación que todo el sistema se empeña en presentar como la normalidad.

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