La profesión docente es una en las que más se sufre el llamado síndrome ‘burnout’ o síndrome del trabajador quemado: una pérdida progresiva de energía que trae consigo síntomas como agotamiento, problemas de ansiedad y depresión y desmotivación laboral. Así lo corrobora el reciente informe ‘El profesorado en España 2023’ realizado por la Fundación SM, que analiza cuestiones relacionadas con la docencia, como el malestar docente, el por qué se elige esta profesión o el estado anímico de los trabajadores. Concluye que 1 de cada 3 docentes ha padecido falta de ilusión a lo largo de su carrera; y 2 de cada 5, agotamiento, ansiedad y depresión. 

Miedo a la intimidación y los insultos

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Los profesores con más años de experiencia son los que presentan mayores síntomas de malestar, debido a que han estado expuestos a situaciones emocionalmente exigentes durante más tiempo. Ser intimidado o insultado verbalmente por el alumnado, atender las preocupaciones y/o demandas excesivas de las familias, adaptar las clases para alumnado con necesidades especiales, atender el bienestar socioemocional y la salud mental de los estudiantes o tener que mantener la disciplina en el aula son algunas de las situaciones que más estrés les causan; precisamente las que les llevan a presentar mayores índices de apatía y malestar con su labor. 

Estrechamente relacionado con ello está el estado anímico de los educadores que, según el informe, ha empeorado sustancialmente en los últimos 15 años: si en 2008 un 60% de los docentes afirmaba esforzarse a pesar de los problemas y contar con ilusión en su trabajo, en la actualidad el 38% manifiesta vivir su labor con distanciamiento e indiferencia. Junto a esta cifra, únicamente el 24% de los docentes asegura sentirse ilusionado como estado de ánimo más habitual en su trabajo. Las principales causas que explican esta apatía son el desconcierto ante la profesión junto con la administración del tiempo para cumplir con la programación y la dificultad para despertar interés en el alumnado.

Destaca otro dato: los docentes que llevan entre 21 y 30 años en la profesión tienen el mayor porcentaje de ilusión, pero también de cansancio, lo que trae consigo que el esfuerzo en su día a día sea menor. Y mantener la disciplina y la educación en valores son las cuestiones que representan mayor dificultad en su trabajo. 

¿Cómo valora la sociedad a los profesores? 

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Otro aspecto que repercute en el interés o no por ser docente es la valoración que tiene la sociedad sobre su labor: hace 15 años el 81% de la sociedad valoraba positivamente a los docentes, mientras que en la actualidad sólo un 22% lo hace.  Además, sobre este tema hay claras diferencias entre los centros públicos y privados o concertados: en los primeros, los profesores se muestran más pesimistas y un 24% considera que la sociedad no los valora; en los segundos, el porcentaje se reduce al 14%.

El Profesorado En España 2023

¿Y por qué deciden ser docentes? A pesar de los datos que muestran la apatía y la desmotivación que sufren muchos docentes a día de hoy, la realidad es que los jóvenes se siguen decantando por esta profesión. Y las principales razones para ello son el gusto por la enseñanza y el interés vocacional, motivaciones que coinciden con las señaladas desde hace 30 años. 

Según indican desde la Fundación SM, además, contribuir a mejorar la sociedad es una de las variables que menos interesan a los docentes a la hora de decantarse por esta profesión; algunas de las razones que pueden explicar esta cuestión son la elevada responsabilidad y exigencia que conlleva para el profesorado ayudar a este fin. “Se les pide preparar a los estudiantes para vivir en una sociedad que espera de ellos aptitudes y motivaciones que les permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida, atribuyendo a la experiencia educativa un papel decisivo en su devenir vital”, indican en el informe. 

¿Cómo es su desarrollo profesional? 

El informe ‘El profesorado en España 2023’, por otro lado, también ha analizado el grado de desarrollo profesional de los docentes. Así, el 79% del profesorado considera que su formación académica le preparó para el ejercicio de la profesión y el 70% está satisfecho con sus condiciones de trabajo. 

También supera el 60% el porcentaje de profesores que afirma que, en sus centros, el currículo se adecúa a las nuevas tendencias educativas y a las necesidades de los estudiantes, se reconoce el trabajo bien hecho, se motiva para asumir cargos de responsabilidad y se proporciona el apoyo necesario para realizar su trabajo. Sin embargo, el 53% denuncian que no se sienten libres a la hora de utilizar materiales propios, pues se encuentran sometidos a las indicaciones del currículo.

En contrapartida, cifra asciende a un 64% entre los que consideran que su centro educativo le proporciona los recursos y apoyo necesarios para realizar su trabajo, resultado parejo a los docentes que aseguran también que en su centro educativo se reconoce a los profesores cuando realizan un buen trabajo (68%). 

La formación permanente, la actualización de conocimientos y la capacidad crítica son los aspectos que consideran más necesarios para mejorar profesionalmente. Y frente a ello, la falta de tiempo representa el principal impedimento para seguir formándose, junto a otros obstáculos como los motivos económicos, la oferta inadecuada de actividades, falta de incentivos o un escaso apoyo por parte del equipo directivo.

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Lucía García López

Periodista, redactora y feminista. Me gusta el cine, la música, el arte y la política. Aprendiendo día a día. Convencida de que la cultura es la mejor arma de transformación