Para fomentar dinámicas en el aula basadas en el aprendizaje colaborativo es necesario que las clases se encuentren adaptadas a este tipo de trabajo, centrado en la investigación, la experimentación, la colaboración, la participación y la exposición. Pero la realidad es que todavía son muchas las que no disponen de mobiliario y espacios de estudio adecuados.

Así lo recoge el estudio ‘Creatividad y Aprendizaje Activo’, elaborado por Microsoft y Steelcase, que también concluye que estudiantes y docentes demandan entornos más flexibles que supongan un estímulo y no una barrera al promover dicho aprendizaje. De esta manera, constata que un 92% de los alumnos reconoce sentirse más motivado en clases donde se fomente esta enseñanza unida a la experimentación. Además, nueve de cada diez considera que disponer de aulas con diseños flexibles aumentaría la creatividad y el nivel de atención. Mientras, para un 84% las clases innovadoras amplían las posibilidades de mejorar los resultados académicos al favorecer la participación.

#MicrosoftEduLab, un espacio para promover aprendizajes colaborativos

El aula como espacio flexible

Un ejemplo de lo que podría ser una clase adaptada al trabajo colaborativo, así como a otras metodologías activas, es el #MicrosoftEDULab. Se trata de un espacio creado por Microsoft en su sede de Pozuelo de Alarcón (Madrid) que muestra el futuro de las aulas y reflexiona acerca del papel de la tecnología en los procesos de transformación pedagógica.

Apoyado en el diseño, los muebles y la tecnología, todo el mobiliario que incluye es configurable para que el espacio se encuentre al servicio de los estudiantes y las actividades que deben desarrollan. Con ellas, se desea dar un protagonismo mayor a la interacción, la experimentación, el intercambio de ideas o la investigación entre docentes y estudiantes.

Incluso se han tenido en cuenta elementos como la biofilia, que proporciona un sentido de convivencia con la naturaleza, o los ritmos circadianos, incluyendo un sistema de iluminación que valora estos ritmos y variables biológicas. De esta manera, es posible ajustar la luz dependiendo del momento del día, la temperatura y el tipo de aprendizaje o la actitud que se quiera potenciar entre el alumnado.

El aula cuenta, por otro lado, con el certificado ‘Future Classroom Lab’ del consorcio de Ministerios de Educación europeos European SchoolNet.