Pocas calorías, ningún control médico y muchos likes: estos son los tres ingredientes de la dieta viral conocida como la ‘dieta de las princesas Disney’; una tendencia que cada vez siguen más adolescentes a través de las redes sociales y que les anima a imitar la figura idealizada y extremadamente delgada de los personajes de las películas de dibujos. Para lograrlo, deben restringir su alimentación diaria a un solo tipo de alimento. Así, solo pueden comer manzanas en el ‘Día de Blancanieves’ o productos crudos durante el ‘Día de Pocahontas’. 

No existe una pauta común ni supervisión profesional; cada menor escoge la dieta del día inspirándose en una princesa a su elección y comparte el reto en redes sociales como TikTok e Instagram en forma de vídeos con música y frases como ‘cada día eres una princesa distinta’ o ‘vive como ellas, come como ellas’. Aunque no hay un único hashtag dominante, suelen utilizar etiquetas como #PrincessDiet, #DietaDisney, #DietaDeLasPrincesas, #DisneyBodyChallenge o, incluso, otros que hacen referencia a los personajes, como #DíaAriel o #DíaBlancanieves.

dieta de las princesas Disney

Riesgos: qué dicen los expertos

Los expertos ya han alertado de los riesgos de esta práctica, que implica, entre otros, reducir significativamente el número de calorías diarias recomendadas: la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se necesitan entre 1.600 y 2.500 calorías diarias provenientes de una dieta equilibrada que incluya todos los grupos de nutrientes esenciales. Esta recomendación dista mucho de lo que propone esta dieta, cuyo aporte calórico apenas llega a unos cientos de calorías al día, y que además, presenta graves déficits en vitaminas, proteínas y grasas saludables, fundamentales para un desarrollo y crecimiento saludable.

Así lo confirma un informe de la Oklahoma State University Extension, que advierte de que las dietas de moda con reglas rígidas tienden a generar ciclos de ayuno o atracones, que elevan el riesgo de padecer problemas de salud tanto físicos como mentales.

Otros estudios vinculan directamente este tipo de conductas restrictivas en la adolescencia con un mayor riesgo de ansiedad, depresión y alteraciones del sueño. Asimismo, alertan de que la falta de energía impacta negativamente en el rendimiento académico, por lo que los jóvenes que siguen esta dieta pueden experimentar dificultades para mantener la atención y concentrarse. Además, los especialistas en nutrición subrayan que este tipo de restricciones alimentarias estrictas pueden convertirse en la antesala de trastornos de la conducta alimentaria como anorexia u ortorexia, así como de desequilibrios hormonales severos, especialmente en la adolescencia. 

¿Por qué surge esta tendencia?

La dieta de las Princesas Disney responde a varios factores socioculturales que afectan especialmente a adolescentes en etapas de construcción de su identidad y autoestima. Entre ellos destacan:

  • Imagen idealizada en redes sociales: en plataformas como TikTok o Instagram a menudo se difunden cuerpos idealizados, moldeados por filtros y retoques. Según una encuesta realizada por la organización benéfica, Mental Health Foundation, el 40 % de los jóvenes que participaron reconoce que estos contenidos les hacen sentir mal con su físico. Por su parte, la Sociedad Canadiense de Pediatría señala que muchos adolescentes con baja autoestima o insatisfacción corporal recurren a dietas restrictivas intentando mejorar su imagen personal. De hecho, algunos llegan a provocarse vómitos o abusar de laxantes para alcanzar sus objetivos.
  • Presión social y búsqueda de aceptación: la influencia del entorno cercano —familia, amigos y grupos sociales— ejerce una gran presión para cumplir con ciertos estándares estéticos. En este contexto, la alimentación restrictiva suele estar asociada a la búsqueda de aceptación y reconocimiento, especialmente durante la adolescencia, etapa en la que la necesidad de pertenencia suele ser importante.