Desde la Escola Rivo Rubeo en Rubí (Barcelona), Maria Lluïsa Mitchell nos cuenta en que ha consistido su proyecto ‘Dialogue Project’. Es una actividad que ha realizado con alumnos de 6º de Primaria con el propósito de hacer un uso más funcional y competencial del Inglés. Entre los instrumentos empleados, las rúbricas y el trabajo cooperativo.
La manera de trabajar la lengua inglesa en nuestro centro se realiza de  manera muy práctica, significativa y competencial. Dentro de este marco, la actividad ‘Dialogue Project’ ha consistido en la elaboración de un diálogo- por parte de los alumnos- para luego filmarlo y editando. Asimismo, a través de estos diálogos, se fue articulando el aprendizaje de nuevos aspectos de este idioma (estructuras, expresiones, nuevas tipologías textuales…) y el repaso de otros ya conocidos.

Trabajando competencias

Para la realización de la actividad, el aula se subdividió en cuatro grupos y cada uno decidió qué tipo de diálogo quería elaborar, lo que propició un clima de trabajo participativo y estimulante ya que el propio ejercicio era dirigido por ellos y las decisiones eran tomadas según sus preferencias e inquietudes.
El trabajo cooperativo, el uso de bases de orientación y las rúbricas fueron algunas de las herramientas empleadas, lo que propició que el desarrollo de la experiencia se realizara de una manera bastante autónoma e hizo de la maestra una guía.
Con “Dialogue Project”, por otro lado, lo que se ha buscado es que el alumnado vierta en esos diálogos toda la teoría y práctica aprendida en los años de enseñanza sirviendo-de igual forma- de modelo lingüístico para otros compañeros adquiriendo así el rol de teacher.
A nivel académico, una actividad de este tipo ha facilitado trabajar la competencia lingüística, aprender a aprender, cultural y artística, social y ciudadana, competencia digital y autonomía e iniciativa personal.

Una experiencia positiva

Fue un reto tanto para el grupo como para mí, dado que pusimos en práctica instrumentos que no habíamos utilizado anteriormente como fueron las bases de orientación o las rúbricas antes citadas. Estas herramientas resultaron algo diferentes a lo que estaban acostumbrados, pero les permitió controlar, ser conscientes y protagonistas en todo momento de su proceso de aprendizaje.
Con respecto a mi valoración global, resaltaría tres aspectos:
- En primer lugar, trabajar de manera cooperativa creó un ambiente muy bueno tanto de trabajo como personal en el aula. La autonomía de trabajo, la responsabilidad personal y colectiva, la motivación, la construcción del propio aprendizaje y el de los demás… Todos estos aspectos se ponen en marcha cuando se trabaja de manera cooperativa.
-En segundo lugar, la parte de competencia lingüística. Trabajar de esta manera (pudiendo elegir qué contenidos lingüísticos de la lengua se quieren incluir en los diálogos) dio pie a una reflexión grupal, como por ejemplo: ¿Cómo somos capaces de escribir un diálogo y expresar como lo tengo en la cabeza utilizando aquello que ya sé? O ¿Qué estructura va bien para expresar lo que quiero expresar? etc.
-En tercer lugar, valoro muy positivamente el uso de las TIC  integradas en la actividad.

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