Cómo aplicar la meditación activa y disfrutar de sus ventajas en el aula

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Cómo Aplicar La Meditación Activa Y Disfrutar De Sus Ventajas En El Aula 1
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La meditación es una herramienta esencial para aumentar la inteligencia emocional, transformar emociones y alcanzar un estado de paz y concentración.

Muchos colegios están integrando ya estas técnicas en sus dinámicas educativas en busca de los beneficios que aporta a su alumnado. La ‘Meditación Activa’ es una manera de meditar que conecta especialmente con niños y adolescentes debido a su carácter dinámico y alegre.

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¿Qué es la meditación activa?

Una meditación  que contempla la dificultad de tu alumno para sentarse a meditar por el método tradicional pasivo.

Debido a su escasa oportunidad de movimiento durante su jornada diaria y al exceso de estímulos que lo invaden, a nuestros niños de hoy en día les cuesta sentarse a meditar. Ya no crecen jugando en el campo o en la calle como en tiempos pasados sino más bien en el interior de la casa y enfrascado en mil y una actividades. De este modo, es fácil que su mente se encuentre hiperactivada y acelerada. Su cuerpo, en cambio, no se mueve lo que debería.

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¿En qué se diferencia de la meditación tradicional?

Es un proceso gradual que pretende llevar al niño de la máxima excitación al reposo.  Parte del movimiento físico y el uso de la voz para descargar energía y alcanzar un mínimo estado de concentración antes de sentarse a meditar con la técnica clásica.

Meditación Activa

¿Qué ventajas tiene aplicarla en el aula?

Que conecta mejor con las necesidades e intereses de tus alumnos porque:

  • Es divertida. Conecta con niños y adolescentes fácilmente debido a su carácter lúdico . Se vale de la danza, la dramatización, la música.
  • Implica gran descarga de estrés, al utilizar el movimiento físico  y la voz. Por eso se la llama activa y dinámica. Ofrece una oportunidad de moverse al niño ó adolescente.
  • Más “llevadera” para principiantes. Debido al ritmo que proporcionan los cambios entre sus diferentes etapas.

Y todo ello sin dejar de lado las ventajas tradicionales que, como sabes, integran las 4 facetas del hombre, necesarias todas ellas para que se produzca un aprendizaje profundo:

FÍSICAS: proporciona una relajación que disminuye el estrés y mejora la salud.

EMOCIONALES: aumenta la Inteligencia Emocional y la autoestima.

PSICOLÓGICAS: mejora las habilidades cognitivas necesarias para el aprendizaje Concentración, memoria, creatividad.

ESPIRITUALES: potencia aspectos virtuosos como la tolerancia, la empatía, la paciencia, reconexión con los temas trascendentales, sin que esto implique entrar en el aspecto religioso…

 Así, casi como en un juego, casi sin darse cuenta, aprenden a relajarse y a concentrarse mejorando a la vez sus resultados académicos.

Si te encuentras un poco perdido para empezar, puedes inspirarte en El manicomio loco, una meditación activa de carácter empático y teatral, o impregnarte de las meditaciones activas propuestas por Osho.

Haydée Mesa

Haydée Mesa, licenciada en Arte Dramático y especialista en Técnicas Gestálticas, con experiencia como actriz profesional y pedagoga teatral, conjuga estas disciplinas para profundizar en el conocimiento emocional.

5 Comentarios
  • Meditar es enseñar a la mente a concentrase incrementando todo su potencial. debería ser un entrenamiento diario en los colegios. Al igual que un pintor prepara su lienzo y sus materiales antes de pintar, preparar la mente antes de aprender resulta lógico. No en vano, en algunos colegios la meditación se ha instaurado como una asignatura más.

  • Muy interesante. Una oportunidad para conectar con el alumnado desde otro lugar. Me gustaría saber cómo se puede adaptar en función de la edad del alumnado. Y si se puede poner algún ejemplo de actividad. Por otro lado me gusta el carácter sintético del artículo, es muy claro y anima a llevarlo a la práctica.

    • Hola Noe, gracias por tu interés. Tienes un ejemplo de cómo aplicar la meditación activa en el aula en otro artículo publicado también en educación 3.0 llamado «El manicomio loco» Respecto al tema de las edades, en mi experiencia, cuanto más pequeño es el niño, más reducido es el tiempo empleado en la meditación. Aí, si para un adulto las 4 fases que suelen componer la totalidad de la meditación activa duran cada una 10 minutos, para niños de 8 a 10, por ejemplo, y siempre dependiendo del carácter del grupo, podríamos pensar en fases de 5 minutos. Para niño de 5, fases de 3…y así adaptar la meditación a la edad del niño. Deseando te haya sido de ayuda, un cordial saludo de Haydée.

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