Hacemos un recorrido por varios países en los que imparten asignaturas que poco tienen que ver con las tradicionales. Desde caminar por la naturaleza para conocerla mejor a aprender a cambiar una rueda del coche. ¿Nos acompañas?
Asignaturas como Matemáticas, Lengua o Física siguen ocupando un lugar primordial dentro de los currículos educativos de todos los países del mundo. Pero su importancia no ha evitado que en los últimos años hayan surgido propuestas alternativas más orientadas a destrezas como la inteligencia emocional, habilidades blandas, pensamiento crítico, creatividad… Incluidas dentro del currículo, su objetivo no es otro que los estudiantes estén preparados para el futuro. Estas son las asignaturas más originales de distintos rincones del mundo.
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En la escuela ‘Stella Maris’ de Sydney (Australia) han comenzado a impartir clases de mecánica a estudiantes de 11 años en las que se enseña tanto el mantenimiento básico de un coche, como a comprobar el nivel de aceite o verificar la presión de las ruedas; incluso a cambiarla en caso de pinchazo. Es una materia especialmente importante en un país cuyas carreteras son muy largas (y en muchas ocasiones desérticas) y el clima cálido fomenta este tipo de imprevistos. Desde el propio centro destacan el interés suscitado por esta asignatura, sobre todo en el caso de las niñas, lo que ayuda a romper estereotipos de género que les hagan sentirse incómodas detrás del volante.
Una de las principales características del sistema educativo indio es la dureza de sus exámenes: el alumnado debe superar unas pruebas muy exigentes y de larga duración si quiere acceder a la universidad. Y para contrarrestar el estrés al que están sometidos los estudiantes, algunas escuelas han comenzado a apostar por fomentar el bienestar y la felicidad de sus estudiantes. Se trata de una iniciativa del gobierno de Nueva Dehli, que puso en marcha el Dalai Lama, y está funcionado en las 1.000 escuelas públicas de la capital de la India. Alrededor de 50.000 profesores han sido entrenados y cerca de un millón de estudiantes lo están llevando a cabo. Para ello, las primeras clases del día comienzan con cinco minutos de mindfulness, cuarenta de storytelling, ejercicios de yoga y meditación. De esta manera, el alumnado empieza la jornada con una mayor calma mental, emocional y con historias inspiradoras que les ayuda a tener un mejor rendimiento.
El amor y el respeto por la naturaleza son parte esencial de la cultura nipona. De hecho, cuentan con multitud de eventos destinados a homenajear el entorno que les rodea, como el ‘hanami’, la tradición primaveral de observar la floración de los cerezos o el ‘Tsukimi’, uno de los rituales de agradecimiento a la naturaleza más arraigados de Japón y que consiste en la contemplación de la primera luna llena de otoño. Y este amor por el medioambiente se traslada también al terreno educativo a través de paseos y caminatas por entornos naturales para que los estudiantes puedan aprender sobre la flora y fauna que les rodea de manera más directa y contemplativa.
Un clásico en las series y películas estadounidenses es ver a los estudiantes de instituto redactando las últimas noticias para el periódico escolar o cubriendo eventos locales para hacer una buena crónica. Y esto se debe a que el periodismo es una de las optativas entre las que pueden elegir los estudiantes de Secundaria. No se trata de un proyecto determinado, sino que disponen de una asignatura centrada exclusivamente en aprender el hacer periodista. Con ella el aula se convierte en una redacción y cada estudiante se encarga de una de las diferentes secciones del periódico del centro: cultura, deportes, sucesos… Así, trabajan de manera conjunta para sacar adelante el proyecto a la vez que desarrollan habilidades como la redacción o el pensamiento crítico.
Aunque en países como España no es extraño que en algunos centros se enseñe a los estudiantes a bailar bailes regionales con motivo de las festividades de cada comunidad, en países como Armenia cuentan con una asignatura exclusivamente centrada en enseñar su folklore popular. En ella se busca que los estudiantes aprendan a bailar la danza tradicional armenia -la denominada ‘kochari’- para despertar en ellos el sentimiento de identidad, solidaridad y respeto recíproco, al mismo tiempo que se propicia la continuidad de su memoria histórica, cultural y étnica.
En la república rusa de Baskortostán los estudiantes llevan años cursando una asignatura centrada en la apicultura. Con ella, aprenden en profundidad lo que conlleva el oficio de apicultor: cuidar y mantener las colmenas, recoger los enjambres, recolectar la miel y el polen… Para ello, los centros escolares cuentan con sus propias colmenas situadas en los alrededores de la escuela. Y es que estas son mucho más que un pequeño insecto, pues tienen una función fundamental en el ecosistema del planeta: la polinización. Las abejas son las encargadas de polinizar plantas para que después otros polinizadores, como los pájaros, transporten el polen que recogen de esas flores para poder fertilizar otras especies. Las abejas son las primeras en la cadena de la polinización y que el proceso de germinación de las semillas y el crecimiento de los frutos pueda llevarse a cabo, depende de ellas.
Lucía García López
Periodista, redactora y feminista. Me gusta el cine, la música, el arte y la política. Aprendiendo día a día. Convencida de que la cultura es la mejor arma de transformación
